(Narra Helen)
No sabía qué hora era, pero tenía sed. Me levanté intentando no hacer ruido.
En el pasillo podía oír a dos personas hablando desde la cocina. Una era Claire, y la otra un chico. No lo conocía.
- ¡Un paso más y te vuelo la cabeza! - ¡¿qué coño?! ¡¿Tiene una pistola?!
- Hey, tranquila hermanita - ¿hermanita? ¿Era Jace?
- ¿Qué quieres? Papá está de viaje, y de mi parte no vas a conseguir ni una mísera moneda. Ni siquiera sé por qué te has colado aquí - no sabía por qué, pero el final de aquella conversación no me iba a gustar.
- Qué fama tengo - rio suavemente, con burla - venía a decirte que iré a verte mañana.
- Jace déjame en paz y vete de mi vida.
- Puedes bajar la pistola, sé que es de mentira. - ¿de mentira? Dios mío, Claire es única - verás, seré sincero y directo. Odio al capitán de tu equipo, odio a tu equipo, odio a tu entrenador, y quería decirte que si te atreves a ganar te mataré, y mataré a todos tus amiguitos. Sabes que ya lo he hecho antes, no deberías tomarlo a broma.
Mi pulso se paralizó ante aquello. ¿Matarme? ¿Matarnos? ¿Qué? ¿Qué he hecho...?
- Irás a la cárcel por matarme - su voz se notaba más temblorosa.
- Tengo muchas razones para ir a la cárcel, ¿por qué me molestaría añadir una más? - qué hijo de puta.
- Eres un hijo de puta - vaya, pensamos lo mismo.
- Oh muchas gracias. Bueno, pues ya sabes, adiós.
Todavía impactada, me dirigí sigilosamente a mi habitación, y me tumbé en la cama.
¿Cómo debía sentirme? Ahora podía morir en cualquier momento. Si Claire decidía darle a las mujeres el mérito que merecían en el fútbol, ambas moriríamos. Si no, nuestras carreras como jugadoras se terminarían. Yo no tenía ningún otro don, o afición. Mi mundo da el fútbol. ¿Qué haría al volver a Rusia? ¿Decirle a mis padres que he fallado? ¿Ponerme a estudiar medicina como ellos quieren? Las ciencias no son lo mío.
Jace... Jace Trevor... Un momento... Jace Trevor...
El entrenador de los Leones del Desierto. Ahora todo cobra sentido. Lo busqué en internet para estar segura, efectivamente. Jace Trevor no quiere joder a su hermana, quiere ganar el mundial.
Jamás me hartaré de decirlo; el poder corrompe los corazones de las personas.
(Narra Claire)
De madrugada una sacudida me despertó. Más bien una horrible pesadilla.
Tan solo Jace. Jace sonriendo, eso nunca anunciaba nada bueno.
Las lágrimas y la impotencia se acumularon de nuevo en mis ojos. Extendí el brazo para coger mi teléfono. No sabía qué hora era en Londres, me daba igual.
Marqué el contacto de mi madre. No contestó, saltó el buzón de voz.
- Mamá - musité con voz rota, mientras sorbía la nariz - soy Claire, sé... Sé que estás enfadada, pero... Pero eres la única con la que puedo hablar... Jace... Jace ha venido... Me ha amenazado... Mamá, me ha dicho que me va a matar...
Sonó un pitido y colgué. El móvil se escurrió entre mis dedos, y cayó al suelo. Intentando recogerlo, sin energía, caí yo también al suelo.
Allí me acurruqué contra la pared, y seguí lamentándome. Jace... Te odio Jace...
- Claire... - escuché la voz de Helen invadir la estancia, y la pelirroja se acercó a mí. Se sentó a mi lado.
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Mis dos idiotas compañeros © 2015-2016 | Inazuma Eleven
Fiksi PenggemarMe llamo Claire Trevor, y la verdad es que siempre he tenido a mi lado a Caleb y a Claude, mis dos idiotas, han sido un gran apoyo y han contribuido a mi fama en el mundo del fútbol desde siempre. Me conocen de sobra y saben cómo soy, lo que me gus...