Abelia pestañeó varias veces antes de reaccionar.
-¿Disculpa? -se limitó a decir, sin darle créditos a sus oídos.
Elise aún tenía esa sonrisa en su rostro. William sonrió un poco, de manera que su rostro parecía aún más firme.
-Es el hijo mayor del rey Stradamus -escupió las últimas palabras como si le quemara pronunciarlas, pero sin dejar de sonreír y fingir esa voz alegre chillona-. Se casarán.
Abelia entrecerró los ojos. ¿Se fue unos meses y cuando vuelve, estaba comprometida?
《Es tu madre, tonta. Lo hace de forma de castigo》pensó.
Volteó para mirar a Ethan. Su rostro parecía débil. Sin duda tampoco aprobaba esto, y quizás eso era lo que le quería advertir.
Por primera vez en su vida, Abey se arrepintió de no haberle hecho caso a su hermano.
-Un gusto, Abelia -dijo William, para romper el silencio y trayendo su atención de vuelta.
-Eres un demonio -dijo ella levantando los brazos en modo de resignación-. Yo soy un ángel. ¿Esto no es ilegal?
Elise y William rieron al mismo tiempo.
-William en cuanto se case será rey -explicó Elise rodando los ojos como si fuera algo obvio- ¿Eso en qué te convierte a ti? En una reina. Los reyes pueden eliminar y cambiar algunas reglas.
-No drásticamente -habló Ethan.
Su madre lo fulminó con la mirada.
-Creo que te deberías ir, Ethan -dijo y señaló el pasillo que dirigía a otra habitación.
Él dudó unos segundos, pero al final cedió y se fue, no sin antes mirar a su hermana a manera de perdón.
Cuanto odiaba en estos segundos ser impulsiva y haberse ido del lado de Luke.
-No tendremos hijos -contestó Abelia, buscando cada excusa para que su madre se diera cuenta que eso estaba mal o William renunciara.
-Por los hijos no se preocupen -sonrió-. En realidad los ángeles y demonios pueden tener hijos, sólo esperando que sean castigados después de nacer. Y como ya les dije, las reglas cambian.
Tardó unos segundos en adivinar que castigados se refería ser caídos.
-Aparte, que gran noticia. Mañana es tu cumpleaños, Abey... ¿Saben? Los dejaré unos segundos solos -prosiguió hablando y sin dejar de mirar a Abelia, se dirigió al largo pasillo, hasta perderse totalmente de vista.
-¿Estás de acuerdo con esto? -preguntó Abelia mirando al chico de cabello rubio.
Él se encogió de hombros.
-Esto es por el tratado de paz. Lo sabes ¿No es así? -cuestionó con ojos burlones.
Maldijo en voz baja.
-No te quiero insultar, pero yo no me voy a casar -respondió ella sin pensar las palabras que salían de su boca-. Y mucho menos contigo.
-Eso no me preocupa. Si no lo haces, los ángeles y demonios estarán en guerra eterna -empezó a caminar en círculos alrededor de ella-. Y por lo consiguiente los brujos, hadas, caídos, vampiros y todo lo que respire también lo estarán. Dudo que quieras eso.
Se quedó en silencio. ¿Cómo podía responder a eso?
-Los vampiros no respiran -se limitó a decir.
Él puso los ojos en blanco.
-Cómo quieras. La decisión es tuya -caminó por el pasillo y salió de la habitación.
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In the Darkness (Español)
FantasySinopsis: Abelia Callister es un ángel de dieciséis con un pasado marcado. Como todo ángel, ha jurado proteger a los mortales contra las amenazas de los demonios y submundos, poniendo constantemente su vida en riesgo. En eso se resume su vida. Y seg...