El cielo en tu mirada [Emiliaco]

Capítulo 21

Han estado oficialmente juntos por un mes, pero para Joaquín se siente como un año. En el buen sentido, claro. Siempre le dice 'te amo' antes de colgar o cuando se separan después de un día de estar juntos, antes de ir a casa.

Y Emilio no dice nada, excepto sonreír y besarlo, pero eso es suficiente para Joaquín porque lo único que quiere es que Emilio sea feliz y se sienta amado. Y Joaquín sabe que Emilio tiene ambas cosas, por lo que está feliz.

También sabe que Emilio realmente se preocupa por él, tal vez incluso lo ama, porque hace tres semanas para el día de los inocentes le dijo que quería que rompieran y Emilio lloro. Así estuvo la cosa.

Él se encuentra en una tienda de Rolex con Niko, tratando de decidir qué reloj darle a Emilio por su primer aniversario que será mañana. Él sabe que Emilio odia el hecho de que Joaquín siga gastando cantidades ridículas de dinero en él, pero a Joaquín le encanta. Quiere consentir a Emilio, darle todo lo que alguna vez se le negó porque Emilio merece el mundo entero.

Sus padres ya han superado la fase de Danna y su ruptura, ahora están de vuelta a la normalidad; su madre todavía no sabe nada del engaño de su padre, pero Joaquín está planeando decirle finalmente. Su familia se va mañana a visitar a sus abuelos a Mérida y Joaquín se salvó de aquello argumentando que tiene que estudiar para sus parciales.

Claro que no está pensando en estudiar, no, la razón de aquella mentira es invitar a Emilio a su casa.

—¿Qué tal este? —Niko sugiere, evidentemente molesto por el hecho de que han pasado casi una hora en la tienda tratando de encontrar el reloj perfecto que coincida con el gusto de Joaquín.

—¡Mira! ¡También puede configurar alarmas diarias! —Niko intenta y Joaquín se gira a mirar el reloj de oro que Niko está señalando.

—Y tiene una cadena de plata a juego que puedes darle a Emilio, pero por favor, compra alguna mierda.

Joaquín mira el precio. Cuesta solo algunos cientos de miles de pesos.

—Compraré estos dos —le dice al hombre detrás del mostrador, que había intentado venderle diferentes modelos—. Y prográmelos para que la alarma se active cada mes en el día veintiséis.

El hombre asiente con la cabeza y comienza a trabajar en ellos mientras Joaquín saca su tarjeta de crédito. Si sus padres preguntan por qué compró dos relojes similares, él les dirá simplemente que no pudo decidirse por uno.

—¿Qué estás planeando hacer mañana?

—Lo invitaré a casa, tendremos alguna comida sencilla y después tal vez cojamos. Emilio no la hace mucho de pedo —dice simple.

Niko asiente y se saca de onda, probablemente pensando en lo que Eduardo y él hicieron en su primer aniversario de mes. Han estado en una relación por más de cuatro meses y Joaquín puede ver que son muy felices juntos. También sabe que Niko está pensando en pedirle a Eduardo vivir con él una vez que el verano termine, cuando vayan a la Uni. Niko asistiría a UVM con Joaquín y Eduardo quiere artes, aún no sabe a qué universidad asistirá, pero lo más seguro es que les quede algo lejos, aunque puede que encuentren una manera de resolverlo.

Sabe que es probablemente demasiado pronto para pensar en ello, ya que sólo han estado saliendo desde hace un mes, pero Joaquín también quiere preguntarle a Emilio si le gustaría vivir con él (si Emilio entra en una Universidad de CDMX). Puede que tengan el mismo problema que Niko y Eduardo, pero lo resolverán.

Después de que paga por los relojes, el hombre los envuelve y se los entrega.

—Gracias.

—Casi que no —Niko gime mientras caminan fuera de la tienda, entrando en un centro comercial. Es uno de los pocos viernes que Diego no está dando una fiesta, así que los dos deciden que deben ir a ver una película, y tal vez hacer algunas compras de antemano.