Capítulo 24. Al fin y al cabo, somos hermanos [EDITADO]

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Claire y Jace Trevor

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(Narra Claire)

Toda una semana encerrada. Sin siquiera ver a Helen, que vivía conmigo. No quería más contacto con la gente. ¿Y si morían? Mi madre había muerto, mi hermano pequeño también, Caleb también. ¿Quién más? ¿Claude, Jordan? 

Aquella sensación de culpabilidad tan horripilante me carcomía y alimentaba de forma estrepitosa mi miedo, que se esparcía por todo mi organismo. 

Tan solo una frase se repetía en mi cabeza, como si de repente todo lo demás se hubiera esfumado: 

"Podría haberlo evitado"

La puerta del balcón estaba cerrada. Jordan ni siquiera intentaba entrar por ahí. La puerta de la habitación también lo estaba. Yo me encontraba en el suelo, siempre, pegada al cristal de la puerta del balcón. 

No comía, no dormía. Tenía unas profundas ojeras. Si dormía un poco ni yo ni mi rostro lo notaban. Tan solo lloraba y observaba el cielo, tan perfecto, tan inmenso. Murmuraba aquella simple frase cada muy poco tiempo, tal vez combinada con el nombre de mi idiota.    

No pude jugar contra el Unicorn, y tampoco contra el Orfeo. Me hubiera gustado jugar contra Erik Eagle, Bobby Shearer y Paolo Bianchi, pero no podía. 

Ya no me importaba mi carrera, el prestigio de las mujeres, nada. No podía con eso. Tan solo era un inocente mundial, ¿por qué estaba sufriendo tanto? 

No era tan fuerte como creía. Siempre he intentado crearme una imagen de chica despreocupada y revolucionaria, pero soy una niña tonta, como todas. Soy una niña tonta que no puede soportar la presión de nada. 

Una noche algo cambió. Quise levantarme, y tomé con cautela el pomo de la puerta. No estaba segura. 

Lo abrí con lentitud, y con parsimonia bajé las escaleras. Al ver el recibidor mi cuerpo se heló. Mi respiración se irreguló, no sabía porqué tenía tanto miedo. ¡Solo era una puta puerta!  

Helen estaba en la cocina, bebía una taza de café. Estaba sentada en una silla con los codos apoyados en la mesa, cabizbaja.

Se giró para mirarme. Su rostro retrataba toda su sorpresa sin necesidad de palabras.  

Ambas nos sostuvimos la una a la otra la mirada, ella se levantó lentamente, sin hacer ruido, bajo mis atentos ojos. 

- Claire... - musitó, comenzando a llorar, y corriendo hasta mí. 

Me abrazó con fuerza, repitiendo una y otra vez mi nombre. Yo también empecé a llorar. 

- ¿Qué tal estás? - susurró. 

- Bien no. Pero... No sé, simplemente quería salir de la habitación. 

Asintió con la cabeza, sin dejar de abrazarme, la verdad lo necesitaba. 

- Lo importante es que no estás tan mal como al principio. 

- C-Caleb... - murmuré al borde del llanto. 

- No, Claire - me cogió el mentón. Una lágrima resbalaba por su mejilla - no puedes lamentarte siempre. Hoy es la final. Estamos en la final. Jugaremos contra los Little Giants. Si no quieres no juegues, Travis lo entenderá. Han echado a Sally del equipo. Tienes que pasar página, una semana encerrada es mucho tiempo - hizo una pausa - te haré algo de comer y dormirás. 

- ¿La final? - sonreí levemente, intentando hacerle caso a Helen. 

- Sí - sonrió ella también - soy la segunda máxima goleadora, por el momento, y de los favoritos del público. Toda la selección rusa ha venido a verme jugar contra el Orfeo y el Unicorn. Dimitri está muy orgulloso de mí. 

Mis dos idiotas compañeros © 2015-2016 | Inazuma ElevenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora