Capítulo 9. La adopción [EDITADO]

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Elisabeth White y Caleb Stonewall

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(Narra Caleb)

Habría querido ir a la cena del Inazuma Japón, pero tenía una cosa importante que hacer, tenía un propósito por el Año Nuevo, sí, Caleb Stonewall va a ser adulto de una vez, con sus gilipolleces y todas sus cosas, pero va a madurar un poco.

Fui hasta un orfanato, sí, si tenéis unas pocas neuronas adivinareis que Caleb Stonewall va a hacerse cargo de un niño huérfano.

Llegué, y una señora me dijo:

- ¿Qué quiere?

- Comprar aceitunas, no te jode – me burlé – acoger un niño.

Creo que le caigo mal, me miró de forma avinagrada. Bah, pero total, no volveré por aquí.

- Esto no es tan fácil señor, tiene que pasar un examen para que sepamos si puede ocuparse de un niño.

- Lo entiendo. ¿Cuándo lo hago?

- Más o menos dentro de unos meses.

- ¡¿Meses?! ¿Y si le hago un regalo? - saqué la cartera. Sí, era la cartera de Philip. Había quedado el otro día con él, y ahora mismo iba a sobornar a una vieja con su dinero.

- ¿Qué tipo de regalo? - vieja corrupta.

- Uno con tres ceros.

- ¿Tiene una idea de a qué tipo de chico quiere? - sonrió la vieja esa.

- Al que más tiempo lleve aquí.

- Esa es Elisabeth White. Lleva desde los dos años.

- Pobre chica - susurré, yo sabía qué era esa barbaridad, y no se la deseaba a nadie más - a Elisabeth. Y ya.

- Necesito saber que estará en buenas manos.

Saqué el cheque y falsifiqué la firma de Philip. Seguro que me perdona.

Mandó a una chica de aproximadamente cuarenta años a buscarla. Yo mientras me quedé a rellenar unos papeles que hacían oficial la adopción, a pesar de que me hubiese saltado todos los trámites burocráticos.

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(Narra Elisabeth)

Estaba en mi habitación, aburrida, como cada mañana. Qué pesadilla. Iba a cumplir casi trece años en aquella cárcel. ¿Cómo he aguantado tanto tiempo?

- Eli, vamos, haz la maleta – era Lina, ¿cómo? ¿Querían acogerme? ¿Cuánto les habían pagado para eso?

- ¿En serio? – dije emocionada, aunque no quería que se me notase.

- Sí, recoge tus cosas y despídete de tus amigos.

- ¿Qué amigos? - bufé.

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Un chico muy joven, tendría cerca de treinta años, no más, de pelo abundante y castaño, y ojos azules verdosos, estaba en la entrada. La verdad daba un poco de miedo, espero que no sea malo conmigo.

Al verme, le preguntó algo a la señora Schenter, la dueña, y me señaló. Ella asintió, y él se acercó a mí.

- Me llamo Caleb Stonewall, ¿tú eres Elisabeth White no?

Un momento, ¿Caleb Stonewall? ¡¿Caleb Stonewall?! ¡¿No había muerto?! ¡¿No era un jugador de fútbol?!

- Sí, señor Stonewall – hablé con algo de miedo.

- No te voy a comer, y lo de señor me hace parecer viejo – rio – llámame Caleb por favor.

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- Y, ¿por qué estabas allí? - íbamos hablando por el camino.

- Mi madre me abandonó allí cuando era muy pequeña, ni siquiera tengo un recuerdo de ello, era un bebé.

- ¿Y sabes quién es tu madre?

- Sí. Alice Swan, creo.

- No jodas - rio, mirándome con gracia.

- ¿La conoces?

- La conocí, si es quien yo creo. Era muy rara, no hablé mucho con ella.

- ¿De qué la conociste?

- De adolescente, estábamos en el mismo grupo de amigos, solo eso - había algo más, seguro que habían sido novios.

Llegamos a una casa bastante grande para vivir solo, y entramos. Le pregunté:

- ¿Vives solo aquí?

- Sí. Te voy a enseñar tu habitación.

Subimos al segundo piso, y abrió una puerta blanca, que tenía una habitación de paredes blancas.

- Se nota que necesitas una mujer en tu vida – reí.

- Está así para que tú puedas hacer tus cosas de chica, o como sea - gesticuló de forma extraña con las manos, y me sacó la lengua.

Bajó al piso de abajo, y yo comencé a ordenar todo.

Mis dos idiotas compañeros © 2015-2016 | Inazuma ElevenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora