Todo se solucionaría.

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El domingo durante el almuerzo, mi madre me había anunciado que mi “condena” había acabado y   que el lunes asistiría a clases. Mi padre había avisado en   la escuela que no podía asistir  debido a problemas emocionales.

Hoy lunes, después de desayunar nos  dirigimos a la escuela despúes de dejar a HaYii en la suya.  Mis padres entrarían a hablar con el director, temía lo que le fuera a decir para justificar mi ausencia a clases, no bastaba con el aviso, debían demostrar que realmente no había podido asistir por un motivo real.


—Sabes que tienes prohibido ver a…el sujeto ese, no lo olvides. — Me recordó por enésima vez mi mamá.


— ¿Te refieres a mi novio? —Me lanzó una mirada molesta, pero esta vez si le contestaría —Si quieres puedo mentirte diciéndote que no lo veré.


Mi padre se dirigió a mí dándome  un abrazo y un beso en la frente.


—Anda ve a clases, date prisa y estudia mucho.


Camine de prisa, mis pasos parecían lentos por mis ansias de llegar al salón y aprovechar las clases y ya de paso,  pedir un celular prestado, porque obviamente el mío no me lo regresaron. Busqué con la mirada a JongIn sin encontrarlo, cuando sentí que alguien se arrojó a mis brazos.


— ¡Tae me has hecho tanta falta, te he necesitado tanto estos días, no sabes lo difícil que  ha sido tu ausencia !


Su abrazo apretado y con fuerza me dificultaba respirar, pero el tono de voz quebrado y emocional me dejó sorprendido, pensando en el sentimiento que generaba en otra persona.


—JinKi no me dejas r-espirar— Dije con algo de dificultad intentando soltarme.


— ¡Solo si prometes no volver a ausentarte!


—Claro…lo prometo…ahora suéltame. —No podía evitar sentirme  bien  con las muestras de afecto de mi compañero. — ¿Me prestarías tu teléfono JinKi?


— ¡Claro! Por un amigo como tu, cualquier cosa.


Tome el celular recordando el número.  Los chicos iban llegando a clase y entre ellos SungMin, el cual  fue recibido por un eufórico JinKi.


—¡Que bueno que llegas!


Por lo visto una semana ausente y era asombroso como había cambiado JinKi.  Marqué con  nerviosismo el número de MinHo, decidí salir del salón para evitar el ruido. Pero no contestaba, desesperándome un poco. En el último timbre contestó. Su voz agitó mi corazón.


—¿Si?



—MinHo soy yo...TaeMin.



—Hola amor…¿estas bien?... ¿Dónde estas ?¿pasó algo? ¿De quien es ese número?



—Si estoy bien, en la escuela…no pasó nada y…es de JinKi, no me regresaron mi celular.


— ¿Por qué se lo pediste a el y no a JongIn? —Noté algo de seriedad en su voz.



—No ha llegado…pero bueno…quiero verte ¿vendrás a verme en el descanso?


—Si claro, te necesito bebe. —Nuevamente el tono habitual, fue una caricia en mi oído su tono de voz meloso.



El maestro  de literatura  entró al salón mirándome serio por esperar fuera. JongIn venía corriendo tras el. Entramos juntos.



Celos/2Min. Algo crece dentro de mi. (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora