09. Primera promesa.

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Maratón 1/3

Nunca en la vida creí que este día llegaría; el día en el que tuviera mi primera fiesta.

Ni siquiera sé si me he vestido adecuadamente para la ocasión, pero en realidad los videos que vi y algunos de los libros que leí, simplemente decían que debías llevar algo con lo que te sientas cómodo. Y yo no sé exactamente que ponerme para estar cómodo.

Me miro en el espejo para verificar nuevamente si esta combinación de ropa me gusta, o me hace sentir cómodo. Hago una pequeña mueca, deberían de hacer un libro para ayudar en esta clase de cosas.

Llevo puestos unos pantalones de mezclilla, una playera blanca, una chaqueta de mezclilla con puntos blancos, y tenis blancos. Creo que me veo bien... lo que quiere decir que ante la demás gente se verá mal. No sé porque, pero casi siempre que me pongo algo que me gusta, a ellos les parece la cosa más rara.

Quiero dar una buena impresión, pues es mi primera fiesta, así que es importante.

Además... ahí estará Emilio... iré con él.

Realmente las cosas con Emilio a lo largo de la semana fueron cómodas, bueno con el pequeño detalle de que sentía que mi corazón latía cada vez con más fuerza cuando lo veía o simplemente cuando de regreso a casa me tomaba la mano. Eso siempre lograba sorprenderme, aunque ya era cosa de todos los días, al igual de las cosas lindas que me decía y me hacían sonrojar.

En la escuela todo siguió normal, durante las clases tenía que aguantar la mirada de Alan, que estoy seguro; solo lo hace para molestarme. Ya no me sorprende.
Y durante el receso me la pasaba con Ale, Diego, Emilio y con otros chicos que eran amigos de ellos de otros salones. A decir verdad no me agradaba conocer gente nueva, pero con Emilio a mi lado todo parecía ser más fácil.

Ayer cuando salimos de la escuela conocí a los demás amigos de Emilio, que ya van en la preparatoria y me cayeron bien, se ve que se conocen de años. Pero hay alguien a quien aún no conozco y la verdad me causo curiosidad desde que Roy; el amigo de Emilio, me dijo que yo le recordaba a esta persona: A un tal Alejandro.

Recuerdo que todos se pusieron muy tensos, y se quedaron en silencio cuando pregunte de quien se trataba, incluso Emilio, quien le dio una mirada rara a su amigo, y simplemente cambiaron el tema, dejándome confundido. Y fue ahí donde recordé que ese nombre también lo menciono Alan cuando discutió con Emilio, el día que ese chico choco conmigo.

Sé que tal vez no debería de ser tan curioso, pero en serio, es como si algo me dijera que debería serlo esta ocasión. Porque en mi salón o en las demás personas que conocía, no había ningún Alejandro.

¿Quién es Alejandro? ¿Y cómo se parece a mí?

[...]

-¡Joaquín! –Grito mi madre cuando terminaba de hacer mi tarea– ¡Emilio está aquí!

Me levante rápidamente, guarde mis cosas y corrí a mirarme por última vez en el espejo. Solté un suspiro.

-Bien... vamos Joaquín, puedes hacerlo. –digo mientras me acomodo el atuendo.

Tomo mi celular, llaves de casa y dinero. Camino rápidamente, no quiero hacer esperar a Emilio.

Estoy sumamente nervioso, no sé cómo debo comportarme o que debo decir en diversas situaciones, pero me niego a arruinarlo, la verdad agradezco mucho que Emilio me haya invitado como para hacer alguna tontería, así que por el momento pienso imitar los comportamientos de algunas personas, para así estar 100% seguro de que no estoy haciendo algo mal.

Cuando termino de bajar las escaleras, visualizo a Emilio. Está en mi sala, con mi madre, ambos ríen por lo que me siento bien, me agrada que mi madre sepa que ya tengo amigos, pues aunque ella no lo dijera, estaba seguro de que estaba preocupada por mí, y no la culpo, incluso yo pensaba que iba a morir sin saber nada de esto.

Nuevo mundo. || Emiliaco [Sin Editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora