Mi culpa.

327 32 5
                                    

—¡Si!



Mi corazón latía violentamente. Esto era algo tan romántico, que estaba seguro que nunca mas en mi vida  me volvería a pasar.



Asentí una y otra vez. Su sonrisa fue amplia, sus ojos se iluminaron con algo que seguro eran lágrimas, colocó un anillo en mi dedo,   luego puso uno en el suyo. Era anillos de pareja.



—Están grabados con nuestras nombres, el mío dice: TaeMin y el tuyo dice mi nombre: MinHo.



Feliz. Estaba mu feliz. ¿Cómo podía no estarlo?



Reímos como unos ridículos románticos , unas miradas curiosas ya nos miraban con algo de atención, cuando el me abrazó y me cargó pues no pude evitar rodear con mis piernas su cadera.



Bajamos con prisa al pabellón Palgakjeong, al mirador del monte Namsam, sus amplios pisos simulando madera, las personas pululaban, mientras otras  observaban   desde lo alto la ciudad de Seúl.  MinHo me dirigió tomándome de de la cintura hasta la malla que protegía el mirador. De un bolsillo interno de su blaizer sacó un candado.



—Debemos escribir nuestras iniciales  para  jurarnos amor eterno, luego lo pondremos ahí. — Me señaló la malla llena de candados con nombres—Es un buen augurio para nuestro futuro.



Le sonreí encantado. Deambulamos buscando  un marcador , pues aunque previó todo o casi todo, eso se le había olvidado, afortunadamente unas chicas que paseaban por el mirador   nos escucharon preguntar  ,    nos miraban  emocionadas, tanto que   nos regalaron  el marcador, dieron varios chillidos mientras nos miraban escribir ,   se alejaron tras dar varias venías.



Solo nos reímos un poco de tan curiosa situación.



—¿Vamos a escribir nuestros nombres verdad?



—Abreviemos. —Con el marcador  escribió: “2Min”— Ya sabes de TaeMin  y MinHo.



Me lo entregó,   puso sus manos sobre las mías cuando lo cerramos. Recargo su cabeza en mi hombro,   sentí como aspiraba mi aroma,  su mejilla frotándose en mi cabello, colocó  sus manos nuevamente en mi cintura para atraerme hacia el, sin importar si alguien nos miraba    francamente en ese momento a mi tampoco me importaba.



Nos sentamos en una banca disfrutando la vista, la enorme ciudad a nuestros pies, la noche nos rodeaba,   las luces de la Torre Namsan, que se erguía enorme, imponente , iluminada desde la base hasta la lejana punta, con luces brillantes,  , creando un espectáculo hermoso.



Fue  mágico.



Después de estar hasta muy entrada la noche regresamos.  Al llegar al hotel hicimos nuevamente el amor, lentamente,  primero hubo  caricias, con te amo susurrados al oído que me excitaban mas, con besos prolongados por mi espalda mientras se entretenía jugando con sus dedos  en mi entrada, arrancándome gemidos de placer , para luego penetrarme con lentitud, mientras me hacia  promesas de un futuro, para ambos, todo fue perfecto.



Amanecimos enredados entre las sabanas, con los brazos aferrados  al otro, como  si existiera la mínima posibilidad de perdernos, aunque eso era imposible, ya habíamos hecho una promesa para toda la vida.



—Algún día así amaneceremos, abrazados, en nuestra casa, en nuestro hogar.



—Si, eso me gustara mucho MinHo.



—Sabes, me esforzaré en el trabajo, en el futuro  podré  rentar un pequeño apartamento, muy pequeño,  tu estarás ahí para despedirme en las mañanas cuando vaya al trabajo.


Celos/2Min. Algo crece dentro de mi. (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora