O25.

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Tiffany soltó una especie de queja al ver que DongHyuck finalmente entraba en la cafetería que frecuentaban desde que se conocieron, casi ahogándose al ver que no venía solo, sino que acompañado de nada más y nada menos que tres miembros de Stray Kids.

No es que a ella le gustara el grupo o los siguiera, es sólo que...

Uh, bien. Sí era eso. Pero no podían culparla. Es culpa de DongHyuck, no suya. La internó tanto en el fandom (cosa que creía era ridícula y aseguraba nunca le pasaría) que podía reconocerlos a pesar de que casi no pudieran apreciarse sus rostro (por el cubrebocas y demás).

—Hola, hola, Tiff. — canturreó el moreno, divertido al ver la expresión sorprendida de la chica. —¿Te molesta si te presento a alguien? — preguntó con tono casual, sentándose al lado de la chica e indicándole a los otros tres que hicieran lo mismo, sólo que frente a ellos dos.

Los idols se quitaron todo lo que los ayudó a pasar desapercibidos, más tranquilos, ya que ese café era poco concurrido a esa hora y estaban en la misma mesa en la que Hyuck y Mark estaban espiand- ¡vigilando! Vigilando la última vez: la más alejada de todas, curiosamente oculta detrás de unas cuantas plantas. Lo más extraño era que se podía observar perfectamente todas y cada una de las mesas del lugar, y la barra donde hacían los pedidos, como si hubiera sido puesta ahí estratégicamente; pero prefirieron ignorarlo.

La menor de todos asintió distraídamente, respondiendo a la pregunta del moreno, quién milagrosamente se dio cuenta e hizo una seña para que guardaran silencio un rato. Los demás obedecieron, viendo a la chica con una sonrisa.

—Muy bien. — habló el moreno, juntando sus manos y levantándose. —Sé que los conoces muy bien gracias a mí, pero es maleducado no presentarse formalmente, ¿cierto, hyung? — preguntó, haciéndole ojitos al mayor del grupo.

WooJin soltó una risita de labios cerrados, bastante acostumbrado a la coquetería del moreno considerando el hecho de que se conocían hace relativamente poco. —Así es. — afirmó, asintiendo.

—Tengo razón, ¿ves? — alardeó, inmediatamente sacudió la cabeza. Tenía que concentrarse. Tiffany aún no salía de su trance. —Ya, ya. Tiff, ellos son miembros del reconocido grupo rookie -aunque ya no lo son, terrible-, siendo los mejores de la nueva generación (junto a nosotros, obviamente): ¡Stray Kids! — gritó en voz moderada, después de todo, aunque no había mucha gente en el lugar, prefería evitar cualquier cosa.

Los cuatro chicos aplaudieron, WooJin, Felix y Chan sonriendo agradecidos por la presentación que HaeChan había hecho tan improvisadamente. ¿Acaso el moreno era un fan?

—Kim WooJin hyung. — siguió el castaño, señalando al mayor.

WooJin sonrió ampliamente, una sonrisa que le robó el corazón millones de veces, provocando que sus latidos se volvieran más rápidos y erráticos, desprolijos.

A pesar de que no era una sonrisa de comercial de pasta dental (al menos para los estúpidos estereotipos que escuchó más del alguna vez en la escuela a la que actualmente asistía y le dieron ganas de golpear a la estúpida que se atrevió a decir semejante mierda), podía asegurar, apostar todo lo preciado que tenía a que esa sonrisa era una de las más preciosas que podría encontrar en el mundo. Sanadora, reconfortante, de esas que alegran tu día con tan solo verla. Simplemente hermosa.

Todo en él le parecía magnífico, siendo el primero que llamó su atención cuando Hyuck le mostró al grupo, insistiendo con que "aunque no quieras, todos te van a encantar" (y vaya que no se equivocaba). Su voz, su sonrisa, su forma de ser, su apariencia, y especialmente el tierno lunar en su bonita nariz. Absolutamente todo. La verdad no entendía que les pasaba a esas personas a las que no les gustaba WooJin. Totalmente estúpido.

fanmeeting || markhyuckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora