—¡¿Joaquín?! —Su madre lo llama desde abajo.
—¡¿Qué?! —Grita, lo último que quiere es salir de la cama.
Cuando su madre no responde, gime y se levanta de la cama para ir abajo. Odia cuando sus padres lo llaman y debe ir a ver que quieren.
—¿Qué pasa? —Trata de no sonar demasiado molesto, no funciona.
—¿Qué es esta mancha de aquí? —Le pregunta su madre, que apunta a la mancha de color marrón en el sofá blanco.
Ya me llevo la verga.
Es una mancha de cerveza derramada accidentalmente por Diego hace unos días, Joaquín recuerda.
—Estaba bebiendo un poco de champán y accidentalmente lo derramé.
—Podrías habernos dicho para pedirle a una de las criadas que lo limpiara.
—Lo siento
—Está bien.
—¿Cómo la pasaron en Nueva York?—Pregunta, tratando de cambiar de tema. Ella asiente. Apenas habían llegado a casa, y por supuesto su madre ya había encontrado algo con que molestarlo.
—Danna llamo para preguntarnos que estábamos haciendo, por cierto. Parecía estar sorprendida de que no estabas con nosotros.
—¿Qué más le dijiste? —Joaquín siente como poco a poco entra en pánico.
Chale, chale, chale.
—Le dije que te quedaste en casa. ¿No estabas invitado a la fiesta de Niko?
—Uh. Fue cancelada. Sólo me quedé en casa.
—Oh. Bueno. ¿Terminaste la tarea de crédito extra?
Él asiente, aliviado de que su madre no haga demasiadas preguntas. Sabe que va a entrar en pánico y todo se ira cuesta abajo si esto sucede.
Joaquín pasa todo el día en su habitación, leyendo y viendo Netflix. Se cansa y suspira, quiere ir a algún lugar, pasar un buen rato. Pero no puede porque sus padres no lo dejaran y, además, no tiene a nadie para pasar el rato.
Llama a Niko unos minutos más tarde, cuando empieza a dar vueltas por su habitación.
—Hola Joaquín. —Niko saluda en el otro extremo, y bien, suena un poco nervioso.
—¡Hey! ¿Estaba pensando que podríamos pasar el rato esta noche? Podrías venir o-
—Yo uh.. en realidad, tengo una cita con Eduardo.
La boca de Joaquín se abre con la noticia.
—¿Tu qué? ¿Dónde? ¿Qué?
—Me lo pidió ayer.
—¿Adónde van?
—Algún restaurante italiano que le gusta.
—Y... ¿estás bien? Guau. ¿Así que están juntos ahora?
—Eso creo.
—Oh. Bueno ... lo siento. Me refiero a que te deseo buena suerte. Diviértanse.
Joaquín no espera que Niko responda antes colgar, sentándose a los pies de la cama. Nunca había estado más aburrido en su vida. Siente como si pudiera llorar de exasperación.
•••
Emilio se lame los labios mientras observa a Eduardo enrollar un cigarrillo. Están en la sala de Emilio, es 2 de enero, listos para fumar su primer porro del año.
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El cielo en tu mirada [Emiliaco]
FanfictionAU donde Emilio es el chico malo y jodido con muchos problemas, Joaquín es el niño rico perfecto, con demasiado dinero y sus escuelas están justo frente a la otra. Se conocen en una fiesta y eso es lo último (y tal vez lo único) que necesitan. ADAP...