El cielo en tu mirada [Emiliaco]

Capítulo 6

Así que puede que Joaquín sea gay y también puede que esté en medio de en una crisis.

Puede que.

Y se está volviendo loco porque uno, los invitados están a punto de llegar a su fiesta del quinto aniversario junto a Danna y lo único en lo que puede pensar es en besar a Emilio Osorio, y dos, no está seguro si quiere pasar el resto de su vida con una chica a la que había engañado tres veces ya, con dos personas diferentes.

Así que sí, se podría decir que Joaquín está en una crisis y a punto de tener un ataque de pánico si alguien no le trae una copa de champán llena hasta el borde.

Le hace un gesto a uno de los camareros para que lleven la bandeja de copas hacia él. Toma dos vasos antes de recostarse contra el sofá. Danna todavía se está arreglando y sus padres dijeron que se quedarían los primeros treinta minutos, por lo que su padre podría dar un discurso, antes de que estos viajen a París.

Su padre tiene un negocio que atender allí y su madre tiene que ir con él para que pudiera presumirla, obviamente. A él no le importa, ya que, para su suerte, Mariana vendrá a pasar la noche con las chicas arriba así que aquello es un problema menos. No se les permite ir a la planta baja donde la celebración se llevaría a cabo, principalmente porque habría alcohol (sí, Joaquín es consciente de que todavía es menor de edad, pero a nadie parece importarle).

En el momento que el timbre sonó, Joaquín bebe su tercera copa de champán en un lapso de diez minutos antes de levantarse del sofá, acercándose a la puerta. Una criada debería haber atendido, pero está cansado de sentarse.

—¡Danna! —grita resonando por toda la casa.

Luego la ve caminar por las escaleras, con un vestido azul que parece más una bolsa de basura en lugar de un vestido de cuatro mil libras. ¿Desde cuándo insulta su elección de ropa?

Jesús, dame fuerzas.

Hay alrededor de cuatro personas de su escuela en la puerta, y treinta minutos más tarde, el salón se llena de gente. Los padres de Danna están allí, charlando con los padres de Joaquín, todo el mundo de penúltimo y último año.

Joaquín ya había bebido cinco copas de champán y puede sentir un extraño malestar aflorándose en él. Está un poco mareado y solo faltan diez minutos para que sus padres den el discurso.

Encuentra a Niko en la cocina, con su teléfono.

—¿Tu morro viene? —Joaquín le pregunta.

—Él no es mi "morro" y sí, viene por la calle —responde Niko ojeando su celular—. A todas estas Joaquín Bondoni, ¿desde cuándo usas términos como "morro"?

Y de nuevo algo es culpa de Emilio, estúpido Emilio.

—Eso ocurre cuando te juntas con delincuentes, se te pegan sus malas mañas.

—Joaquin, ellos no son delincuentes —Nikolas le ve divertido pues el menor se ve algo desubicado, le concede eso a la champaña.

—¿Sabes cuantas veces he sacado a Emilio de la cárcel?

—No sè, ¿Cómo dos?

—Exacto, ¿una persona no delincuente haría eso? No, ahí tienes, son delincuentes.

—Solo Emilio —defiende—, y es lo mas gracioso, porque tù eres quien mas se lleva con èl.

Joaquin desvia la mirada, no queriendo decir algo mas porque es consciente de que solo se trataría de undir, como el titanic, como la atlantida, como la cuenta bancaria de Emilio.