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Sin embargo la mañana no había empezado tan bien como esperaba o al menos eso creía mientras limpiaba su blusa con un pañuelo y veía una pequeña cantidad de tierra cayendo de su cabello.

Fue un pequeño descuido además de haber olvidado lo resbaloso que podía ser el pavimento o tan sólo era la torpeza que la caracterizaba, pues al segundo de colocar un pie fuera de casa y con la velocidad con la que trotaba a la tienda resbaló y cayó frente a una pequeña pila de tierra que una señora estaba barriendo, entre quejidos y manos que la ayudaron a levantarla limpió su pantalon corto lavanda con preocupación, eso había dolido.

Apenas pudo recuperarse cuando decidió que era mejor idea caminar a la tienda que correr y a medio camino un pequeño pajarito decidió que era oportuno manchar la parte delantera de su blusa, lloriqueo entrando y detras de ella tres clientes con largas listas de compras.

No tuvo suficiente tiempo para limpiarse y las miradas se volvían extrañas cuando se dirigían a su ropa y su estado en general.

Ahora acababa de limpiarse y acomodar su cabello, Ayhan le envió un texto llamando su atención, camino hasta sentarse y abrir un dulce antes de leer el texto y continuar en lo suyo.

No le correspondía hablar mal de las personas pero aún así sentía que su amiga ya no era la misma, ella apenas hablaba de temas profundos y si lo hacía no hablaba acerca de sanem u Osman tan sólo de si misma y sus salidas extrañas a lugares conocidos con nuevos amigos y nuevos romances que en palabras amables no le agradaban para nada a sanem aún sabiendo que quizas su amigo seguía esperandola.

Comprendía el estado de la joven pero aún así no le parecía justo que no dijera la verdad al hombre que aún la esperaba, sin embargo decidió seguir sin decir nada debido a que no era verdadera experta en asuntos del corazón ni mucho menos.

Su padre mantenía un ojo en ella desde un punto en que pensaba que ella no podía verlo, aunque era completamente consciente de los ojos claros que la seguían en cada movimiento mientras corría ayudando y escuchando a los clientes, una cabellera rubia se asomó en la puerta y decidió que su hermano iba a ayudarla por el resto de la mañana, la mueca en el rostro del chico le confirmo que esto no era buena idea, le sonrió y en cuanto el último cliente cruzó la puerta volvio a sonreirle pero con un movimiento de cejas que casi hace a Emre estremecer.

-No se que planeas, pero no luce como un buen plan - Sanem rio

-Por supuesto que es un buen plan, mi apuesto hermanito va a ayudarme y va a aprender muchas cosas nuevas - Le sonrió apretando la coleta en su cabello, el rubio se acerco y tomó su pañuelo para limpiar un poco a la más joven.

- No pense que tantas cosas te podían pasar en tan corto trayecto - cambió de tema dejando el peñuelo en las manos de la chica para que no se vea extraño desde afuera - escucha, no se como verte todo el día comer dulces va a ayudarme a aprender algo pero no tengo nada más que hacer y mamá me ve diferente? no es esa la palabra - toca su menton escuchando la risa de la contraria - no rias! estoy preocupado de que me quieran echar de la casa - la castaña volvió a reir contagiandolo con rápidez - no van a dejarme acompañarte por muchos días pero la experiencia en trabajos más comunes me va a servir -

- Por supuesto que va a servirte, pero no creo que una tienda de comestibles seas tu lugar ideal de trabajo - tiró el pañuelo en la basura y busco un delantal

-tampoco el tuyo, eres muy inteligente y talentosa para esto - recibió el delantal y lo pasó por su cabeza con cuidado - cualquier trabajo es bueno para mi, de todas formas me merezco todo esto - La castaña fruncio el ceño y lo vio con atención - que? si si ya se que hablamos de esto ya pero eso no hace que me sienta menos culpable e idiota en un monton de aspectos -

CanemDonde viven las historias. Descúbrelo ahora