OO7.

242 31 7
                                    

TaeYeon estaba que moría de la felicidad. O al menos eso le parecía a Mark. Y no era para menos.

Ese día finalmente había audicionado y, para sorpresa de todos (menos Tiffany, claro está) la chica tenía una voz hermosísima, cantaba de lo mejor, y para completarlo bailaba muy bien (porque una chica haciendo la coreografía de «Chain» es algo que no se ve todos los días), no tenía como negarlo (aunque para él no había voz más hermosa que la de su novio, así es). Y había pasado.

Cuando fueron a informarles de esto (a ellos porque, bueno, no iban a dejarle ir sola –mucho menos Tiffany, y DongHyuck quería ver si la chica era buena–, y además no sólo ella audicionaría ese día), TaeYeon era una pequeña bolita de nervios. Pasando a ser un desastre de lágrimas cuando mencionaron su nombre y dijeron que había pasado.

Y ahora, camino a cualquier lugar donde sirvieran comida, Mark podía entender porque uno de ellos estaba enamorado de la chica. Era simplemente imposible no hacerlo, era maravillosa en todos los sentidos.

Lastimosamente él era Hyucksexual.

Y por esa misma razón no pudo evitar sentir celos cuando el moreno abrazó con euforia a TaeYeon, elevándola en los aires mientras la felicitaba millones de veces. Ellos se habían hecho muy buenos amigos en el último mes, y no pasaba tanto tiempo con su novio, como solía hacerlo, pero no era algo que pudiera evitar. También entendía el que se llevaran bien, pues la chica era como ver a DongHyuck en el cuerpo de una mujer. Tenían exactamente la misma personalidad, sin exagerar.

Y para sumarle algo a su desdicha, había un silencio demasiado incómodo entre el y Tiffany, mientras la contraria miraba no precisamente con alegría como los otros dos hablaban animadamente, un poco cerca el uno del otro.

Tenía sus sospechas acerca de algún sentimiento más allá de la amistad de Tiffany hacia la mayor (así como la chica también sospechaba de sus sentimientos hacia Hyuck, pero él no sabía), y aunque no tenía cómo comprobarlo –aún–, podía adivinarlo por la forma en que la chica se comportaba.

Pero no estaba de más preguntar, ¿no?

Tenía que ser sutil.

—Oye. — dijo en dirección a la chica, quién solamente le miró. —A ti te gusta TaeYeon, ¿no?

Bueno, digamos que la sutileza no era lo suyo. Ni de lejos. Pero qué se le va a hacer.

Tiffany lo miró en silencio por un rato, pensando en que responder. —¿Por qué dices eso?

Mark se encogió de hombros. —Creo que llevas queriendo matar a Hyuck desde que salimos. — dijo como si fuera obvio. Y aunque quisieras, no dejaría que le toques un sólo cabello, querida. —¿O son cosas mías?

Tiffany sonrió con sorna. Ella también había notado las miraditas poco amigables que el canadiense le mandaba a su amiga, aunque creía estar alucinando. —¿Tú no hacías lo mismo?

Mark decidió ignorar esa pregunta, por lo que siguió hablando. —Lo digo porque se parece a la manera en que yo miro a Hyu- — se detuvo, al darse cuenta de la semejante estupidez que iba a cometer.

Tiffany alzó una ceja. ¿Era ella, o él estuvo a punto de decir que miraba de esa manera al moreno? —¿Qué ibas a decir?

—L-la manera en la que un amigo mira a la persona que le gusta, e-eso. — tartamudeó intentando controlar su nerviosismo, el cual no pasó desapercibido para la rubia, pero prefirió dejarlo pasar. No podía ser real. —El punto aquí es... — intentó cambiar de tema. —Te gusta TaeYeon.

Tiffany tragó duro, nerviosa, más mantuvo la compostura. No quería ser tan obvia. —¿Por qué dices eso? — repitió con voz temblorosa. —Sí, me gusta. — dijo viendo a la susodicha con aprecio, algo que para el chico no pasó desapercibido. —Es una gran amiga. Me gusta como amiga. — aclaró con rapidez, intentando enmendar su error (que no era un error, pero no tenía porqué decirle que sí le gustaba de la otra manera).

fanmeeting || markhyuckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora