Contrariamente a lo que espero de tan corta obra, de tan pocas palabras, de su corazón volcado sobre las páginas, pronto su libro escaló de numeración entre los demás, pronto volviéndose el más vendido en Turquía. Bajo sus ojos vió su mano temblar mientras firmaba la autorización para la traducción de Turco a Inglés, su libro había sido un éxito en su cuna, ahora estaba siendo pedido fuera. Yigit tomó su otra mano y la apretó dentro de la suya, fingió que aquello no estaba pasando mientras dejaba que su muñeca mueva el esfero y por fin acabó firmando el papel, su abogado personal lo había revisado. No es que no confiara en Yigit pero tenía una sensación extraña cada vez que lo veía, pensó que pasaría con el tiempo sin embargo sólo se hizo más fuerte dentro de su pecho, le mareaba la cercanía que el hombre tenía y le molestaba la forma en que la miraba. Por lo tanto se consiguió un abogado que no tuviera que ver con el hombre y dejó que él revise todos sus contratos, rechazó algunos debido a faltas que el abogado había encontrado. Fuera de eso, le había ido muy bien y comenzaba a ver ingresos extraordinarios en sus cuentas bancarias, no quería que nadie tuviera acceso a su dinero, ni siquiera su familia. Había hecho regalos enormes a ellos por supuesto, sin embargo necesitaba guardar dinero para futuros proyectos y la empresa.
El vientre de su hermana crecía más y más con cada mes y estaba realmente feliz por ellos, ambos habían tenido sus problemas de pareja que siempre se dan per siempre volvían a los brazos del otro. Emre había tenido problemas después de su libro? Por supuesto que sí, pero él no parecía destruido por aquello, él sabía que se merecía cualquier cosa que le dijeran, de todas formas ella ya lo había perdonado. Después de firmar se separó de su abogado y se fue a almorzar con Yigit, después de todo le había ayudado y de vez en cuando era amable con él. Mientras más se alejaba de él al parecer más le gustaba, era un juego extraño del que sólo él participaba. Ceycey le decía que se alejara de él, que estaba comportándose raro y sabía que tenía razón pero de vez en cuando tenía que compartir con él.
Yigit tomó su mano por sobre la mesa y ella se la quitó sin remordimiento, el rubio sonrió como si aquello hubiera sido un acto de vergüenza de su parte o coqueteo o lo que sea que pasara por esa cabeza retorcida, ella miró el menú sin demasiadas ganas de comer - Hoy a sido un gran y satisfactorio día, pensé que nada podía mejorarlo hasta que aceptaste salir conmigo - Sanem frunció el ceño ante la elección de palabras de Yigit, carraspeó - Es tarde y tenía hambre - Respondió llamando al mesero con un gesto, Yigit frunció el ceño - Realmente lo haces difícil Sanem, he sido comprensivo contigo por tu enfermedad en tu cabeza pero-
- Tengo depresión y ansiedad, tú tienes una fantasía que no comparto en tu cabeza testaruda -Yigit rió esperando a que la chica pida, ordenando lo suyo aún sonriendo de manera extraña - Escucha Sanem, si continúas de esta forma, voy a rendirme y vas a perderme - Sanem subió ambas cejas con sorpresa, se reiría pero la situación era más triste que graciosa, ella resopló un risa pequeña de todas formas - Eres como mucho un amigo para mí, nada más -
- Como digas Sanem... mejor cuéntame de algo de verdad y dime que estás escribiendo ahora -Después de eso la conversación fluyo con mayor facilidad y menos tensión, ambos eran muy buenos amigos y socios si el rubio no incluía la futura relación entre ellos que sólo el imaginaba. Mantenía su distancia sin embargo, no deseaba por nada en el mundo acabar de alguna manera aceptando al hombre, no solo por que no le agradaba lo suficiente como para darle una oportunidad sino porque el hombre le daba mala espina, tenía un grado de agresividad de vez en cuando que le colocaba ansiosa, los temblores regresando a su cuerpo cuando el alto rubio se acercó a abrazarla cuando la dejó en la puerta de su casa, el hombre tomó el gesto erróneamente provocando una sonrisa triunfante que Sanem no correspondió, se separó de el rápidamente abriendo la puerta y entrando de una vez a casa.
Las sesiones con Deniz continuaron y aunque pensaba que la mujer se veía cada vez más y más distante, si es que aquello era posible, veía en ella a una amiga y a falta de su mejor amiga, ella estaba bien por el momento, no confiaba sus secretos o sentimientos con nadie más, pero cada vez que lo hacía ella parecía insatisfecha con lo que hablaba, molesta, frustrada como si no quisiera que le contara aquello y eso le sorprendía y a la vez decepcionaba, Ceycey no estaba disponible para él todo el tiempo por lo tanto con el paso de los días se trago sus sentimientos compartiendolos consigo misma cuando gozaba de tiempo a solas lo cual era por lo general a la hora de dormir, al parecer la gente a su alrededor nunca entendió que se fue de casa para estar a solas y lidiar consigo misma, pero todos los días tenía visitas que atender y nada de tiempo para crecer como persona en la soledad de su casa y su bello jardín. Resopló sentándose por fin en su escritorio en el jardín, vio las flores, el mortero, los frascos delgados y todo allí listo para ser usado más no tenía ganas de hacer eso. Caminó al jardín y sobre una manta intentó meditar más los gritos de Muzaffer y Ceycey llegaron hasta ella desconcentrandola, por lo tanto volvió dentro. Giró su muñeca batiendo la crema en movimientos envolventes sonriendo hacia la suavidad del dulce blanco, no esperaba que sea justamente eso lo que la relaje, pero había funcionado, llenó una copa de frutas y helado finalizando el postre con una enorme cucharada de crema y fresas cortadas encima.
La rutina más que reparar su cabeza la estaba arruinando, necesitaba un poco de paz pero al parecer todo mundo la tomaba de psicóloga o algo parecido, su hermana llegaba con sus problemas hacia su casa y con ella a su madre que no paraba de hablar de sus problemas con su padre y Emre al mismo tiempo, Deren se quejaba de su trabajo y Ceycey peleaba con Muzaffer todo el día en su jardín, Deniz lucía cansada durante sus sesiones por lo tanto se sentía molesta, estaba harta de que la gente haga de menos sus propios problemas, pero que iba a hacer? no podía ser irrespetuosa no estaba en ella, y hablar suavemente no servía con ellos, ya lo había intentado y a pesar de sus intentos no comprenden sus necesidades. Había evitado continuar con los mensajes al mar por que estaba desmotivada y todo le molestaba últimamente, sentía que si escuchaba la voz molesta de su madre o hermana las golpearía en el rostro, así de mal se sentía. Tomó su medicamento dando un gran trago largo al agua colocando los ojos en blanco al ver a Yigit saludandola del otro lado de la ventana de su jardín, odiaba que se entrometiera en su casa sin permiso y sin avisar, el rubio alzó ambas cejas al ver su gesto, Sanem tomó su teléfono escribiendo un mensaje antes de apagar la única luz encendida caminando hacia su cuarto sin abrir la puerta al hombre " Buenas noches jefe " Leyó Yigit frunciendo el ceño por unos momentos antes de darse la vuelta e irse.
Sanem sonrió de medio lado viéndolo irse por la ventana, se quitó todos sus accesorios antes de lanzarse a su cama y suspirar roncamente para calmarse, sus mejillas temblaron mientras resoplaba, movió sus extremidades de arriba a abajo descansando sus músculos. Esperaba mejorar pronto pero no tan rápidamente, su cabeza descansó mientras se levantaba, estaba sola y el sueño la había abandonado aquella noche, abrió el mueble del equipo de sonido y lo encendió reproduciendo música a volumen un poco más alto de lo usual, con las luces apagadas bailó despeinando su cabello y cerrando los ojos, su corazón palpitando emocionado en verdadera felicidad contra su pecho finalmente. Danzo incluso cuando ni siquiera su sombra la acompañaba, más allá de cualquier barrera en su cabeza su amor estaba intacto y oculto en su corazón, nadie era verdadero merecedor de poseerlo más que ella misma, y por el momento no planeaba entregar más de lo necesario a nadie más, tenía la inteligencia y fortaleza para valerse por sí misma, se podría pensar que sería difícil demostrarlo a alguien más que no sea su reflejo en el espejo en la mañana siguiente mientras cepillaba sus dientes mostrandose la sonrisa más amplia y real que pudo evocar recordar cómo disfruto de sí misma por la noche mucho más allá del baile.
Le dio la bienvenida a Deniz de manera risueña contagiando a la joven, la arrastró hacia el jardín colocando las mantas para hacer una nueva terapia con música bailable que emocionó a ambas siendo acompañadas por la dueña de casa que no tardó en quitarse los zapatos y juguetear con ellas al ritmo de la música. Esa misma tarde mientras miraba el sol ocultarse en el mar, respiró profundo el aroma salado cerrando los ojos dejando que la brisa juegue con su cabello y acaricie su rostro mientras el sol besaba su piel por última vez en ese día, asintió inevitablemente pensando que había hecho lo correcto en toda aquella jornada, el positivismo levantó su espíritu tan alto que incluso sentía que podría volar, todo por que decidió que sería buena idea pasar tiempo consigo misma por al menos una noche, imaginaba lo que haría si pudiera obtener más de eso por más horas. No lanzó u mensaje al mar porque no necesitaba hacerlo para comunicarse con su alma porque ésta había regresado ya y aún más fuerte. Con el sonido de un gran barco arribando sonrió despidiéndose del muelle y saludando a la luna que se asomaba tímida sobre el manto estrellado.
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Siento tardar en actualizar, tenía algunos proyectos pendientes y además me ha costado hilar pensamientos últimamente, supongo que este periodo en las vidas de todos nos ha estado afectando más de lo que nos gustaría. Muchas gracias por sus comentarios y estrellitas que me motivan a continuar.
Por favor cuidense muchos, laven sus manos, quédense en casa y usen barbijo así podemos acabar esta etapa y volver a reunirnos con nuestros seres amados, las quiero.
Tengo un montón de proyectos interesantes para subir después de este así que espero acabarlo pronto, por supuestos todos de Canem.