Capítulo 18

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Sintió sus manos temblar. La rabia cundía bajo su piel, pero sabía que sólo tenía dos opciones en ese momento.

Si iba donde estaba Elise, el padre de Luke la mataría en segundos... y si no iba, Ethan estaría en riesgo, y solo.

-Abey, escúchame. Voy de camino, no te acerques -llegó a decir luego de una larga pausa, pero ya era tarde. Abelia estaba corriendo hacia Ethan, que se acercaba lentamente al cuerpo frío de su madre.

-Ethan -dijo al llegar donde su hermano. Colocó sus brazos en el torso de él, impidiéndole que siga avanzando-. Es peligroso.

Lo miró durante unos segundos. Grandes lágrimas caían en el rostro de su hermano, rozándole sus mejillas, que estaban tensas.

-Voy a matarlo -escupió las palabras sin dejar de mirarlo.

-Es peligroso -repitió empujando a su hermano hacia atrás-. Tenemos que escondernos. Nos matará si nos encuentra...

Arrastró a su hermano hasta un lugar oculto; agarrándole las manos, que formaban un puño.

-Tranquilízate -pidió y se dio cuenta que no ella no estaba llorando.

Siempre imaginó que su madre conocería a sus nietos. Aunque sea a los hijos de Ethan, pero ahora que había llegado el momento de su muerte, su cuerpo no reaccionaba. No quería creer eso, no quería creer que lo único que tenía ahora era a Ethan.

《Tienes a Elliot》se recordó a sí misma, y como si su mente lo llamara, apareció a su lado.

-Abey, tenemos que escondernos -musitó tratando de ser silencioso. Sabía que corrían riesgo.

-Luke está de camino -anunció ella, mientras caminaban hacia la puerta principal.

Elliot miró a Ethan de reojo, que se encontraba llorando en silencio.

Deseó decirle que todo estaría bien, pero no lo sabían. Abelia lo tendría a él y a Luke, pero Ethan ni siquiera era cercano a su hermana.

-Nos esconderemos en la biblioteca -anunció Ethan sin dirigirle miradas a ninguno de los dos-. Hay lugares para escabullirse, en caso que se les ocurra buscar allí.

Abelia y Elliot se limitaron a asentir y comenzaron a caminar.

***

Dos horas en la biblioteca era bastante.

Ethan adivinó que ya a esta hora ni los sirvientes estarían en el castillo. No tenían apoyo de algo o alguien para salir de la habitación. Nada les garantizaba que vivirían.

Estaban solos con el asesino.

El teléfono empezó a vibrar.

Ethan entrecerró los ojos. Obviamente no sabía de qué se trataba. Cuando Abelia sacó el celular, él clavó su vista en el aparato.

-¿Hola? -preguntó ella, esperanzada con que Luke le anunciara que ya había llegado al castillo.

-Ya estoy llegando -no fue tanta su decepción. Eso significaba que se encontraba cerca-. ¿Dónde estás?

-Estoy con Ethan y Elliot -dijo mirando de reojo, mientras se pellizcaba el labio inferior-. Estamos en la biblioteca.

Luke colgó.

Una sensación de tristeza la invadió, no sabía que había esperado de la llamada. Quizá un "Te amo" o aunque sea un "Te veré en unos segundos".

Frunció los labios y dejó el celular en el suelo.

El ruido de la puerta abriéndose los congeló.

Un hombre de cabello rubio entró, que le pareció desconocido a Elliot.

In the Darkness (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora