Capítulo 19

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Algo le intuía a Natalie que no debían separarse. Quería volver corriendo al lado de su hermano. Sabía que estaba en problemas.

-Tenemos que volver -dijo ella, mirando a Stefano con ojos suplicantes.

-Ahorramos tiempo así.

-No, siento que algo va mal -murmuró mientras se mordía su labio.

-Nat... todo va bien -aseguró Stefan, y le depositó un suave y cálido beso sobre el cabello.

Ella sonrió con la boca cerrada.

Se encogió de hombros y siguió caminando, abrazando el brazo de Stefan.

Ethan y William iban adelante de ellos. No se miraban, y mucho menos se hablaban.

El agudo y chillón grito de Abelia los detuvo a los cuatro. Ethan volteó rápidamente, y miró a Natalie, que tenía la misma expresión en su rostro, una mezcla de miedo y confusión.

Sin esperar más, ambos asintieron, cómo si llegaran a un acuerdo, y comenzaron a correr en dirección del grito.

Cada paso, podía sentir como se sofocaba, cayendo en un profundo trance de miedo. Su corazón estaba acelerado, y adivinó que el de Natalie también se encontraba así. Imaginó a su hermana muerta. Con algún cuchillo enterrado en su pecho, e inerte en el suelo, mientras Taddeus reía detrás de ella.
La visión lo hizo estremecerse.

Lo único que tenían podría estar en peligro. Para él, Abelia. Para ella, Luke.

Stefan y William corrían un poco más detrás. Stefan tenía el ceño fruncido, y mantenía sus ojos fijos en Natalie.

Llegaron a la grande puerta de la sala tres antes de darse cuenta.

¿Qué harían ahora?

Ethan maldijo mentalmente por no tener arma alguna.

Natalie empujó la puerta con todo su peso, y logró abrirla.

La imagen ante ella la congeló.

Elliot estaba gritándole algo a su padre, que no llegó a escuchar.

Abelia estaba sentada en el piso, dándole la espalda.

A su lado, estaba el cuerpo de su hermano, Luke. Miró sus ojos, que estaban cerrados. Su piel se veía unos tonos más pálida, y al bajar más la vista, no pudo evitar lanzar un grito.

Todos estaban estupefactos, y Natalie se lanzó contra su hermano, gritando.

Stefan corrió detrás de ella, seguido por Ethan y por William.

Abelia volcó al escuchar a Natalie.

No sabía qué debía hacer. Adivinó que su rostro estaba rojo como un tomate.

No estaba lista para otra muerte. Menos la de Luke.

No sabía que había esperado, pero sabía que siempre quedaría un espacio vacío en su pecho.

Se colocó cerca de su rostro y le pasó una mano por el cabello.

-Te amo -murmuró entre sollozos. Era lo único que debía decir. Un te amo significaba bastante: un para siempre. Habían pasado cinco meses y ya era suya. Lo amaba con cada milímetro se su ser, y ya no estaba. Se había ido.

Miró a Natalie cuando estaba a su lado. Tenía formado un puchero en sus labios, cómo una niña de cinco años. Tan frágil e insegura.

Abelia se preguntó cuántos años tendría. Sin querer, sentía lástima por ella. No tenía a nadie.

In the Darkness (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora