-Narra Sofia-
Me levanté por un ruido en la puerta.
Joaquin: ¿Sofia? -preguntó- ¿puedo pasar?
Sofia: Si -dije con voz ronca. La puerta se abrió y mi hermano entró-
Joaquin: Hola pequeña -dijo él y se sentó en la cama- ¿cómo estás?
Sofia: Mal -dije y él se sorprendió, acarició mi cabello-
Joaquin: ¿Qué sucede? –preguntó-
Sofia: Un chico, eso sucede –confesé-
Joaquin: ¿Y qué hay con eso? ¿Qué pasó? -preguntó preocupado-
Sofia: ¿Recuerdas que anoche salí con un chico?
Joaquin: Si.
Sofia: Pues, sabes, no iba a ser una niña por siempre -confesé y él me miró muy sorprendido-
Joaquin: ¿Te refieres a que...? -preguntó y asentí con la cabeza- oh no, Sofia, ¿lo hiciste?
Sofia: Lo siento -dije avergonzada-
Joaquin: Está bien, oye, saltearé todas las preguntas del típico hermano celoso y solo te preguntaré una cosa -dijo él- ¿te cuidaste?
Abrí los ojos como platos. ¿Me cuidé? No lo recuerdo. Nos dejamos llevar tanto en el momento que, ¿no nos cuidamos? Dios santo, como pude haber sido tan idiota. ¿Qué le diré a mi hermano? No puedo mentirle. Joaquin me miró con preocupación.
Sofia: No... no lo recuerdo -dije. Él abrió los ojos como dos pelotas-
Joaquin: ¿¡Como que no lo recuerdas, Sofia!? -preguntó furioso mientras daba un salto de mi cama-
Sofia: Tranquilízate -intenté calmarlo-
Joaquin: ¡No puedo calmarme! ¿¡Que no recuerdas lo que le sucedió a mama, Sofia!? ¡Su anemia se agravó luego de que me diera luz a mí y tú terminaste de matarla! ¡Tú sabes que tienes la misma estúpida enfermedad! ¿¡Quieres terminar igual!? –gritó-
No pude retener las lágrimas. "Su anemia se agravó luego de que me diera luz a mí y tú terminaste de matarla" siempre me sentí culpable, pero mi hermano siempre me había dicho que no era mi culpa, ahora más que nunca me doy cuenta de que gracias a mi, él no es feliz. Gracias a mí, él no tiene madre. Yo maté a mama, él tiene razón, fui una estúpida, sabía que tenía la misma enfermedad. Bajé la mirada. Soy un fracaso y una idiota. Mi hermano siempre cuidó de mí, aunque por dentro, debería odiarme por lo que le pasó a mamá. Él cuidó de mí y así se lo pago, siendo una inútil niña inmadura. No se escuchó ningún otro grito de su parte, solo mi llanto. Joaquin se sentó en mi cama. Suspiró.
Joaquin: Escucha, lo siento, no quise decir eso -dijo acariciando mi cabello. Yo le daba la espalda, acostada, mientras lloraba-
Sofia: Tienes razón –sollocé-
Joaquin: No, no la tengo, no me escuches cuando me enojo –dijo-
Sofia: Aún así, tienes razón -Bajé la mirada, otra vez-
-------------------------
Salí del baño
Joaquin: ¿Pudiste hacerlo? –preguntó-
Sofia: Si, ahora solo queda esperar -contesté. Él suspiró-
Joaquin: Escucha, lamento haberte gritado -dijo y lo miré-
Sofia: No, oye, me lo merecía –dije- me lo merezco.
Joaquin: Claro que no -dijo él-
Sofia: Si, hermano, fui una idiota
Joaquin: Yo debería apoyarte.
Sofia: Y lo haces -Me miró fijo. Vi en sus ojos un vacío-
Joaquin: No es que me preocupe que dejes de ser niña, Sofi, me preocupan otras cosas -miró mi pansa-
Sofia: No quieres que me pase lo que le paso a mama, ¿cierto? -Me miró con cierta tristeza-
Joaquin: Obviamente no quiero que te suceda, eres mi hermanita.
Sofia: Ya, Joaquin, apuesto a que me odias por lo que pasó con mamá y lo que pasa ahora solo lo empeora -Junté mis rodillas y oculté mi rostro entre ellas. Joaquin se acercó a mí-
Joaquin: Escucha, al principio si te odiaba -dijo él, yo no me moví, pero lo escuchaba con claridad- creía que tu habías tenido la culpa de lo que le sucedió a mamá.
Sofia: Y era cierto –acoté-
Joaquin: No, Sofia, no era cierto, es solo que estaba enojado, sentía un vacío muy dentro y era aun pequeño, tu no tuviste la culpa- Sollocé y mis lágrimas cayeron- Papá te quería pero digamos que ninguno te prestaba la atención suficiente, por las noches te escuchaba llorar y me levantaba, te miraba llorar pero no hacía nada, te odiaba -Lo miré con vergüenza y tristeza- Pero con el paso del tiempo entendí que no fue culpa tuya, y de que quiera o no, eres mi hermana menor y mi responsabilidad.
Sofia: ¿Por qué no me dejaste en el orfanato?
Joaquin: Bueno, como sabes, luego de que papá falleció nos pusieron en un orfanato a ambos, yo ya era grande y nadie me querría, generalmente, buscan a los más pequeños -dio un respiro y continuó- cuando alcancé la edad de los diez y ocho, ya te había tomado cariño y sentía que eras mi responsabilidad, por eso te adopté legalmente y ahora serías como mi hija, pero en realidad siempre fuiste, eres y serás mi hermanita menor.
Lo miré con ojos llorosos. Mi hermano es el mejor hombre que haya pisado la Tierra. Debo agradecerle tanto. O todo. Él me cuidó siempre. Él arruinaba el momento de cada persona que quería adoptarme solo porque quería quedarse conmigo. Siempre me protegió y yo... ¿se lo devuelvo así?
Sofia: Joaquin -lo llamé y me miró- gracias por todo -Mi hermano sonrió y me abrazó-
Joaquin: De nada pequeña –dijo. Estuve así un rato, abrazada a mi hermano, luego él se separó un poco- Ya debe estar -dijo él, mirando el test que estaba sobre la mesa-
Sofia: Tengo miedo –confesé-
Joaquin: No, tranquila, todo estará bien, en serio -Joaquin se acercó al test y lo sostuvo en sus manos-
Sofia: Míralo tú –dije-
Mi hermano asintió. Abrió el pequeño tubito y lo miró fijamente. Cerró los ojos y respiró profundo.
Sofia: ¿y? –pregunté-
Me temblaban las piernas. Él me miró y sentí que el mundo se me caería encima...
ESTÁS LEYENDO
Kriptonita -Mateo Palacios y Sofia Pevensie (1ra temporada)- Fanfiction
Fiksi PenggemarEn donde Mateo tes constantemente perseguido por alguien, el tendra que decicir entre salvar la vida de ella o su propia vida...