fanmeeting || markhyuck

OO8.

—¿Y cómo se supone que me ayudarás? — preguntó una cansada Tiffany.

Mark suspiró. Realmente era una chica dura.

¿Tan difícil era entender que quería ayudarle con su situación?

—Haciendo que TaeYeon guste de ti también. — repitió por quién sabe que vez, cansado. —¿Es tan difícil entenderlo?

—No. — obvió la chica. —Pero no entiendo porqué quieres hacer tal cosa. — admitió.

Resopló, viendo hacia la pared y pensando en su respuesta. ¿Cómo podría decirlo sin parecer tan obvio o comprometerse?

Por suerte se encontraban solamente ellos dos, ya que el otro dúo parecía muy ocupado hablando.

—Antes que nada, quiero que me digas si sientes algo por ella o no. — sentenció.

Tiffany se quedó en silencio. A pesar de todo el tiempo que había pasado ahí, ¿en serio necesitaba confirmarlo? ¿No era demasiado obvio ya? Pero, por la mirada que le daba el mayor, al parecer sí necesitaba confirmar lo irrefutable.

—Sí... — dijo en un murmullo apenas audible, avergonzada.

—¿Cuánto? — preguntó el chico. Tiffany lo vio sin entender. —Es decir, ¿hace cuánto?

La menor se puso en posición pensativa, estuvo así un rato, hasta que finalmente habló. —No lo sé... ¿Tres años, tal vez? — divagó. —Creo que igual son muchos, soy tan patética. — puchereó.

Mark soltó una risita nasal. Él solía pensar lo mismo cuando aún no le había dicho al otro lo que sentía. No era algo que le deseara a alguien más. El querer poder tener a esa persona para ti, poder abrazarla, besarla y tenerla entre tus brazos; pero viéndolo imposible porque, además de ser mejores amigos, son dos hombres. Afortunadamente, para él las cosas salieron más que bien, y como sabía por experiencia lo que se sentía, quería ayudar si estaba entre sus manos.

Pero sabía que siendo suave no conseguiría nada, lo sabía mejor que nadie (agradezcan a Jeno y a Johnny). —Lo seguirás siendo si no te atreves a hacer algo. Lo sabes, ¿no?

La rubia asintió, el puchero aún adornando su bonito rostro. —Sí, pero no sé qué hacer. Tengo miedo. — suspiró con vergüenza. ¿En serio le estaba diciendo esto a un casi desconocido?

Aunque existía la posibilidad de que funcionara, el miedo a ser rechazada, o incluso peor, de perder la amistad con la contraria seguía renuente en su interior. Y no podía hacer nada contra eso. O al menos eso cree.

Mark asintió, comprendiendo. —Es normal tener miedo, no tienes porqué preocuparte por eso. — animó, dándole una mirada reconfortante. —Pero... creo que hay un dicho que dice: «El que no arriesga, no gana»... — murmuró pensativo. —¿O no era así?

»Así es, amor mío.

«Lisa por favor.

»Lo siento.

Mark chasqueó la lengua, aún en sus pensamientos. —No importa como era, el punto es que tienes que hacer algo antes de que sea tarde.

La rubia asintió resignada. —Pero aún sigo sin entender porqué quieres ayudarme.

—Quiero hacerlo porque yo- — se detuvo. ¿Cuántas veces estuvo a punto de meter la pata? Realmente era alguien muy torpe, DongHyuck tenía razón.

Tiffany alzó una ceja. —¿Tú...? — lo invitó a seguir ocultando su emoción, creyendo en la posibilidad de que ese "yo" tuviera alguna relación, por más mínima que fuese, con cierta personita.