4. Auto

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Solo iba de pasada, su curiosidad le había ganado y ahora, salía de aquel lugar con un auto, como si lo fuese a necesitar ¡Era un demonio!, un simple chasquido de dedos y podía estar donde quisiera. Pero no lo pudo evitar, aquel Bentley negro le encantó y era una ironía que siendo lo que era cayera en tentación.

No necesitó pagarlo, solo un simple milagro demoníaco y ya era suyo. Lo primero que hizo fue probarlo, era rápido y ligero, un carro precioso como si hubiera sido hecho solo para él, orgulloso de su nueva adquisición se fue a su casa a descansar.

Pasaron varios días hasta que salió nuevamente de donde vivía, tenía que cumplir con la cuota de maldades para que el infierno le dejara seguir ahí. Pero antes de irse miró sus pertenencias y se decidió a tomar algunos de sus discos para escuchar en el camino.

No esperaba que las cosas se salieran de control y una vez más se viera envuelto en una situación que involucraba a cierto ángel, más específicamente rescatándolo una vez más ahora de unos mafiosos que planeaban usar su librería como un negocio ilegal para lo que se le llamaba 'lavar dinero'. Según había entendido de la breve justificación de su amigo habían engañado al peliblanco haciéndose pasar por unos empresarios (Lo cual y en términos formales lo eran, en el termino legal no tanto) y lo habían citado a una junta pues estaban interesados en su negocio.

-¡¿En que estabas pensando?!- Exclamó en cuanto lo sacó de aquel lugar el demonio.- Si no hubiese estado cerca te habrían matado.-

-¡Se veían buenas personas!.- Se excusó Aziraphale.

-¡No puedes confiar en los humanos y lo sabes! Son tontos y arrogantes...- Se callo al darse cuenta de que solo lo estaba haciendo sentir mal. Soltó un suspiro y se dirigió al Bentley.- Sube al auto, te llevaré a tu librería.-

-¡Oh!. No sabía que te gustaban querido.- Mencionó el ángel mientras subía de copiloto.

-Solo...- Crowley se encogió de hombros.- No lo se, supongo que me gustó.-

Encendió el Bentley tomando camino a la librería de su inesperado acompañante. En cuanto el vehículo arrancó el stereo comenzó a reproducir el disco que había puesto en cuanto salió de casa.

Don't stop me now quedaba perfecta para la situación mientras aumentaba la velocidad y tomaba desprevenido al tierno ángel. ¿Tierno?. -Crowley querido, ¿No crees que vas muy rápido?.-

En cuanto la canción terminó unas notas tranquilas tomaron lugar. El demonio de inmediato supo de cual exito de Mercury se trataba y antes de que este comenzara a cantar sacó el disco y lo lanzó por la ventanilla acelerando aún más por la calle.- ¡Crowley tu disco!, ¿Por qu...?.-

-Puedo tener otro ángel, no te preocupes por eso.- Si Aziraphale no estuviera más preocupado por las reglas de vialidad y las vidas de sus cuerpos humanos se habría dado cuenta del notable sonrojo que mostraba la cara de su demoniaco amigo.

Dejó al ángel en la librería y lo vió entrar a esta una vez le hubiese agradecido. Nuevamente arrancó el auto ahora con dirección a su casa, definitivamente aquel Bentley no era normal, tal vez aquello hubiese sido alguna broma de Hastur o Ligur, pero no, ellos no conocían la discografía de Queen como él.

Porque despues de Don't stop me now no podría seguir Love of my life si era de dos discos distintos, aquello definitivamente era algo raro y que solo el carro negro había echo por alguna razón.

Good Omens #Fictober2019 #IneffableLATAMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora