No dejaba de pensar en él, le faltaban palabras para describir su sentir por el hombre.
La respiración le era robada pensando en aquellas dulces palabras que le dedicaba, la mano le temblaba cuando escribía sus propias emociones a aquellas reacciones inesperadas.
Su Rey malo la quería, la quiso de verdad.
Hubo un momento en que todo fue calmo? Se imaginaba que algo como aquello les sucedería? ella sabía que no todo era color de rosa y camino de arena fina, sin embargo algo dentro suyo le decía que de alguna forma u otra ellos terminarían separados, siguiendo sus propios caminos rocosos con los pies un poco más acostumbrados al punzante dolor de los piques samgrientos que la vida les daba, allí en la suave y frágil piel semajante al umbral de sus sentimientos.
Le rogaba " Allah, no dejes que este hombre me lastime " pero así no es como funciona, él le lastimó, ella lo lastimó y todo fue confuso y tenía que dar crédito a las palabras de Can, tal vez, si hubo demasiadas manos envidiosas y sucias husmeando en el claro lago que era su amor.
Podía fingir que todo estaba bien, podía sonreír hacia su madre pero pretender era cansador casi tanto como evadir las preguntas de las señoras del vencindario, intentaba evitar los ceños fruncidos de los señores sentados en la acera, como si hubiera cometido el peor pecado.
La corriente de sus pensamientos la llevo directo a su cuarto y directo al suelo contra la puerta, el gusto salado de sus lágrimas mojando sus labios, no se dejó llevar por el llanto, hacia semanas que Denise no aparecía y de preguntaba porqué.
Por que incluso ella le abandonó, le mintió cuando dijo que quitando las palabras de su mente ya no le dolerían, incluso cuando acabo el cuaderno otra vez, incluso más largo y más detallado que antes, con un final feliz que sentía que no merecía, con ello tampoco se alivió, le dolió pensar que había una historia que acabó bien y no era la suya.
Un día de trabajo que pasó y entonces se limpió el rostro y se acurruco en sus mantas dejandose caer en lo brazos de Morfeo con dificultad.
El siguiente día no comenzó bien, las pesadillas le abordaron durante la noche y aquello siendo llevado de la mano con la presión de tristeza sobre su pecho, no estaba bien.
Por lo tanto el sueño no le arrastró por muchas horas, no pudo dormir eso explicaba los círculos oscuros bajo sus ojos.
Levantó la cabeza de entre sus brazos cruzados y decidió levantarse después de oír el movimiento en la planta baja, tal vez ayudar con el desayuno le aliviaria la cabeza.
- Cariño mío, no luces bien - Su madre caminó con velocidaf hacia ella, acunando su rostro entre sus tibias manos, tan cómodas como las de toda madre, le regaló una pequeña sonrisa inclinandose a la caricia, la mujer acarició sus mejillas con los pulgares - Quieres que llame a Denise? Ceycey? Doctor Bey? -
Sanem asintió con suavidad mostrándole un pequeño e imperceptible puchero - Denise estaría bien - murmuró bajo viendo asentir a su madre mientras la comenzó a empujar a la mesa - Emre? - preguntó a los demás miembros de su familia, el chico no estaba allí.
- Una entrevista de trabajo, no estaba realmente muy motivado hoy - Leyla suspiró colocando el té en la mesa, su padre asintiendo detrás mientras abrochaba los botones de su camisa.
- Inshalla todo le salga bien - los tres afirmaron en voz baja a su ruego, la rubia cambió de expresión alarmando a su hermana menor, sus cejas estaban fruncidas, sus labios temblando, Mevkibe pudo ver sus ojos cristalizados y pensó que aquel día estaba maldito, porque todos estaban de color gris y el día anterior todo estuvo aparentemente bien.
- Ojitos lindos, que está mal? - La mujer se sentó a su lado apartando el cabello de su rostro con delicadeza, Sanem se arrodilló junto a ella en menos de un segundo.
- Mamita... - Su voz se quebró y Nihat apretó las manos en puño, la ansiedad regresando a su sistema después de que vió a su pequeña castaña con los labios estirados en tristeza ahora veía a su primera llorar, no una buena mañana - Mamita tengo miedo. -
- Que sucede mi cordero? - Nihat tomó la voz que Mevkibe no tenía justo es ese momento, Sanem acaricio la mano de su hermana con la suya mojada con colonia, nadie vió en que segundo lo tomó.
- Papito creo que yo... creo que estoy en problemas -
- Hija mia, entiendo tus sentimientos pero por favor dinos que pasa - Su madre tomó su otra mano para llamar su atención, la puerta abriéndose sigilosamente sin ser escuchada por nadie allí.
- Creo que yo... - La mayor de las hermanas miro a todos allí antes de sorber la nariz y calmar su respiración con un suspiro tembloroso - Creo que estoy esperando un bebé -
- Qué? - Los cuatro giraron su cabeza para dar con el esposo de la joven, Leyla cubrió su boca con ambas manos y Sanem sonrió amplio - De verdad? - Emre sonrió y paseó su mirada por cada uno de los rostros, parecía que sólo él y Sanem estaban contentos con la noticia hasta que Mevkibe gritó y apreto a su rubia hija con fuerza.
- No bromeas conmigo verdad!? - La mujer vió a la chica negar con la cabeza y entonces supo que esto era real, Sanem corrió y atrapó al hombre en un abrazo completamente correspondido.
- Pero cómo...cómo paso esto? - Nihat sujeto su frente con una mano, sus ojos desenfocados aún pensando en la noticia, Mevkibe lo empujó dejando a su hija respirar por fin.
- Quieres que te lo explique? - La pelinegra lo vió con obviedad, el sarcasmo decorando su pregunta, caminó hacia Emre y apretó sus mejillas - Aah ese es mi bendecido hijo - el chico le sonrió con cariño recibiendo los pellizcos de su madre con total confianza.
- Papito - Leyla llamó la atención del hombre, se sentía mejor despues de la reacción de la mayoría sin embargo su padre seguía sin reaccionar, su corazón se apreto en ansias.
- Tengo que abrir la tienda, se hace tarde - El robusto hombre se levantó y cruzó la cocina hasta que desaparecio de la vista de los demás, Leyla sollozo atrayendo como un imán a su esposo.
- Todo estará bien, deja que lo piense un poco - Sanem lo escuchó susurrarle y suspiró.
Le parecía egoistamente injusto que ellos vivan todo aquello tan rápido, tal fácil y tan felíz cuando ella todo lo que tuvo fue llanto, angustia y rabia de parte de todos, estaba segura que su madre habría enloquecido si ella hubiera estado en el lugar de su hermana, frunció el ceño y subió a du cuarto.
No, no era justo pero no quería enojarse ahora, porque estaba actuando así? porque? ella no es así, no podía tener celos o envidia eso esta mal, no es así, ella no es así.
Sujeto su cabeza tan sólo concentrándose en respirar, que estaba pasandole, debía estar felíz por ellos, felíz.
Tienes que estar felíz, Sanem.
Felíz.