Mochi

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—¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH!—

Un grito gutural y ahogado venia de la primera planta y había llenado todo el departamento, le dio un susto de muerte a Suni, así que bajó casi tropezándose con las escaleras, ya era entrada la madrugada y solo estaba prendida la luz del corredor de la ahora nueva habitación de su huésped.

Estaba sudando, retorciéndose en su sueño como ya había pasado antes.

—Despierta.. estás bien— poco a poco iba abriendo los ojos.

—Suni—dijo respirando agotado, con un sudor que le perlaba la piel.

—Soñé que estaba atado, en un lugar oscuro y pequeño, no podía moverme, quería gritar pero la voz no me salía de la garganta—

—Respira despacio sino desmayaras, ¿tienes tu libreta?—

—Si esta sobre la mesa de noche—

—Ok, cuéntame todo lo que recuerdes—

—Tenia frío, me sentía como en un ambiente pequeño, no podía moverme, me sentía atado, quería pedir ayuda pero nadie venía eso es todo lo que recuerdo—

—Suena a una pesadilla—

—Se sintió muy real—

—Pero estas aquí, así que solo fue una pesadilla— tratando de bajarle la importancia para no asustarlo. —Te traeré un vaso con agua—

—¡No! —gritó —Por favor no me dejes solo—

—Solo iba a la cocina—

—No por favor,  no me dejes—

—Oye no me iré si no quieres ¿ si?— le sonrió peinando sus cabellos desordenados.

—Debes estar cansada—

— No te preocupes— se sentó a un lado de la cama, mientras él tenia la mirada pegada al techo, pasaron unos buenos minutos sin decir nada, él ya se veía mas tranquilo, hasta que de pronto habló.

—¿Por qué me has dejado venir aquí?—

—Necesitabas donde estar, no te iba a dejar en un refugio—

—¿Solo por eso?—

—¿A qué te refieres?—

—Eh ...Nada— replicó

YoonGi se incorporó,  se acercó apoyando su cabeza sobre el hombro de Suni buscando contacto, ella se acomodó para pasar sus dedos por su sedoso cabello negro, estuvieron en silencio mientras ella trataba de calmarlo, YoonGi alzó la vista mientras Suni miraba a la nada, ella sintió como el calor le subía al rostro pero no se movió, el retomó su posición anterior sobre su hombro, comenzó a quedarse dormido así que Suni lo recostó en la cama, acomodó sus mantas y salió sin hacer ruido.

Subió a su habitación, sintiéndose como la misma mierda ¿por qué sentía esto por él?, ¿acaso lo había traído inconscientemente para seducirlo? por otro lado una voz en su interior le decía que no estaba haciendo nada malo, eran dos personas en una situación particular pero eso no significaba que debiera frenar sus sentimientos, a lo que ella segundos después se contradecía, al final llegó a la conclusión que probablemente estaba volviéndose loca.
Finalmente muy aparte de sus pensamientos, esa interacción la había dejado feliz, sí esa era la verdad, se había sentido feliz de haber compartido ese momento con él sin temor a nada, dentro de su corazón no se sentía malo, en realidad se sentía hermoso pero no podía evitar el mal sabor de boca que dejaba la idea de que estaba haciendo inapropriado.

A la mañana siguiente ambos se encontraron en el comedor.

—¿Estas bien?— preguntó ladeando la cabeza como un niño pequeño, ella tenia la vista pegada al cereal con yogurt que tenia en frente, y casi no había emitido palabra mas que un tibio buenos días.

AMNÉSICO (MIN YOONGI)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora