Sí, daddy

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Jaden
Me encontraba concentrado en mi ordenador haciendo un par de trabajos para la empresa pero mi móvil comienza a sonar acaparando mi atención.
Miro el número y es un número oculto, no lo conozco pero decido atender. Tal vez es algún socio que cambio de número o algo así.

-hola?- pregunto esperando a que responda la persona de la otra línea.

-hola amor, soy yo tu princesita Sarah. Si me recuerdas verdad?- dijo una voz muy familiar desde la otra línea, Sarah.
Ella fue mi única novia y la cual me inició en todo esto del fetiche, estábamos muy enamorados, estuvimos por casarnos pero ella se arrepintió, decidió cortar conmigo convirtiéndome en el gilipollas que no le importaba con quien ni con cuántas chicas se acostaba, ella me convirtió en esa mierda. Tan pronto como me corto ella desapareció de mi ciudad sin dar alguna explicación, solo se fue...

-no me llames así Sarah, entre nosotros nunca pasó nada asi que mejor sigue con tu vida como yo lo hago con la mía- dije un poco molesto pero ella no iba a ceder tan facil.

-claro qué pasó cariño, me enteré que ahora eres socio de una exitosa empresa y también me enteré de que tienes una novia, más bien una niñita de 16. Wow tan bajo caíste? No me esperaba eso de ti- dijo burlona colmando mi poca paciencia, aun que lo que más me preocupa es como sabe de Emery?

-17 y de esa niñita de la que hablas hizo más que tú en 3 años de relación sabes? Y créeme que hace unas mamadas como los dioses, algo que tú nunca lograste- dije entre dientes intentando comunicarme de la misma manera en la que ella lo hace.

-porfavor amor seamos sinceros esa niñata apenas sabe lavar sus bragas como mierda sabrá darte una buena mamada como yo te las daba, que yo recuerde siempre que as afónico de tanto gritar cada vez que te daba una mamada- dijo muy segura de su afirmación, pues tiene razón sobre qué día una mamadas descomunales, pero que estás diciendo jaden?!

-eso fue antes Sarah, solo no quiero ni que estés en la misma ciudad de mi novia ni la mía, no te quiero cerca.- dije firmemente esperando a que deje de molestar un puto rato.

-a las 8 en el Starbucks del centro comercial principal amor- dijo y finalizó la llamada, maldita loca. Haré eso con tal de que se deje de joder y que no habrá la boca sobre todo esto ya que Emery se pondría furiosa por no haberle contado esto. Puedo sentir como mi corazón comienza a confundirse ante toda esta situación, pero que dices joder?!

Emery
-encerio lo lamento pero no podré ir a tu casa, ya son las 8 así que me apresuraré a comprarme unas nuevas vans, las mías están echas un asco. Adiós no quiero perder más tiempo, te quiero, nos vemos mañana en el instituto- dije y finalice la llamada con mi amiga.

Me había invitado a su casa por que sus padres no le permiten salir luego de lo que me paso a mi así que le dijieron que me invitase pero tengo otros planes, ir al centro comercial principal para comprar unas nuevas vans, allí tiene un local muy grande y es el único que conozco en mi ciudad.

Me siento rara, no se como si algo malo va a pasar. Tal vez solo es mi imaginación pero siento un pequeño vacío en mi estomago, es soportable pero algo raro y tan repentino...
En fin, me visto rápido con mi camiseta térmica, un buzo de las súper nenas, infantil pero muy abrigado. Y sobre eso un gran abrazo que me hace parecer un esquimal regordete.
Me puse mis botas para la nieve, guantes, bufanda, salí sin mi móvil., solo con mi billetera para comprar las zapatillas.
Agarre unas llaves del buró en la entrada y salí caminando hasta el centro comercial, no queda tan lejos. Serán unas 5 cuadras.

Al cabo de unos minutos entro al centro comercial el cual está muy calientito.
Sonrió mirando de lado a lado y me decido por ir a tomas un café caliente en Starbucks, siento como mi cuerpo pide un café caliente urgentemente.
Entro al lugar y cuando volteo hacia la izquierda distingo a jaden hablando con una chica muy linda pelirroja. Obviamente me acerco a ellos extrañada.