Sí, daddy

8

Jaden
Me encontraba haciendo el trabajo de Emery, no me molestaba en lo absoluto hacer un poco de su trabajo, ella estaba cansada y prefiero que descanse antes de que mañana no Pueda ni mantenerse en pie del sueño, que duerma un poco.

Ya lleva un rato con el trabajo y solo faltaban 10 diapositivas que dejaré que las haga ella. Me levanto y me voy a su cama a despertarla. Joder es tan tierna esta acostada de lado con su cabello ligeramente alborotado y sus manos apoyadas en una mejilla, es tan tierna que me da cosa despertarla, parece un angelito.

—Pequeña, despierta—tiernamente empecé a darle pequeños besos que desencian de su cara hasta su cuello.

—mmm, papi, un ratito más—dijo abriendo los ojos poco a poco.

—pequeña si te dejo que sigas a la noche no vas a dormir—dije acariciándole labios.

—está bien—dijo abriendo los ojos enojada.

—¿te dije lo tierna que eres cuando te enojas?—dije riéndome y acostándome a su lado.

—Papi, soy un asco cuando duermo— ella riendo, se sentó en la cama.

—No vuelvas a decir eso, eres hermosa hasta cuando duermes—salte para abrazarla y ella empezó a carcajear más fuerte.

—Muero de hambre papi, vamos a comer—ella se levanto de su cama rumbo a la cocina esperando a que la siga.

—Si, yo también muero de hambre— la seguí hasta la cocina.

Una vez allí ella comenzó a rebuscar en la alacena algo de comer.

—¿Palomitas?, y ¿películas?—me pregunta ella mostrándome unas palomitas que no se de donde saco.

—Perfecto—dije y nos fuimos hacia el living.

Fuimos hasta el sillón y ella comenzó a buscar una buena película en Netflix

—Aaay, buscando a Dory—dijo ella emocionada seleccionando esa película.

Yo solo reí y comenzamos a ver la película, bueno no sé si ver ya que estuvimos todo el tiempo riendo y besándonos, todo iba bien hasta que el teléfono empezó a sonar.

—Tengo que atender que atender- ella me dio un último beso y se dispuso a ir para atender el horrible teléfono que no paraba de sonar.

Escucho como ella empieza a hablar hasta que se escucha como el teléfono cae, yo me levanto del sillón y voy corriendo hacia donde está Emery, está pálida y con lágrimas en sus ojos.

—¿Qué pasó?—pregunté preocupado acercándome a ella.

—A-Austin, t-tuvo un accidente—dijo ella como pudo con la mirada perdida en algún punto del suelo.

Yo solo la abracé y ella se derrumbó en mis brazos lloraba desconsoladamente y eso me preocupaba, joder ¿por qué ahora?, ¿por qué así?.

—Yo tengo que ir, están en el hospital, mi tía llamo para avisarme— se soltó de mis brazos y se fue corriendo escaleras arriba.

Ella agarro una mochila y metió documentos y otras cosas que no llegue a ver, parecía un huracán, estaba de aquí para allá. Estoy seguro que planea pasar un buen rato allí.

—¿puedes llevarme?—pregunto ella sollozando.

—Claro princesa—dije y salimos corriendo hacia mi auto.

Subimos y fuimos directo al hospital lo más rápido posible, en 5 minutos ya estabamos ahí.

Entramos y Emery va a la recepción para preguntar donde está su familia, la recepcionista le indica que en el segundo piso.

Subimos las escaleras rápido, ella ve a su tía a lo lejos y va corriendo a abrazarla.

Están ella, su tío, su abuela y Dereck.

Este me mira con odio y recelo, yo solo lo ignoro y voy hacia Emery.

Ella está desconsolada llorando junto su tía, me mata verla así, pero no hay nada que hacer solo pedir que solo allá sido un simple susto.

Se la ve tan mal, tan débil que solo me dan ganas de abrazarla y decirle que todo va a estar bien, pero no puedo sus tíos están aquí, los cuales me conocen desde que era un niño y por supuesto también está él idiota de Dereck el cual si llegó a tocarle un puto pelo a Emery gritaría hasta que se escuche en Marte.

No me importa mucho y me acerco hacia Emery y la abrazo, ella no para de temblar y de llorar. Esta tan mal que si no para yo también lloraré, a mi también me duele lo de Austin él es un buen chico y no se merece todo esto, siempre que íbamos a su casa por alguna reunión él siempre estaba sonriente y al menos no era como el idiota de su hermano.