-Capítulo 6-

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-Narra Sofia-

Sofia: ¿Qué haces aquí? -pregunté-

Mateo: ¿Qué hacías en lo de Spallatti? -preguntó-

Sofia: Contesta mi pregunta, Palacios -exigí-

Mateo: Te esperaba, ahora tu contesta la mía, Pevensié -exigió-

Sofia: Estaba haciendo un trabajo -contesté-

Mateo: ¿Qué tipo de trabajo? -preguntó-

Sofia: El de Biología -contesté en tono burlón-

Mateo: Eres muy cercana a él -dijo el castaño-

Sofia: Y, claro, es mi mejor amigo -dije otra vez, burlándolo. Me miró con desconfianza- ¿Por qué me esperabas? -pregunté-

Mateo: Tengo que hablar contigo

Sofia: Pues bien, habla -exigí-

Mateo: ¿Qué se te cruzó por la cabeza cuando pasaste en frente mío y del aquel hombre? -pregunto en forma de regaño-

Sofia: ¿Eras tú? Oh, ni me había dado cuenta -dije sarcástica-

Mateo: Responde -exigió cortante-

Sofia: Nada, solo tenía que ir a la casa de mi mejor amigo -contesté-

Mateo: Pues no vuelvas a acercarte a ese hombre -me regañó-

Sofia: Oye, espera un momento, ¿Crees que me acercaré a un hombre que ronda los cuarenta años? ¿Crees que soy una perra o algo así? -pregunté ofendida-

Mateo: No pienso nada, solo no te acerques, es todo -aclaró-

Sofia: ¿Y por qué? -pregunté cruzándome de brazos-

Mateo: Porque es peligroso, ya te lo dije -contestó-

Sofia: ¿Y tu cómo sabes? -pregunté-

Mateo: Lo sé, y ya -respondió luego de unos segundos-

Sofia: ¿Tanto te preocupo? –reí-

Mateo: ¿Y quién te dijo que me preocupas? –preguntó-

Sofia: Entonces por qué viniste a "cuidarme" ayer a la noche, dime -sonreí victoriosa. Se hiso un silencio mortal entre nosotros-

Mateo: ¿Sabes qué? Tienes razón, pierdo el tiempo contigo, adiós -dijo y se dirigió a la ventana-

Sofia: ¿Ahora te ofenderás? -pregunté incrédula –

Mateo: No, tampoco perdería el tiempo en ello -dijo y salió por la ventana, trepando el árbol-

Es cierto que este chico es raro, muy raro. Pero hay algo en él que me hace volver, que me hace pensar en que debe esconder algo, quizá un pasado oscuro. Es un chico tan lindo, no entiendo por qué no tiene novia o miles de pretendientes. O quizá las tenga... no lo sé. Prendí mi computadora y chateé con Juli y Nacho. Mi hermano me llamo para cenar, cenamos y la conversación se condujo hacía Catalina y él. Cuando terminamos, lavé los platos, subí y me puse mi pijama. Me acosté en la cama, cerré los ojos y dormí.

El despertador comenzó a sonar y maldije por ello. Bajé a desayunar y Joaquin no estaba, pero había una notita en la cocina que decía que tuvo que irse antes. Tomé el desayuno, subí, me duché, cepillé mis dientes y mi cabello, me maquillé y me cambié, hoy estaba nevando en La Boca (déjenme soñar un poco), así que me abrigué bien y bajé. Maldije al darme cuenta que Joaquin no me llevaría a la universidad y que tendría que ir yo sola, caminando, con este frío. Opté mejor por llamar a un taxi, el que me dejó en la universidad, le pagué lo correspondiente y entré.

Divisé a Nacho sentado con un chico, me acerqué a ellos.

Sofia: Hola keko (su apodo) -sonreí-

Nacho: ¡Sofi! -Exclamó-

Sofia: ¿Cómo estás?

Nacho: Bien, ¿y tú? -preguntó-

Sofia: Bien -sonreí y miré al chico que también me sonreía-

Nacho: Él es Manu –dijo- Manu, ella es Sofi de la que tanto te he estado hablado

Manu: Es un placer -dijo y se paró de su silla para besar mi mejilla-

Sofia: Encantada, Manu -sonreí y el también lo hiso-

Nacho: Oigan, se nos hace tarde para ir a clase -dijo levantándose junto a nosotros-

Caminamos hasta el salón, Manu me contó que se mudó a La Boca, y que obviamente, estudiará en esta universidad. Entré al salón y esta vez, Mateo no miraba la ventana, sino que miraba adelante, en un punto fijo, perdido en el pizarrón, pero cuando entré el me miró profundamente.

Manu: ¿Puedo sentarme contigo? -preguntó-

Sofia: Claro -sonreí y el castaño se sentó conmigo. La profesora llamó a Manu para que pasara adelante para presentarse-

Profesora: Tenemos un nuevo estudiante –dijo- El es Manuel Vainstein -Las chicas empezaron a murmurar-

Sally: Hola Manu -dijo la más perra del salón, guiñándole un ojo. La miré mal-

Profesora: Bien Manu, puedes tomar asiento -dijo la profesora y Manu se volvió a sentar a mi lado-

La clase paso lenta, imaginen, estábamos en Historia. El bendito timbre sonó y Nacho, Manu y yo fuimos al recreo. Fuimos a la cafetería y nos sentamos allí.

Sofia: Manu, cuéntame más de ti -sonreí –

Manu: Pues, no lo sé, tengo dos mejores amigos en mi antiguo barrio, llamados Valentin y Dani, los extraño mucho, fue difícil dejarlos -dijo con un tono nostálgico-

Sofia: Lo imagino -dije y le regalé una sonrisa comprensiva-

Manu: También tengo una hermana, Berenice -dijo cambiando el rostro-

Sofia: ¿Así? -pregunté sorprendida-

Manu: Si, te la presentaré cuando venga, por temas del colegio no pudo venir ahora -dijo sonriente-

Sofia: Genial –sonreí-

El recreo terminó y fuimos a la clase de Biología, se pasó bastante rápida, pero sentía una mirada encima. Como en historia, Nacho y Manu se sentaron a mi lado

Cuando terminó el día escolar me fui afuera, esperaba que Joaquin viniera por mí, cuando divisé a Mateo hablando con esos chicos, chicos raros, locos. Cuando esos chicos arrancaron la motocicleta y se alejaron, Mateo comenzó a caminar en mi dirección. Mi celular vibró. Era un mensaje de mi hermano.

"¿Podrás volver a casa caminando o conseguir a alguien que te lleve? Estoy con problemas en la oficina, luego te cuento, te quiero" decía el mensaje.

"Veré que hago, te llamo cuando esté en casa, te quiero" fue mi respuesta

Kriptonita -Mateo Palacios y Sofia Pevensie (1ra temporada)- FanfictionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora