In the Darkness (Español)

Capítulo 7

Por unos segundos todo se volvió oscuro, se sentían débiles pero ya estaban ahí, en el Mundo Mortal.

Luke abrió los ojos.

A su lado estaban Abelia y Elliot. Ya no estaban en la cabaña.

-¿Luke?-preguntó Abelia en voz baja, lanzándose a él.

-¿Si? -murmuró él en respuesta.

-Estuviste inconsciente, teníamos miedo de que algo te hubiera pasado.

-¿Tuvimos no es mucho? -intervino Elliot con ojos burlones.

Abelia puso los ojos en blanco.

-¿Dónde estamos? -se sentó.

-En el mundo mortal. La bruja cumplió -Abelia miró a su alrededor-. No logro captar en qué lugar precisamente nos encontramos.

Luke escaneó el paisaje y lo único que vio fue verde.
Estaban rodeados por árboles y arbustos, que se extendían a kilómetros. Había un agradable leve olor a pino y pasto mojado.
Los arboles estaban tan seguidos que apenas dejaban ver el sol.
Un bosque, definitivamente era un bosque.
Por la posición del sol se podía deducir que era mediodía.

Clavó sus ojos en Abelia. A la luz del sol se la veía más frágil, más delicada. El cabello estaba despeinado, pero a pesar de eso no dejó de parecerle hermosa. A los rayos del sol, ella parecía una muñeca de porcelana con cabellos color zanahoria.
El tono de su piel se veía pálido, sus grandes ojos más claros e intensos y su cabello pasaba de poder compararlo con el color de la manzana a compararlo con una zanahoria.

-Deja de comerte a Abelia con los ojos- dijo Elliot en tono amargado.

Luke rodó los ojos y lo miró. Elliot por otra parte, le parecía más compararlo con el muñeco de la "Barbie". Sus rizos parecían no despeinarse nunca, y su tono de piel siempre había sido promedio. Sus ojos grises la mayoría del tiempo resultaban ser inexpresables. Sí, definitivamente eran la muñeca de porcelana y su mejor amigo, Ken.

Abelia volcó a verlo y abrió los ojos como platos.

Ella estaba totalmente ruborizada.

-Calma tus celos, Lanzwer -ella bromeó y le lanzó una mirada iracunda.

-Aquí tampoco estamos a salvo -intervino Luke y se puso de pie-. Hay ángeles caídos, aparte de vampiros y hombres lobos. Estamos en su territorio -se pasó la mano por su cabello despeinado- y harán que lo respeten.

Desvió su mirada hacia el bosque.

Abelia y Elliot no contestaron.

-A este paso ya deben estar buscándonos -dijo Luke a nadie en específico.

-En ese caso, debemos empezar a buscar un lugar seguro -comentó Elliot, empezando a caminar detrás de él.

Luke lo miró.

-No hay lugar seguro -puso el dedo índice sobre su labio inferior y siguió caminando-. Tendremos que movernos constantemente.

Abelia asintió con la cabeza y fue detrás de él.

***

A pesar de que habían caminado tres horas, Abelia sentía podía empezar a sentir cansancio y el hambre ahora estaba haciendo efecto. Sin embargo, Elliot y Luke parecían llenos de energía.

Abelia se tumbó en la tierra húmeda y clavó sus uñas en las hojas.

-Abey... no seas floja -bufó Elliot-. Falta poco -apuntó al pueblo que se veía a unos cuantos kilómetros.