Nuevo mundo. || Emiliaco [Sin Editar]

38. Mi novio.

[Capitulo dedicado a tahi_DJA10 🌻]

Maratón 3/5

Al salir de mi habitación, lo primero que diviso en el pasillo es a Renata. Esta parada afuera de su cuarto, y al mirarme una sonrisa aparece en su rostro. Es como si pudiera sentir mi nerviosismo. Lo cual agradezco, pues en este momento necesito su fuerza.

–¡Joaquín! –vuelve a llamar mi padre desde la sala. –¡Baja ahora!

Renata suelta un suspiro, y volviendo su mirada hacia las escaleras, suelta otro.

–Es hora, Joaco. –dice mirándome nuevamente.

No respondo, porque sé que lo es, así que en vez de responder simplemente asiento.

Bajamos las escaleras a pasos lentos, mi corazón va a todo lo que da, pero la mano que sostiene mi brazo me dice que todo está bien, que nada malo va a pasarme. Así que continuo.

[...]

La mirada de mi padre sobre mí me hace sentír más allá de nervioso.

Pero aun así; trato de mantenerle la mirada.

–Entonces. –dice con voz gruesa. –Dices que no has terminado de empacar. ¿Tengo que recordarte que nuestro vuelo es mañana?

–Él ya te había dicho que no quería ir con nosotros. –dice Renata, quien está a mi lado con los brazos cruzados en el pecho. –Por favor, por una vez en tu vida se un buen padre y no lo lleves si no quiere.

–No estoy hablando contigo, Renata. –dice mirándola mal, yo respiro más profundo y doy un paso adelante.

Mi madre se apresura y toma el brazo de mi hermana, la cual al instante comienza a negarse a dejar la habitación, pero en cuanto le doy una sonrisa de lado, deja que mamá la lleve a la cocina.

Dejándonos solos.

Regreso mi mirada al hombre alto que se hace llamar mi padre, y tomando todo el aire que puedo, aprieto los puños para decir lo que quiero decir desde que me dijo que me llevaría sin importar nada.

–No quiero irme. –digo y me sorprendo de lo bien que se escucha mi voz. –No quiero hacerlo, papá. Quiero quedarme en México.

–No pregunte lo que querías, Joaquín. –dice mi padre fulminándome con la mirada. –Ayer me quedo claro que no tienes idea de lo que quieres. La única razón por la que no salí a buscarte ayer; fue porque los padres del chico me convencieron de que volverían, y de que hablarían también con él. No quería pasar más vergüenzas por tu culpa... -suelta un suspiro.

–Su nombre es Emilio. –digo apretando lo puños como única salvación para no dejarme ceder. –Y no es solo un chico. –Mi padre aprieta la mandíbula al saber para donde va esto. –Es mi novio.

–¡Cállate! Solo estas diciendo puras estupideces. –me sobresalta el grito que da, pero tragando duro me niego a dejarme vencer.

Ya no lo estoy haciendo solo por mí, ahora el recuerdo de Renata haciéndome prometer eso, y el recuerdo de mi beso con Emi el día de ayer, me convencen de que puedo hacerlo.

De que puedo quedarme.

–Es mi novio. –repito sosteniéndole la mirada. –Eso es lo que es, papá. Emilio es mi novio.

–Estas muy mal. –dice mi padre totalmente rojo del coraje.- Estas muy mal si piensas que voy a dejarte hacer semejante estupidez.

–Bien. –contesto asintiendo, aun con el pulso al mil. –Porque en realidad no necesito tu permiso para estar o no con Emi. Es mi novio, no el tuyo. Me hace feliz, no necesita hacerte feliz a ti. Es a mí a quien ama, no necesito que te amé también. ¡Yo decido a quien amar! ¡No tú!