Reino Maria, en el castillo Real
Reiner había sido curado con dedicación por la reina Mikasa mientras que Hanji y Annie le preguntaban como había sido su viaje a Paradise. Tomaban té con galletas riendo de las locuras de la dama de compañia de la monarca. Cuando el rey de Maria, el emperador de Xian y el mayordomo real ingresaron a la cocina donde los amigos tenían su reunión, el aire se volvió tenso y en automático la conversación se vio interrumpida.
Reiner sabía que debía informar las malas noticias a los soberanos presentes, pero no deseaba que la reina y Annie se enteraran pues la verdad que les aguardaba era muy dolorosa. - Majestad, Annie, Han si me disculpan debo hablar con sus excelencias. – Eren sintió una patada en el estómago al escuchar que el odioso Braun se dirigía a su prometida con gran familiaridad. Pero sabía que se apreciaban, y Annie lo consideraba como un hermano para ella, así que contuvo lo más que pudo su molestia para no tener un disgusto con su futura esposa. – Esta bien Reiner. Han y yo estamos muertas por el día que tuvimos y Mikasa debe estar igual por su celebración improvisada. Me encantaría que mañana me contaras que más sucedió en el río Aar, o, y por favor para la próxima me encantaría acompañarlos. – Annie miraba a Reiner, cuando Hanji interrumpió levantando su mano con el mayor de los entusiasmos. - A mi también Braun, si deciden hacer un día de campo improvisado por favor no se olviden de mí. - Armin apretaba la mandíbula, ese tonto de Braun acaparando la atención de su esposa no le hacia el mínimo de gracia. Annie volvió a tomar la palabra. - Por lo pronto me despido, descansa. - Annie le sonrió a Reiner antes de despedirse al igual que las otra mujeres que salieron de la cocina siguiéndola pues, aunque estaban cansadas, la Reina había insistido en ver el vestido de novia de su futura hermana.
Aun cuando las mujeres se habían ido la tensión se sentía en el ambiente, pues a los hombres presentes les desagradaba mucho Reiner. - Habla Braun ¿Cuáles son las noticias tan urgentes? Que dudo que lo sean si te tomaste el tiempo de llevar a mi esposa a pasear. - El rey Levi miraba fijamente a el hombre con un aura asesina. - Lamento el malentendido, pero la reina Mikasa me pidió llevarla y jamás podría negarle nada a mi salvadora. – Las palabras de disculpa de Reiner sonaron como uñas en un cristal a los oídos del rey.
– Habla ya. - Ahora el emperador de Xian increpaba a Reiner. -Las noticias de Paradis son... terribles. El sultán... el sultán reclama la devolución de Annie antes de una semana pues asegura es su esposa. Si no cumplimos con el plazo establecido, enviara a los turbantes azules a Maria para recuperarla junto con todo su ejército. - Reiner agachaba la cabeza, Annie le había contado hacia unos meses las cosas que tuvo que soportar antes de unirse al ejercito rebelde y de verdad le dolía que ahora que su amiga era por fin feliz, el imbécil del sultán de Paradise se lo quisiera arruinar.
El emperador Eren se habia puesto de un brillante rojo escarlata, como se atrevía ese infeliz a reclamar a su prometida, después de que prácticamente la secuestro y tal matrimonio no existía. - Ese malnacido no se llevará a Annie, ella será mi esposa y la defenderé de ese monstruo así deba aniquilar todo Paradise. – Las palabras del emperador se escucharon cargadas de ira. El rey Levi miraba a su hermano, sabía que tenía razón, si fuera su esposa la que estuviera en esa situación él también haría hasta lo imposible por defenderla. Así que el soberano de Maria se apresuró a dar su apoyo a su cuñado. - Eren estoy contigo si ese maldito desea venir a Maria le daremos la más cálida de las bienvenidas. Armin envía un mensajero al pueblo, solicita la presencia del general Erwin Smith de inmediato. Si desean guerra, guerra tendrán. – Armin salió disparado de la cocina mientras que Levi y Eren interrogaban a Braun, pues deseaban que les dijera todo lo que les pudiera servir para vencer a su nuevo enemigo: el Sultán de Paradise.
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Había una vez una reina
FanfictionEl amor logró crecer a pesar de todos los obstáculos pero ahora el pasado llega a tratar de quebrar la felicidad conseguida. ¿Podrá el amor una vez más sobrevivir a pesar de la maldad? Continuación de Había una vez una princesa. Personajes propiedad...