-Capítulo Final-

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Mateo: ¿Cómo te sientes? -preguntó-

Sofia: Algo débil, ¿tu pierna te duele?

Mateo: Ya no -sonrió- ¿Y Nathan?

Sofia: Aún no lo traen -dije débil- no sé qué pasa, ayer por la noche nació y aún no sé de él.

Mateo: Quizá lo pusieron en otra sala para que tú descanses.

Sofia: necesita leche materna, Mateo

Mateo: Ahora llamo a una enfermera y le preguntas ¿quieres? -preguntó y asentí- Sofia... -dijo luego de un silencio- Manuel está presionándome para que me entregue. Dice que si no lo hago ahora... él lo hará.

Sofia: ¿Ahora? –pregunté- ¿te refieres a...?

Mateo: Me está esperando abajo -concluyó mi frase-

Sofia: No te vayas ahora, te necesito -le rogué-

Mateo: Lo sé, mi amor, y yo a ti, pero si no lo hago las cosas se pondrán peor

Sofia: Mateo... no -dije con ojos cristalizados-

Mateo: Te amo -me dijo y besó mis labios-

Movió su boca al compás de la mía. Su sabor es algo maravilloso y sus besos, la octava maravilla del mundo. Sus besos son algo totalmente tierno

Mateo: Siempre que necesites algo, o quieras hablar con alguien, sabrás donde encontrarme

Sofia: Si, en la cárcel -dije incrédula, pero con tristeza-

Mateo: Aún así, siempre estaré para ti y mi departamento... lo puse a tu nombre, podrás hacer lo que quieras con él, quizá alquilarlo, eso te hará ganar dinero... -dijo él, como si estuviese nervioso- Y mi auto, véndelo o consérvalo también, haz lo que necesites

Sofia: No te vayas -dije con ojos llorosos-

Mateo: No hagas esto más difícil, por favor

Sofia: No te vayas -repetí llorando. El me miró con tristeza-

Mateo: ¿Prometes que me visitarás? -preguntó con lágrimas aun sin salir en sus ojos-

Asentí con tristeza. Mateo se acercó y besó mis labios. Luego de ese hermoso beso, él se puso de pie y caminó hasta la puerta.

Sofia: ¿Te irás sin ver a tu hijo? -pregunté con un hilo de voz entre sollozos-

Mateo: Sé que si lo veo por primera vez, jamás podré irme -dijo con un tono triste-

Salió por la puerta y sabía que no duraría sin él. Saqué todas las cosas que tenía conectadas al cuerpo y me dispuse a salir, con mis pocas fuerzas de ese lugar. Caminé por el hospital sin importar lo que las enfermeras o guardias me dijeran. Era oídos sordos para ellos. Llegué a la calle y mucha gente intentó ayudarme, pero yo los esquivé. Vagué por la calle casi una hora hasta que vi un auto en frente de un tribunal y caminé hasta él. Estaba mareada y no sabía donde rayos estaba. Pero este es el único juzgado de la zona, Mateo debe estar por aquí, así que entré. Pude divisar a Mateo. Él me miró y se escandalizó un poco. Corrió hacia mí.

Jueza: ¡Siéntese, Palacios! -exclamó la jueza. Mateo no le dio importancia a aquello-

Mateo: Sofia ¿qué haces aquí? Deberías estar en el hospital -dijo en tono de regaño-

Sofia: No te entregues -El me tenía de los brazos y yo estaba agarrada a los suyos. No podía seguir en pie- No sigan con esto -exclamé-

Manu: Sofia -dijo Manu acercándose a mí-

Kriptonita -Mateo Palacios y Sofia Pevensie (1ra temporada)- FanfictionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora