Sofia: Le mentí porque mi hermano sabe sobre lo que pasó entre nosotros y... sería incómodo que te sientes con el... ¿no crees?
Mateo: Como quieras -dijo y me decidí a irme pero él me frenó- Escucha, acerca de lo que te dije la otra vez, sobre que para mí fue una noche más... Sofia, yo...
Sofia: Lo sé –interrumpí-
Mateo: Debía decirlo, si ellos creen que eres importante querrán secuestrarte -dijo bajito-
Sofia: Lo sé -reiteré y él asintió-
Me iba a ir pero él volvió a frenarme, pero no hizo que girara y lo mirara a los ojos. Me abrazó por detrás.
Mateo: Juro que fue la mejor noche de mi vida -susurró a mi oído-
Me estremecí al escuchar su voz que me hizo acordar mucho a como sus manos tocaban mi piel, a como susurraba palabras a las cuales ni atención les presté. Me di vuelta y lo miré.
Sofia: También la mía, Mateo -sonreí y él también lo hizo-
Amo su sonrisa, como sus ojos se achinan, es tan hermoso. Me acerqué y rosé mis labios con los suyos. Besé lentamente sus labios pero fue algo más tierno que intenso. Nuestras bocas no se abrieron demasiado y fue algo corto.
Sofia: ¿Crees que puedas venir a casa esta noche? Necesito hablarte sobre algo... -dije-
Mateo: Claro -dijo y me abrazó-
Sofia: Eres tierno cuando quieres -le susurré al oído-
Se separó de mí y besó mi mejilla, acto seguido, salió del baño y yo hice lo mismo.
Me dirigí a mi hermano y continué con la cena. Percibía las miradas de Mateo, quien no salió del restaurante hasta que yo lo hiciera.
Llegué a mi cuarto luego de despedirme de Joaquin y Cata y me dediqué a lavarme los dientes, ir al baño, cambiarme y hacerme una trenza en el pelo para dormir. Aún así, esperaba la llegada de Mateo. Pero noté otro papel sobre la mesa y lo tomé.
"No te conviene hablar de esto..." -decía refiriéndose al papel- "... ni de esto" -y se dibujaba una flecha que apuntaba a mi pansa- "Atentamente; X"
Sin pensarlo coloqué otra vez, una mano en mi vientre. ¿Y si es verdad? ¿Qué tal si estoy embarazada? ¿Qué hago? ¿Y quién diablos es este tal X?
Sentí unos ruidos y me sobresalté, pero me relajé al ver aparecer a Mateo
Mateo: ¿Querías hablar conmigo?
Sofia: Uhm... -tartamudeé al recordar el papel- no, solo era una excusa para que durmieras conmigo hoy –el no articulo palabra-
Cerró la ventana por la que había entrado y le puso seguro. Se acercó y se sentó en mi cama, apoyándose contra el respaldo de la misma. Yo apoyé mi cabeza contra su pecho y comencé a pensar.
Mateo me había dicho que estos tipos son capaces de lastimar a cualquiera cerca de él. Él al principio trataba de no acercarse pero ahora, simplemente, no puede no hacerlo. Eso, mas las notas que me deja este tal X... Creo que no hay vuelta atrás, vendrán por mí en cualquier momento. Pero no temo por mi vida, temo más por la posibilidad de que esté embarazada y que ese bebe no pueda nacer. Temo mas por lo que Mateo pueda llegar a hacer para intentar salvarme. Temo que si me secuestran, esté el suficiente tiempo secuestrada como para que el bebe naciera durante ese secuestro y tenga bajas probabilidades de sobrevivir. Pero no puedo decírselo a Mateo. No sé de qué es capaz este tal X y no me gustaría averiguarlo.
Un ruido molesto me despertó. Ni más ni menos, el horrible despertador. Mateo ya no estaba y hoy debería ir a la universidad como es normal. Cepillé mi cabello, mis dientes, me maquillé y me vestí.
Desayuné con Joaquin y me llevó hasta la universidad. No divisé a Nacho, Manu o a alguien en la cafetería, así que me dirigí al salón. Al entrar percibí cuatro miradas. Julieta, Nahco, Manu y... Mateo.
Manu estaba hablando con Nacho y Julieta, pero al verme entrar se sentó en un banco, solo.
Sofia: Hola chicos -dije cuando pasé por al lado de Nacho y Juli, pero ninguno contestó. Me pareció raro pero seguí y llegué hasta Manu- Hola Manu -dije sonriente. Él no contestó, su rostro era totalmente serio. Mateo miraba la situación- ¿Puedo sentarme aquí?
Manu: Claro -dijo seco y se levantó bruscamente yendo a otro asiento alejado de donde estaba antes-
Todos están raros hoy. No sé qué sucede, pero lo hablaría en el receso. La clase comenzó y crucé miradas con Manu y Mateo, constantemente.
El receso llegó y tardé un poco en acomodar mis cosas e ir hasta la cafetería.
Divisé a Nacho, Julieta y Manu sentados en la cafetería. Fui y me serví algo y para mi sorpresa, Manu también había ido a buscar algo para comer.
Sofia: Hola -le dije sonriente-
Manu: Hola -dijo cortante-
Sofia: ¿Sucede algo? -pregunté curiosa-
Manu: No -dijo seco y volvió con Nacho-
Me quedé anonada por su reacción, pero no me senté junto a ellos, algo estaba mal y preferí no molestar. Luego hablaré con ellos.
Me senté a almorzar sola. Así pasó todo el día. Llamé por teléfono a Joaquin y le dije que no iría a casa. Fui a casa de Manu y toqué timbre. Necesitaba hablar con él, pero para mi sorpresa, Nacho atendió.
Nacho: ¿Qué quieres?
Sofia: Hablar -dije con voz dulce-
Nacho: Pues, habla
Sofia: Hace un poco de frío aquí afuera ¿no crees? -lo miré con ojitos tiernos-
Manu: Deja que pase –dijo-
Nacho abrió la puerta y pasé a la cálida casa de Manu. Lo vi aparecer con un sweater algo navideño y sonreí por ello. Se veía tierno.
Manu: ¿Quieres un chocolate caliente o algo?
Sofia: Te lo agradecería, Manu -le dije en un tono dulce y él se quedó unos segundos paralizado, mirándome. Sonreí-
Manu: Bien -dijo casi en susurro y se dirigió a la cocina. Nacho se sentó en un sillón-
Sofia: ¿Qué pasa Nacho, por qué no me hablas? -pregunté triste-
Nacho: ¿No es suficiente lo que pasó con Palacios?
Sofia: No pensé, lo sé, pero no puedes culparme por ello.
Nacho: Te culpo porque mi primo te adora, pero ni en eso pensaste, lo siento Sofia, pero no pude no contárselo.
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Kriptonita -Mateo Palacios y Sofia Pevensie (1ra temporada)- Fanfiction
FanficEn donde Mateo tes constantemente perseguido por alguien, el tendra que decicir entre salvar la vida de ella o su propia vida...