Nuestras manos se rozan, tratando de mantener el contacto, pero no por completo, pues a pesar de todo lo que paso hace apenas unas horas, en mi mente Emilio todavía es el chico se alejó completamente de mí, y aunque ya no quiero estar de esa manera, el hecho de que él este manteniendo aun una distancia conmigo me dice que no mucho ha cambiado. ¿Qué sucede contigo Joaquín? ¿En qué momento perdiste así el control? No lo sé, pero en realidad tampoco quiero darle muchas vueltas, ya de por sí mis mejillas no dejan el sonrojo intenso.
Llegamos al fin a nuestra cabaña, mirando como todo esta oscuro, la idea de que Alan este ahí adentro me pone nervioso, pues no sé qué va a pasar de ahora en adelante con nosotros. Yo como que esperaba que apareciera en la fogata, no tengo idea de en donde está.
-Joaco. –dice Emilio parándose frente a mí, impidiéndome el paso.
-¿Si? –pregunto nervioso.
-Necesitamos hablar.
Mi pulso aumenta de manera inmediata, ¿Por qué esas palabras me ponen tan nervioso? Tal vez porque en los libros siempre utilizan esa línea antes de que algo intenso suceda.
-Lo sé. –contesto jugando con mis dedos.
-Primero que nada, quiero pedirte una disculpa. –levanto mi mirada y me lo encuentro con sus ojos clavados en los míos.- Por haberme alejado de esa manera, sé que probablemente te sorprendí, pero... pensé que era lo mejor para ambos.
Frunzo leve el ceño. ¿Lo mejor? ¿Para ambos? ¿Cómo es que lo mejor para ambos es que me ignore y evite?
-Me dolió mucho. –digo sincero, pues ahora entiendo que llevar tantos sentimientos dentro no es buena idea.- No entiendo porque dices que era lo mejor para ambos, ya que en definitiva creo que me debía una explicación, Emi. –no entiendo que está pasando conmigo, pero en definitiva siento que el hecho de que ya no tartamudee como antes es algo bueno, algo que aprendí este mes.-Te juro que trate de entender, trate igual de preguntar, pero nadie me decía nada, ni siquiera Alan. –Me quedo en silencio un momento, hay algo que necesito preguntar- ¿Quién es realmente Alejandro? Sé que dijiste que era tu amigo pero-
-Alejandro era mi novio. –interrumpe al instante, haciéndome callar.
Mi corazón late más fuerte, y siento como un nudo aparece en mi garganta. No es como si no lo hubiera pensado, de hecho desde que ese chico lo llamo "amor" lo supuse, pero tenía mis dudas, incluso cuando Paola dijo que Emilio solo tenía ojos para el pelirrojo me aferre a la idea de que tal vez no era así, de que tal vez... tal vez Emilio decía la verdad, que solo eran amigos.
-¿Y ahora? –pregunto con una presión impresionante en el pecho.- ¿Qué son ahora?
Sus ojos se clavan en los míos, y mis puños se forman por sí solos, tratando de pensar en el dolor que sienten las palmas de mis manos ante la presión de mis uñas contra ellas para no desviar la mirada, tratando de no dejar que mire lo impotente que me siento en este momento. Porque el hecho de que lo haya besado hace apenas unas horas, y él me haya correspondido, pero ahora no saber que es Alejandro para él, es una tortura. Hasta parece una broma.
-Yo... -desvía la mirada un momento y luego suspira- No lo sé.
-¿No lo sabes? –pregunto confundido.
-No. –dice mirándome nuevamente.- Joaco, esto es más complicado de lo que piensas. –hace una pequeña pausa.- Alejandro no está bien, ¿de acuerdo? Él-
El sonido de su celular sonando lo hace callar, para después sacarlo de la bolsa trasera de su pantalón. Mira quien llama y un aire de preocupación recorre su rostro, me mira un segundo y suelta un suspiro.
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Nuevo mundo. || Emiliaco [Sin Editar]
Hayran KurguNueva ciudad. Nueva casa. Nueva habitación. Nueva escuela. Nuevos compañeros. Nuevos lugares. Nuevas calles. Nuevos libros. Nueva música. Nuevas aventuras. Nuevos recuerdos. Nuevos sueños. Nuevos sentimientos. Nuevos deseos. Nuevo Joaquín Bondoni...