Realmente no sabía en que momento del día recobraba la consciencia, pero se daba cuenta cuando ya podía moverse a su antojo, laa ligas imaginarias que sostenían su lado racional aflojaban lo suficiente por la noche como para que pudiera atravesar la nebulosa hasta lograr tomar el control de si misma.
Nada tenía sentido cuando ocurría hasta que un monton de imagenes se atravesaban delante de sus ojos haciendole entender que ese había sido su día, era como si una parte de su cerebro le protegiera contra cualquier mal que pudiera ocurrirle durante el día y cuando nadie la molestaría la soltara para mostrarle lo que ocurría.
Los recuerdos de sus silencios compartidos con sus familiares eran más dolorosos cada vez, deseaba hablar con ellos y rogarles que la sacaran de allí.
Ni siquiera sabía cuanto tiempo había estado allí pero le sabía eterno.
Estaba genuinamente más delgada, la masa muscular apenas se percibía y su cabello largo acariciaba muy por debajo de los hombros.
Obvio las ganas de levantarse de la cama, se suponía que estaba durmiendo y no quería levantar sospechas a las enfermeras mientras hacían sus rondas, apreció la luz de la luna que alumbraba la pared frente a ella, ondeo sus manos con suavidad y discreción para crear formas en la superficie.
Tarareaba una melodía lo más bajo posible que su ronca voz le permitía, imaginaba bailar con él, que rodeara su cuerpo con esos brazos fuertes, que la escondiera de todo aquel que le quisiera hacer daño.
Deseaba mecerse escondida en su cuello para calmar su sufrir, sentir su aroma y dejarse envolver en su calor.No tubo tanta suerte esa noche porque al siguiente día durante la limpieza encontraron su escondite de pastillas que jamás tomó.
Efectivamente, la vieron bailar con su sombra bajo la luna de media noche, más bien, la vieron bailar con el recuerdo de ese hombre durante toda la noche.
Cuando pensó que todo sería aún más difícil y oscuro, se descubrió a si misma sonriendo frente a una joven pelirroja que se presentó casi con timidez, alegando ser su nueva amiga y confidente.
No pudo decirle que no.