Capítulo 10. Una explicación [EDITADO]

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(Narra Xavier)

Esperaba a Thel en mi casa. Me molestaba no poder ser un caballero e ir a recogerla para cenar, pero ella había insistido en ser el hombre de la relación. En verdad no sé qué relación, solo vamos a cenar, y voy a tener que pagar yo.

Ahí sí que tendré que ser el caballero, no te jode.

Sonó el timbre, y fui a abrir. Abrí la boca del asombro. Thel no parecía Thel, en serio. Estaba guapísima.

- ¿Quién es usted? - bromeé.

La sonrisa que tenía puesta se borró. Evité reír, no podía dejar que me descubriese tan rápido.

(Narra Thel)

¿Cómo no me reconocía? Reconozco que nunca fui demasiado arreglada, pero no es para tanto. Joder, me cago en sus muertos.

- ¿Cómo que quién soy? - juro que me esperaba cualquier cosa excepto esto.

- Yo esperaba a un mendigo, no a una chica - estalló en carcajadas. Capullo.

- Gilipollas.

Se limitó a reírse, indiferente de mi comentario y el resto de insultos que vinieron a continuación.

Me invitó a pasar, y yo contuve mis ganas de registrar todo. Se me hacía raro pasar de ser una ladrona que tenía que entrar en las casas sin permiso a ser invitada por todo el mundo.

- ¿Y ese cambio radical? - se burló.

- Si fuera radical no me habrías reconocido.

- Yo soy muy listo, pero no todos te hubieran reconocido - me miró con gracia y cambió de tema de forma repentina - ¿nos vamos?

(Narra Claude)

Lodo me viene a visitar seguido. No sé por qué, no la aguanto, la acabo echando de mi casa. No quiero que vea a Claire, en serio. No ha sido su madre cuando su hija más lo necesitaba, y he sido yo el que ha actuado como el padre suyo que soy. No se merece, ahora que estamos tranquilos, aparecer para que Claire piense que ha sido una buena madre cuando crezca.

- Caleb, ¿te puedes quedar con Claire? - pregunté, mientras me acomodaba la corbata.

- ¡¿Qué?! ¡Y una mierda!

- ¡Oye si vas a vivir aquí por la puta cara cuida a Claire! - recriminé mientras me asomaba a la cocina, con el ceño fruncido.

Lo pillé comiendo un trozo del bizcocho de Ai. Tenía toda la cara manchada de bizcocho, el muy capullo.

- Sí, vas a vivir por la cara pero guapamente - afirmé al verlo.

Entonces Claire, que reía tranquilamente, dejó de hacerlo.

- ¿Qué pasa? - me preocupé mirándola.

Acto seguido llamaron al timbre.

Abrí la boca con asombro. ¿Tenía algo de relación?

Fui a abrir. No podía creerlo. La puta última persona que esperaba ver.

Bryce Whitingale. Gazelle.

Bryce estaba en la puerta de mi casa, con un clon idéntico a él en brazos.

- ¿Qué cojones haces aquí? ¿Y cómo sabes dónde vivo? - mi tono se notaba demasiado molesto.

- Tenemos que hablar. Y, Ai me ha dicho donde vives.

- ¿Ai? Me dijo que llevaba tiempo sin hablar contigo.

- Sé lo vuestro - suspiró - quiero hablarte de Ai y bueno, explicarte algo.

Bufé, pero le dejé pasar. Bryce dejó a Chris con Claire.

- ¿Qué tienes que decirme? - mientras esperaba su respuesta, fui a la nevera a por una cerveza, y la abrí.

Allí estaba Caleb, que al ver a Bryce, se atragantó con el bizcocho.

- ¿Qué coño? - susurró mientras me miraba asustado.

- Yo tampoco entiendo nada - afirmé - no salgas, por si acaso.

- En primer lugar - me miró fijamente - pedirte perdón, a ti y a Claire, y a todos, por lo que ocurrió.

(Narra Bryce)

- ¿Crees que dice la verdad? - miró a su hija al haber hablado yo.

La niña asintió, ¿espera, asintió? ¿Una niña de la edad de Chris asintió a una conversación entre adultos?

No podía salir de mi asombro.

- Bueno, si Claire lo dice... Supongo, que podremos retomar esa amistad. Pero tío, ¿por qué nos diste tanto por culo?

- Te debo esa explicación.

- ¡Mierda, tengo que ir a trabajar! - saltó él - Bryce, mañana hablamos, tengo que irme.

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(Narro Yo)

Irina ya había imprimido un certificado de nacimiento falso.

Debía conseguir muchos más papeles, pero iba por buen camino.

Le encantaba poder tirar de agenda para conseguir lo que quería.

Tanto médicos como en el centro nacional de adopción de Londres tenía contactos que le debían favores. Y en muchos más sitios alrededor del mundo.

Su etapa universitaria había estado viajando con el dinero de sus padres por todo el mundo.

Tan solo le faltaban un par de detalles.

Ese hijo de puta de Foster pagaría por rechazarla.

Mis dos idiotas compañeros © 2015-2016 | Inazuma ElevenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora