Settia | kookv

Capítulo Once

Ámame.
Es lo único que te pido.
Por favor, mírame
mírame y deja de pensar en él.

¿Por qué dices que me quieres?
Deja de mentirme,
si es que me sientes
con la finalidad que deseas.

No te entiendo.
¿No soy suficiente?
Estoy sufriendo,
pues él es tan inherente.

Ámame.
Es una petición sencilla.
Siénteme.
Soy yo quién está contigo día a día.

No importa si me miras a mí
si tu atención no es pura
y además, piensas en él
que sabes que tanto odio.

Lo lamento.
Soy malo diciendo lo mucho que te amo
siempre te he amado
siempre te he admirado
siempre he querido que me vieras
como lo veías a él.

Estoy tan celoso.
Aún cuando sé que eres mío.
No.
No eres mío.

Mierda.
Jamás fuiste mío, ¿no?
Siempre fui tu método de escape,
antes y ahora.

Pero ahora...
Ahora es peor,
ahora dependo de ti
así como él lo hace.

Ahora siento ganas de verte feliz
pero solo conmigo.
Sí. No quiero que seas de nadie más,
y eso es malo.

No entiendo.
No entiendo.
No quiero entender.
¿Debería entenderlo?

El porqué lo prefieres
por sobre todas las cosas,
personas,
manías,
Por sobre todos los mundos,
galaxias,
vidas.

Yo soy mejor.
Yo tengo el rostro,
los sentimientos,
el apoyo,
la personalidad.

Y te puedo decir
mil cosas que tengo yo
pero que él nunca, nunca
podrá poseer.

Y puedo darte razones
para quererme.
Cientos de razones...
Inútiles.

Porque tú me verías igual.
Soy el mismo tipo,
sin importar qué.
Daría mi vida por ti,
sin importar qué.
Soy estúpido.
Soy idiota.
Y sigo sin saber cómo es
que te has metido en mi cabeza.

Tal vez es un castigo,
quizá soy solamente tu castigo,
y tú el mío.
Eso debe ser.

Oh, no.
Falta tan poco,
para que me odies
como un loco.

Después de eso,
después de que me grites
lo mucho que me odias,
y que no me amas...

Que, en absoluto, podrías hacerlo.
Después de que me rechaces,
de que me mires con asco,
después de una larga conversación
que no tendrá un final feliz.
Después de llorar,
de sentirme como una basura...

Sólo después de eso,
tendré que irme para siempre.
Dejaré de amarte en vida,
y comenzaré a odiarte en muerte.

Pero, cariño
por favor, evita eso.
Contráelo.
Finge que no pasará.
Mi amor,
solo necesito que me ames.

Ámame, pelinegro.
Ámame así como lo amas a él.
Mírame así como lo miras a él:
con amor, un amor combinado con odio

Búscame,
como lo haces con él.
Llámame, toca a mi puerta
así como llamas a la suya.

Nótame.
Nota que yo te amo.
Que no te haré daño
y que serviré mejor,
con mucho amor.
Con la mejor sensación
que ese castaño
jamás te dio.

Soy mejor.
Mucho mejor.
Y si no me amas en vida,
comenzarás a extrañarme en mi muerte.