Capítulo 14. Beatrice [EDITADO]

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(Narra Eli)

Entré en el coche de Caleb, y me senté en el asiento de atrás, no tenía ganas de hablar, había pasado mucha vergüenza.

- ¿Qué tal tu primer día?

- Hice amigos - me limité a responder, mirando melancólicamente por la ventana.

- ¿Nada más?

- Se llaman Bob y Art.

- ¿Son chicos? - dijo frunciendo el ceño.

- Sí, acostúmbrate, no soy de hacer amigas - respondí secamente.

Me miró a través del espejo retrovisor, y suspiró:

- ¿Qué te ha pasado?

- Nada - mentí.

- Sé que ir a clase amarga la vida, pero no te deja así de mal, ¿se han metido contigo?

- No... - la verdad no sé muy bien si lo hicieron.

- ¿Quién?

- Nadie.

- ¿Por qué no me lo cuentas?

Suspiré, y le conté todo lo que había pasado durante la mañana, lo de Njord, y que por su culpa tenía un montón de sentimientos sin nombre.

- Entonces le gustas - sacó como conclusión cuando acabé.

- No.

- Sí.

- ¿En qué te basas para decirlo?

- Hizo una apuesta contigo, él propuso que si ganabas tendría una cita contigo, y te dijo que si perdías te unirías a su club de fans, y además te besó en medio de la prueba; te quiere cerca.

- Es una estupidez.

- ¿Por qué?

- Porque he llegado nueva.

- Como quieras. Me gusta más mi razonamiento.

- Si eres todo un Doctor Amor ¿por qué no tienes novia? - me burlé.

- Porque no quiero - y me sacó la lengua.

Tras reír unos minutos, informé:

- Por cierto, a las siete quedé con una compañera, en el centro comercial nuevo.

- ¿Amiga? ¿En serio?

- Beatrice. No sé si llamarla amiga todavía.

- De acuerdo.

Llegamos a casa y me fui a preparar, faltaba media hora para irme.

Me quité el chándal, me duché rápidamente y me puse una camiseta negra interior térmica, hacía demasiado frío.

Por encima me puse una sudadera de chico blanca, con el logo de Adidas, y por último unos pantalones de tiro alto negros, con un corte en cada rodilla con unas deportivas blancas.

Cogí dinero de la billetera de Caleb, y luego le pedí que me llevase.

Llegamos rápidamente, y me despedí de él con un beso en la mejilla. Había cogido mucha confianza con él demasiado rápido, pero me inspiraba seguridad, sentía que no me abandonaría.

Tenía mi precioso móvil en el bolsillo, y como no veía a Beatrice, lo saqué, y me puse a descargar WhatsApp, Instagram, y todas esas mierdas que necesito, aunque no fueron muchas, aquello era demasiado móvil para mí.

- ¡Eli! - levanté la vista del móvil al oír mi nombre, y lo que vi me dejó anonadada.

Era Beatrice, aunque tuve mis dudas al principio. Parecía otra Beatrice. No iba con su escote, y tampoco con su minifalda.

Iba con un jersey de lana gris y holgado, un pantalón negro ceñido parecido al mío, y unas botas negras con tacón ancho.

No puede ser, ¿dónde está la chica con la que quedé? Aún tenía sus mechas rosas bebé, pero casi parecían de otro tono, con ese cambio de look.

Cuando estaba a mi lado, yo seguía igual de impresionada, logré decir:

- ¿Qué...? No entiendo...

- Ah... - dijo ella, avergonzada - ¿te molesta que vaya así?

- Claro que no, pero... Es extraño.

- Es que mucha gente piensa que soy una puta de instituto, y no es así, veo que tú lo has pensado.

- ¡No! - vamos Eli, comienza a mentir - solo que es chocante, nunca había quedado con ninguna chica, estoy nerviosa.

- Oh, pobrecita, ¿y eso por qué?

- Estuve en un orfanato hasta hace poco - suspiré - me adoptaron hace un día.

- ¡Ay! - me abrazó - no te preocupes, quedar es genial.

..........................

- ¿Entonces tienes una hermana? - pregunté asombrada, mientras le daba un trago al chocolate caliente.

- Sí, se llama Lily. Ella sí es una puta de instituto.

- ¿En serio? ¿Sois la gemela buena y la malvada? - reí.

- Bueno, algo así - rio ella - ¿a dónde vamos ahora?

- ¿Quieres mirar algo de ropa? - propuse, sintiendo cómo mis mejillas enrojecían, nunca se me ha dado bien admitir que visto como un mendigo - yo sí. Y me gusta cómo vistes, tal vez me puedas ayudar.

- ¡Dios sí! - saltó ella de alegría - ¡me encanta la ropa! ¡Claro que te ayudo! ¿Trajiste dinero? No pasa nada, yo sí, puedo comprarte algo.

........................

- ¡Te odio Beatrice! - grité muerta de vergüenza, y echando a correr, enfadadísima, escuchando unas risas de puta.

Aquella falsa de Beatrice... Ahora esa foto la tenían todos en el instituto, quería morirme, que me tragara la tierra, si Njord veía esa foto...

¡Deja de pensar en Njord en este momento Eli! Qué más da si te ve así... Todo el mundo lo hará, si él no recibe la foto se la enseñarán...

Tenía ganas de llorar hasta que la gente se olvidara de mí, me senté en una esquina de la entrada, y no paré de llorar durante media hora.

Entonces una voz desconocida y femenina me dijo:

- ¿Estás bien?

Mis dos idiotas compañeros © 2015-2016 | Inazuma ElevenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora