-Capítulo 14-

605 21 0
                                    

-Narra Sofia-

Mateo miró la pantalla y atendió rápidamente.

Mateo: ¿Cómo está Camilo? –preguntó. Muchas personas exclamaron "shh" y él solo gruñó por lo bajo- ¿Cómo que no mejora? -susurró él, pero pude escucharlo- Si, yo estoy bien -dijo luego- ¿Dónde están? -preguntó al instante y lo miré raro, solo que él no me miraba- pásame las coordenadas -dijo y lo miré aun más raro-

¿Acaso esto se trataba de una película de ciencia ficción? ¿Acaso es broma que pida las "coordenadas"? ni que fuese un detective, policía o algo así

Mateo: Bien, voy en camino -dijo en fin y se paró del asiento-

Sofia: ¿Disculpa? -pregunté y él me miró, sus ojos mostraban preocupación-

Mateo: Tengo que irme, lo siento -dijo y bajó las escaleras. Me paré impulsivamente y fui tras él. Con los pochoclos y todo-

Cuando abrí la puerta de salida de la sala lo vi a él casi corriendo.

Sofia: ¡Mateo! ¡Espera! -grité y él giró. Mientras yo corría hacia él, él caminaba hacia mí-

Mateo: ¿Qué quieres? -preguntó enfadado-

Sofia: ¿Cómo que quiero? ¿Cómo puedes dejarme así como si nada? -pregunté enojada-

Mateo: Lo siento, debo irme, es urgente -dijo y dio media vuelta. Por acto de instinto, tomé su brazo izquierdo y él lanzó un grito de dolor, acto posterior, se tomó el brazo- ¿No entiendes? -dijo algo conmocionado por su dolor en el brazo- Debo irme, es urgente –dijo-

Sofia: Aunque sea, haz un acto de caballero y llévame a casa –dije-

Mateo: No puedo, ¿no entiendes? No puedo, es urgente -dijo ya harto-

Sofia: Pues, deja que valla contigo entonces -dije cruzándome de brazos. Me miró con duda unos segundos y bufó. Creo que gané-

Mateo: Bien, lo haré, pero promete que harás todo lo que diga –dijo- ¿lo prometes?

Sofia: ¿Qué hay sino? -pregunté desafiante-

Mateo: Te quedarás aquí -dijo él-

Sofia: Bien, llamaré a Manu para que venga a buscarme -dije victoriosa-

Mateo: Eres una maldita manipuladora -me acusó-

Me miró enfadado. Tomó mi brazo y nos dirigimos a la salida. Reí victoriosa. No hay nada mejor que ocasionarles celos a los hombres. Nada mejor.

Subimos al auto y el viaje fue en silencio. Llegamos a una especie de campamento en las afueras de la ciudad. Había casas y unos chicos fuera de una de esas casas. Antes de bajar, Mateo me habló.

Mateo: Te quedarás aquí –ordenó-

Sofia: No, iré contigo -dije cruzándome de brazos-

Mateo: No seas caprichosa, te quedarás aquí

Sofia: Como quieras -dije. Salió y le puso seguro al auto. Cualquier intento de salir era en vano-

Me hizo una cara burlona y luego se reunió con unos chicos, a pocos metros del auto. Vi a Mateo realmente preocupado, creo que era por ese tal Camilo.

Observaba como hablaban hasta que todos dirigieron la mirada hacia un punto a su costado. Miré al igual que ellos y eran una banda de chicos, de nuestra misma edad, aproximadamente.

Todos los chicos que acompañaban a Mateo, giraron a esa dirección. Pude divisar que aquellos chicos, enfrentados a los, supongo amigos de Mateo, tenían armas. Entonces comencé a gritar, tan fuerte como pude para llamar la atención de Mateo y avisarle que esos hombres tenían armas. Cuando él giró a verme le hice señas con las manos para que se diera cuenta de que estaban armados. Al entender mis señas, corrió hacia mí. Se subió al auto y prendió marcha.

Sofia: ¡Hay que ayudarlos Mateo! –exclamé. Comenzaron a escucharse disparos y mi corazón latía a mil-

Mateo: ¡Agáchate! -exclamó con furia. No hablé más e hice lo que él me ordenó-

Estaba asustada, no sabía que podía pasar. No sabía que eran capaces esos tipos. Lágrimas empezaron a salir de mis ojos.

Frenó el auto y corriendo rodeó el auto. Yo seguía agachada con las manos en mis oídos y los ojos cerrados.

Él me tomó de un brazo un poco brutal y me llevó hasta una habitación. Yo no abría los ojos, estaba asustada, sentía punzadas en el pecho y miedo, mucho miedo. Las lágrimas no cesaban.

Mateo: ¡Escúchame! -exclamó sosteniéndome por ambos hombros. No le prestaba mucha atención, estaba ida por lo que acababa de vivir- ¡Maldita sea, Sofia, reacciona! -exclamó con furia y me sacudió un poco-

Reaccioné un poco y lo único que hice, por impulso, fue abrazarlo. Necesitaba que unos brazos me protejan. Necesitaba sentirme segura y convencida de que todo iba a estar bien. Necesitaba cesar mis lágrimas. Mateo, tímidamente correspondió mi abrazo y acarició mi cabello cuidadosamente. Sentí como al principio, sus músculos se tensaban y luego, se relajaban. Cerré mis ojos y lo apreté más contra mí. Mi cabeza seguía apoyada en su pecho. Y uno sus brazos, reposaban sobre mi espalda, mientras el otro acariciaba mi cabeza. Se separó de mí. Me miró y limpió un poco mis ojos.

Mateo: Tengo que irme –sentenció-

Sofia: No puedes dejarme aquí -dije luego de sollozar- iré contigo

Mateo: Ya fue demasiado haberte llevado, te quedarás aquí y esta vez, me obedecerás -dijo él, serio-

Sofia: ¿Dónde estamos? -pregunté mirando el lugar-

Mateo: Es mi apartamento -dijo él- aquí te quedarás. Yo iré a ayudar a mi grupo -dijo y volteó para irse por la puerta-

Sofia: ¡No! -exclamé y él giro- No te vayas... -dije casi en susurro- te necesito, tengo miedo -Sus ojos mostraban comprensión, pero al mismo tiempo; furia-

Mateo: Aquí estarás bien -dijo él- ve a dormir un rato

Sofia: No te vayas, ¿y si te pasa algo? -dije y luego sollocé una vez más, mientras miles de lágrimas corrían por mis mejillas-

Mateo: Yo estaré bien –dijo- ahora debo irme -intentó irse otra vez. Corrí hacia él y otra vez lo frené-

Sofia: Voy contigo -dije segura-

Mateo: No -sentenció el, cortante- es peligroso, te quedas

Sofia: ¿Y no lo es para ti? -pregunté y luego sollocé otra vez-

Mateo: No, no lo es -dijo y habló ya con fastidio-

Sofia: No dejaré que vayas -dije llorando-

Mateo: No me hagas tomar medidas, Sofia -dijo serio-

Sofia: No irás –sentencié-

El suspiró y de su chaqueta sacó un pequeño pañuelo. Sabía que ese pañuelo tenía un líquido que me desmayaría. Luché contra sus brazos pero fue en vano, me ganó sin mucho esfuerzo. "Estarás bien, Sofia" fue lo último que escuché y me desvanecí.

Kriptonita -Mateo Palacios y Sofia Pevensie (1ra temporada)- FanfictionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora