𝓝𝓾𝓮𝓿𝓮 𝓶𝓮𝓼𝓮𝓼･*:.˛ ˚𝗦𝗠

𝓥𝓮𝓲𝓷𝓽𝓲𝓽𝓻𝓮𝓼

Días después

Estaba recostada en el sofá viendo una película con Shawn a un lado mío mientras acariciaba mi cabello. Era un momento tranquilo.

—Ya nos hacían falta momentos como estos—comenté.

—Desde luego—asintió—Andrew se lució—yo le di la razón.

—¿Estás trabajando ahora?—pregunté curiosa.

—Si, estoy escribiendo una nueva canción junto con Camila—me explicó.

—¡Wow!—alcé mis cejas—Mila es una gran chica—reconocí.

—Si, lo sé—asintió—¿estás celosa?—preguntó frunciendo el ceño.

¿Estoy celosa?. No lo creo. Camila y yo siempre nos hemos llevado de maravilla las pocas veces que nos vemos. Diría que somos buenas amigas.

—Para nada—negué en seguida.

—Bien—sonrió—te amo—me dió un beso en los labios.

—Yo más—sonreí también—¿y en qué más trabajas?—volví a preguntar.

—Pues en nada especial—negó—sólo tengo una entrevista y una gala, pero todavía no sé cuando—respondió—¿quieres venir conmigo a ambos eventos?—cuestionó alegre.

—Claro, me gustaría—contesté sonriente.

Hablamos un poco más acerca de que serían los primeros eventos públicos a los que iba luego de enterarme de que estaba embarazada, sería lindo aparecerme luego de un tiempo. Después, Shawn dijo que tenía sed e iría a la cocina por agua, mientras, yo me quedé mirando la televisión cuando de repente me quejé por sentir algo moverse en mi abdomen.

—¿Qué pasa, Dani?—preguntó Shawn corriendo hasta donde estaba.

—No sé, creo que...¡Ah!—quise responder pero volví a quejarme, aunque no era dolor lo que sentía, más bien era como un cosquilleo.

—Me estás asustando, Danielle—dijo Shawn alarmado mientras yo me incorporaba en el sofá.

—Son sus pataditas—respondí sutilmente pasando mis manos por mi estómago.

—¡Quiero sentir!—dijo emocionado.

—Mmm...ya pararon—contesté entre risas.

Aún así, siguió intentando pero los bebés dejaron de moverse, aunque Shawn me dijo que no se rendiría y lo seguiría intentando hasta lograrlo.

Días después

Estábamos caminando de regreso del gimnasio. Habíamos tenido una rutina muy pesada, además de que ya me cansaba mucho más de lo habitual.

—Tú estómago está más grande. Se ve adorable, cariño—dijo Shawn haciendo que yo lo miré ofendida.

—¿Me estás diciendo gorda?—pregunté molesta.

—Para nada—negó rápidamente—es que te ves un poco...un poco...ya sabes...—comenzó a hacer ademanes extraños por lo que rodé los ojos y lo rebasé por unos cuantos pasos—¡Mi amor! ¡No! ¡Espera! ¡No es lo que quise decir!—dijo llegando a mi lado y detenerse frente a mi.

—¿Por qué paramos?—pregunté preocupada—¿me vas a decir que vas a terminar conmigo porque estoy más llenita, o simplemente te conseguiste a alguien mejor que yo?—escurrí lágrimas.

—¿Qué?, ¿de qué hablas?—preguntó sin entender.

—Ya, Shawn—sorbí mi nariz—no hay problema, yo lo entiendo—dije secándome unas cuantas lágrimas.

—¿De dónde sacas eso?—tomó mi mano—jamás te cambiaría—negó—tú eres la persona con la que quiero estar—dijo haciéndome llorar de felicidad.

—Eres el mejor—dije abrazándolo.

—Y tú la mejor prometida con cambios de actitud demasiado drásticos—dijo mientras yo me separaba de él.

—¿Me estás diciendo dramática?—pregunté ofendida de nuevo.

—Aquí vamos de nuevo—resopló.

Días después

Había hablado hoy con mi mamá explicándole que iba a tener dos bebés y también estaba comprometida. A ella le pareció fenomenal diciéndome que estaba muy feliz por mi. También me dijo que todos allá, estaban igual de contentos por ambas noticias. Luego tuvimos que colgar porque estaba cuidando a Alex y a Mili, quienes necesitaban su total atención.