AMNÉSICO (MIN YOONGI)

Aprendiz

Era tarde en la mañana y Jimin se sentía como siempre, después de la muerte de YoonGi los días pasaban monótonos, uno exactamente igual al anterior,  comía obligado y detestaba cada vez mas sus encuentros con el  maestro.

Siendo las 11 am uno de los criados se acercó a su habitación y tocó la puerta.

—Joven Park, ha llegado el nuevo aprendiz del maestro, esta esperándolo abajo.—

Jimin había olvidado por completo que debía "entrenar" a otra pobre victima como él, odiaba toda esta situación y se lamentaba no haber sido lo suficientemente valiente como para irse con YoonGi ese día, así hubiera muerto, vivo ya nada valía la pena.

Se puso una bata de seda verde y bajo al comedor, ahí lo esperaba un muchacho alto, joven, de cabellos oscuros y mirada inocente como la de un venado.

Al verlo se puso de pie de manera torpe e hizo una reverencia.

—Buenos días, mi nombre es Jungkook—dijo

—Buenos días, siéntate— señalando la cómoda silla de roble.

 —Mi nombre es Jimin, imagino que ya sabes porque estas aquí— mencionó sin poder ocultar su tristeza.

—Sí, es un gran honor ser escogido por el maestro—

—No lo es— espeto Jimin fríamente.

Jungkook se vio asombrado sin entender muy bien lo que Jimin decía.

—Solo quiere satisfacerse, para él no somos nada.—

—Pero si nos ha salvado...—

—¿Cuántos años tienes Jungkook?—

—Yo.. tengo 15— dijo tomándose del dobladillo de su camiseta gris.

—Dime ¿este es el precio que pagamos?, ¿ser usados para su placer?, ¿te han explicado acaso lo que quieren que hagas?—

—No con detalle, es por eso que me mandaron aquí—se notaba mas y mas nervioso a medida que la conversación avanzaba.

—Q--que es lo que debo hacer— preguntó con instaurado temor.

—He estado aquí toda mi vida sabes, la primera vez que el maestro abusó de mi tenia 13 años— cerró los ojos en señal de disgusto,  creía que era el precio que pagaba por vivir en esta casa resguardado de lo malo de afuera, además había alguien mas que estaba conmigo, los ojos comenzaron a brillarle al querer brotar lágrimas de ellos sin poder contenerse.

—¿Y donde está esa persona?— volteo su cabeza de derecha a izquierda y viceversa creyendo que la vería llegar.

—Muerto—

Jungkook, abrió sus ojos sorprendido,  una O se formo en su boca aumentando su miedo, sin embargo Jimin continuó.

—El maestro quiere que te prepare para él en unos días, quiere que tomes mi lugar, por un tiempo,  pero no lo haré, ya estoy harto, no quiero ver a nadie mas en manos de ese viejo asqueroso.—

Mientras tanto la cabeza de Jungkook daba vueltas y vueltas sin saber que pensar de Jimin, aunque notaba el sufrimiento en sus facciones,  se dedicó a escuchar atentamente lo que Jimin le dijo a continuación.