𝓥𝓮𝓲𝓷𝓽𝓲𝓼𝓲𝓮𝓽𝓮

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Días después

Comenzaré diciéndoles que ya es septiembre, es decir, que ya tengo cinco meses de embarazo. El tiempo pasa muy rápido.

El día de hoy, Shawn tenía que asistir a unos premios, a los cuales, precisamente él me invitó. Me encontraba nerviosa porque es la primera vez que salía para los medios luego de dar la noticia de mi embarazo, incluso, me había cubierto muy bien de los paparazzis que por suerte sólo lograban capturar algunas fotos distorsionadas sin que hubiera tanto daño a mi privacidad. Finalmente sería una tipo sorpresa.

Hace un par de días había ido a comprar el vestido que llevaría puesto hoy, me acompañaron Dua y Aaly quienes tienen un muy buen gusto. Así que hoy solamente teníamos que dirigirnos al hotel donde estaban todas aquellas personas que nos ayudarían a estar presentables, así que Shawn y yo nos dirigimos hacia allá encontrándonos con mucha gente con deberes por doquier.

—¡Hola, Shawn!—saludó una chica morena acercándose a nosotros.

—¡Hola, Betty!—correspondió Shawn amable.

—Danielle White—me miró—nunca pensé en conocerte en persona, es un honor ser tu maquillista—dijo emocionada haciéndome sonreír.

—El honor es todo mío por que una artista como tú me maquille—comenté amigable.

—Es grandioso escuchar eso de tu parte—me sonrió—y tú estómago...—se sorprendió—sus bebés ya son muy grandes—dijo mirando mi abdomen.

—Demasiado—asintió Shawn con orgullo.

—¿Y ya saben qué son?—preguntó curiosa.

—Aún no—negué con un puchero.

—Esperáremos otra semana para ir a ver a la ginecóloga, tal vez nos diga ese día—respondió Shawn con emoción.

—Yo digo que son niñas—dijo Betty provocando que Shawn alcé sus hombros con ego.

—¿Lo ves?, yo sé que van a ser niñas—comentó seguro.

—Mi instinto maternal dice que son niños—contesté asintiendo.

Después de seguir conversando por unos cuantos minutos más, Shawn fue a vestirse mientras que Betty me dijo que la acompañara para que iniciara con el maquillaje que por cierto, le quedó muy sutil e increíble. Posterior a agradecerle a Betty, conocí a Randy, un chico gay que hace los peinados más lindos del universo. Nos llevamos de maravilla que hasta intercámbianos nuestros números de teléfono para algún día ponernos de acuerdo para salir. Después, una chica de la cual nunca me dijeron su nombre, me llevó a los vestidores para ayudarme con mi vestido.

Todo resultó ser muy sutil, delicado y lindo, manteniéndome cómoda y a mi estilo. Así que estuve lista, y en cuanto salí, Shawn me elogió haciéndome sonrojar.

—Te ves preciosa.

Luego de agradecerle a todo el personal, subimos a una limusina que nos llevaría al lugar donde realizarían el evento. Fueron unos cuantos minutos extensos en los que le confesé a Shawn que estaba nerviosa pero por suerte logró controlarme y subirme el ánimo. Así que cuando llegamos, hicimos un largo recorrido con los guardaespaldas hasta llegar a la alfombra donde tomarían las fotos.

—¿Lista?—preguntó Shawn tomando mi mano.

—Si—asentí con una pequeña sonrisa.

—Vamos—susurró comenzando a caminar.

Todas las miradas se enfocaron en nosotros pero me calmé y traté de ser como siempre, modelando a las diferentes cámaras y saludando a algunas personas de por ahí, hasta que llegamos al final de la alfombra.

—Señor Mendes, pasé por favor, a hacer una pequeña entrevista de este lado—le pidió una chica después de que saliéramos de todos esos flashes.

—Seguro—asintió—no me tardo, amor—dijo mientras yo acomodaba su saco.

—Claro, suerte—dije dándole un beso.

—Gracias, cariño—sonrió para después irse con la señorita.

Por lo mientras, yo fui a sentarme a uno de los sofás que se encontraba en el lobby mientras veía mi teléfono para matar el tiempo.

—¡Hola, Dani!—llegó Camila Cabello.

—¡Hola, Mila!—saludé dándole un corto abrazo.

—¿Cómo has estado?, hace mucho que no te veo—comentó sentándose a un lado mío.

—Muy bien, ¿qué hay de ti?—respondí contenta de habérmela encontrado aquí.

—Igual, magnífico—contestó sonriente—veo que sus bebés ya crecieron demasiado—comentó observando mi estómago.

—Así es—asentí acariciando mi abdomen.

—Por cierto, te ves hermosa—me guiñó haciéndonos reír.

—¡Gracias!—sonreí—y tú eres una diosa—la elogié con la mejor intención.

—¡Gracias, Elle!—rió por debajo—¿y Shawn?—preguntó con curiosidad.

—Fue a hacer una entrevista—expliqué señalando la puerta donde había entrado él.

—Yo vengo de allá, típicas preguntas—rodó los ojos haciéndome reír levemente.

—Entiendo—sonreí divertida.

—Bueno, voy a ir al sanitario, ¿vienes?—me preguntó levantándose de donde estaba.

—Por el momento no, voy a esperar a Shawn—contesté.

—Está bien—asintió—yo si me estoy haciendo la pipí —dijo saliendo corriendo de allí provocando que yo riera levemente.

Y no tardo en llegar más compañía.

—¿Tú eres Danielle White?—preguntó una voz chillona. Olivia Coleman. Alcé la vista y me encontré con esa chica tan odiada, en especial por mi.

—Así es—contesté desconcertada.

—¡Ay, por dios!—fingió sorpresa—estás demasiado obesa que ni siquiera te distinguí—ahora yo me sorprendí por su indiscreción.

—¿Disculpa?—reí con sarcasmo—puedes irte, si es que vienes a ofenderme.

—Es que sólo mírate—me señaló—cargas con dos errores en tu vientre—me enojé—estás con un tipo que sólo te usa porque necesita compañía, y luego tu mejor amiga que se cuelga de tu fama al igual que tu novio y amigos—traté de calmarme —que horrenda vida llevas, querida.

—Con permiso—me levanté y fui a sentarme en otro sofá que estuviera lejos de aquella chica.

𝓝𝓾𝓮𝓿𝓮 𝓶𝓮𝓼𝓮𝓼・*:.˛ ˚𝗦𝗠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora