𝓓𝓲𝓮𝓬𝓲𝓼𝓲𝓮𝓽𝓮

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Pasé un buen rato a solas mientras nadaba y me sumergía en el agua. Digamos que era una especie de distracción para mi.

Pero recordé que no había llamado a Shawn, así que salí de la piscina envuelta en una toalla para ver mi teléfono donde tenía llamadas perdidas de él, dándome cuenta de que lo dejé en silencio, por lo que no dudé en hacerle una videollamada.

—¡Hola!—saludé en cuanto apareció en mi pantalla.

—¡Elle!, ¿está todo bien?—preguntó en seguida.

—Todo está bien, amor—le aseguré para que se calmara—tenía mi teléfono en silencio—expliqué.

—Me preocupe por un momento—dijo haciéndome sonreír levemente por su ternura.

—Estoy bien—repetí—Dua está en una cita y yo estoy en la piscina del hotel—dije mostrándole el lugar donde me encontraba.

—¿Dua en una cita?—me preguntó sorprendido.

—Conoció a un chico ayer, dice que es lindo—comenté.

—Espero que así lo sea—ambos asentimos.

—¿Qué tal te fue con el videoclip ayer?—le pregunté.

—Fantástico, aún no lo acabamos pero avanzamos mucho—respondió fingiendo secarse una gota de sudor haciéndome reír.

—Eso está bien, ¿hoy lo terminarán?—cuestioné sentándome en el camastro.

—Es lo planeado—asintió—¿y a ti cómo te fue ayer?—me preguntó mientras observaba que iba a recostarse en la cama de la habitación del hotel.

—Fui a la playa con Dua, también comimos y desayunamos juntas; fue muy beneficioso para calmar el estrés—contesté sonriéndole.

—Eso es perfecto—me correspondió—¿y mi bebé?, ¿qué tal se portó?—preguntó haciéndome duplicar mi sonrisa.

—Es muy tranquilo, o tranquila—dije mirando mi estómago.

—¡Ya quiero verlos!—alegó haciéndome reír.

—Ya casi, amor—respondí.

—Estoy contando los días para regresar—sonreímos—y, según la doctora Woodley, ¿cuánto tiene el bebé?—preguntó curioso.

—Aaamm...—pensé un momento—un mes y dos semanas—respondí luego de hacer cuentas.

—¡Wow!—se sorprendió sin mover su sonrisa de lugar—ya quiero verte—hizo un puchero.

—Yo también—lo miré con ternura.

—¡Hey!—Dua apareció en el área de la piscina.

—¿Es Dua?—me preguntó Shawn.

—Acaba de llegar—le mostré a mi amiga acercándose a donde yo estaba.

—¡Hola!—Shawn la saludó.

—¡Hola, Mendes!—ella se sentó a mi lado.

—Bueno, las dejó para que puedan disfrutar de su día—dijo amable.

—Y nosotras para que termines de hacer tus deberes—dije.

—Las veo luego—movió su mano.

—¡Adiós, Shawn!—se despidió Dua.

—Te amo—me dijo antes de colgar.

—¿Y cómo te fue con Jack?—le pregunté a mi amiga.

—Mejor que bien—me aseguró—Jack es un amor de chico—sonrió—de hecho quedamos en salir hoy por la noche, ¿quieres venir con nosotros?—propuso pero en seguida negué.

—-No, no te preocupes por mi, ve y diviértanse ustedes—le respondí.

—De acuerdo—aceptó—pero faltará mi alma de la fiesta—ambas reímos.

Ella fue a cambiarse a la habitación para regresar a nadar conmigo y pasar la mayoría de la tarde dentro de la piscina.

—Oye, ¿podemos ir por una paleta de kiwi con miel de maple y catsup?—pregunté relamiendo mis labios imaginándome esa delicia.

—¿Cómo?—cuestionó sin entender.

—Se me antojo una paleta—hice un puchero—vamos—dije acercándome a las escaleras de la alberca.

—Mmm...okay—dijo entre risas siguiéndome.

Después de secarnos con la toalla, fuimos a nuestra habitación a bañarnos y cambiarnos para ir a buscar algún lugar donde pudiéramos conseguir todo eso.

𝓝𝓾𝓮𝓿𝓮 𝓶𝓮𝓼𝓮𝓼・*:.˛ ˚𝗦𝗠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora