Sí, daddy

23

Jaden
Me encontraba con Emery acostada boca a abajo sin ningún tipo de prenda, y preparada para residir su castigo.

—Bien, princesa serán 5 nalgadas en total, cuéntalas— 5 porque soy bueno porque tranquilamente se merece unas 20 por todas las cosas que hizo pero no quiero asustarla.

Muero por follarmela aquí y ahora, estas maravillosas vistas me ponen tanto pero ella me aclaro que no le gustaría que la follase con regla.
A mi no me molesta en lo absoluto pero si ella decido que no pues lo tengo que respetar por más que me cueste.

Comencé, primera nalgada.

—Una—dijo ella por lo bajo.

Segunda nalgada.

—Dos—agarro las sábanas.

Mierda Jaden contenté, sé que es difícil pero ella dijo que no y punto, pensé.

Tercera nalgada.

—Tres—se aferró más a las sábanas, esa ya le dolió más.

Su delicado culo ya estaba comenzado a tornarse de un tono rojo y por algunas zonas un poco morado, mierda esto me pone demasiado joder.

Cuarta nalgada.

—Cuatro—sollozó.

Última nalgada.

—Cinco—ya para estos momento estaba llorando.

Le di la vuelta y la senté sobre mi regazo.
Su rostro estaba empapado en lágrimas y yo se las limpié un poco, mi pantalón también se mojo con sus lágrimas, pobre.

—Me duele daddy—se levantó de mi regazo mientras se cubría los pecho con los brazos y con la otra tocaba su trasero mientras se miraba en el espejo de la habitación.

—No te toques pequeña, ya vuelvo—salí de su habitación hasta la planta baja y saliendo de la casa en dirección al auto, allí tengo un ungüento para cuando me enojo y me pongo a romper cosas y mis nudillos quedan a la miseria, también ayuda para lo de las nalgadas.

Agarre rápidamente el pote y entre a la casa nuevamente subiendo rápido las escaleras.

—Ya volví—dije.

Ahora se encontraba con un vestido suelto con tirantes y con un sostén blanco que le queda estupendo. ¿Como es posible que todo a ella le quede bien?.

—¿Daddy cuantas más como yo tuviste?—preguntó mientras se levantaba un poco el vestido para seguir viendo las heridas de su trasero.

—¿A que viene la pregunta pequeña?—pregunté sorprendido, no entiendo a qué viene esta curiosidad repentina.

Me pongo al lado de ella y comienzo a esparcir la crema sobre su trasero amoratado con tonos rojizos marcados por la palma de mi mano, ella se quejó un poco por el frío pero luego lo acepto ya que se ve que algo le calmo.

—Pues curiosidad, quiero saber con cuantas mejores que yo hubieron—sonrió débilmente.

¿Está de broma no?.

—¿En verdad por eso lo quieres saber Emery?—pregunte un poco borde ya, aveces es molesto que se rebaje tanto cuando no le llega ni a los tobillos a todas las demás chicas con las que estuve.

—Es que en serio estoy segura de que hubo muchas y mil veces mejor que yo, no te juzgo pero solo quiero saber—dijo bajando su vestido para sentarse cuidadosamente en la cama.

—Solo cinco y créeme que nunca deseé tanto a ninguna como lo hago contigo, ¿en serio no te das cuenta de lo valiosa que eres?, todavía no entiendo como una chica de tu porte accedió a todo esto—le respondí arrodillado ante ella, sujetando sus manos.

—Pues accedí porque eres un chico jodidamente guapo que no yo todavía no comprendo que me viste—respondió riendo pero yo le di otra nalgada riendo también, a lo que ella se quejó.

—¡¿Esaa por que?!—preguntó con enfado.

—Dijiste una palabrota—le respondí con obviedad.

Su teléfono comenzó a sonar y ella se levantó rápidamente a atenderlo.

Emery
—¿Hola?.—pregunté sentadome nuevamente sobre el regazo de mi daddy esperando a que me respondan desde la otra línea.

—Hola, ¿Emery?, soy benicio—desde la otra línea una voz temblorosa me hablo, Benicio.

Mierda, ¿Justo ahora?.

—Hola benicio habla Emery, ¿que se te ofrece?—respondí evitando la penetrante mirada de Jaden quien se encontraba analizando qué es lo que voy a decir.

—Ah pues quiera preguntarte, ¿si tienes libre hoy a la noche y podríamos salir al cine o a donde tú quieras?, me gustaría verte— lo noté nervioso.

Mierda Jaden no me dejara ir ni de casualidad y yo tampoco tengo.

—No lo sé, déjame consultarlo con mis padres y luego te aviso, adiós, cuídate—colgué la llamada sin dejar que él lo haga o se despida antes.

—¿Era el maldito capullo de benicio no?—preguntó apretando la mandíbula con ira.

—Si y me invito a salir, ¿y quería saber si me dejas ir daddy?—volví a preguntar metiendo mano entre su suave y fino cabello claro.

El cerró los ojos ante mi contacto pero volvió a hablar.

—No Emery ni a aunque te arrodilles y me hagas veinte mamadas te déjate ir, ¿entiendes?, puedes salir con quien quieras pero no con el— desvío su mirada mientras se levantaba de mi cama dejándome sola.

En cierto punto lo entiendo pero él tiene que entender que solo lo veo como un conocido que no me interesa en lo absoluto, estaría bueno que al menos nos llevemos mejor.

—Está bien llamaré a cancelarle lo de la salida e iré a preparar mi bolso para ir a instalarme en lo de mi tía, no quiero seguir perdiendo tiempo—me levanté ahora yo en busca de una valija para así meter mi ropa y mis cosas.

—¿Ya?, pero si recién llegamos—dijo con tristeza para posteriormente comenzar a recorer mi habitación.

—Si, mi tía dijo que debería ir hoy solo que te estabas peleando con Dereck y no escuchaste—por fin encontré mi valija.

—Bueno perdón pero es que solo quería arreglar las cosas con Dereck, como tú me lo había pedido—dijo mientras observaba mi biblioteca.

—Pero no es la manera, ¿y si yo no intervenía que?, se iban a agarrar a los golpes como los simios—metí ropa en su interior.

Él no dijo nada y solo se quedo ojeando los libros de mi librero.
Yo seguí metiendo cuidadosamente la ropa en la valija hasta que Jaden me habla.

—¿Donde termina el arcoíris?—pregunta mirando el libro entre sus manos.

—Love, Rose, amo el libro y la película es perfecta—respondí.

Metí todas mis cosas rápido y la valija me costó cerrarla pero es todo lo que necesito, cualquier cosa volveré si algo me faltase.

—¿Vamos?—Jaden agarro mi maleta.

Yo asentí y salimos de mi habitación, se notaba ese ambiente de tristeza de parte de Jaden pero esto no es un adiós ya que nos podremos ver y todo, creo que lo más pesado será estar bajo el mismo techo que Dereck, despues de saber la verdad todo esto es muy incómodo.
Estoy un poco molesta por no poder salir pero yo tampoco tenía muchas ganas de salir con el, hoy me tengo que ir a casa de mi tía y no tengo mucho tiempo para salir.
Salimos de mi casa y repidamente me subí al auto de Jaden.

—No quiero que te alejes de mi lado—soltó de la nada con tristeza mientras ponía en marcha su coche.

—Y no lo haré solo ahora tal vez no me podrás ver con la misma frecuencia que antes, pero todo seguirá igual—le animé.

El solo suspiro y apretó el volante con fuerza buscando calma.