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20. Bruja

Para bien o para mal, Anathema Device era descendiente directa de Agnes y aunque no le gustara el termino era una bruja, estaba escrito, ese era su destino al igual que ayudar a que el armagedón no se realizara.

Solo lo hizo porque se sentía obligada, su madre siempre le decía que su proposito en el mundo era ese y que no podría escapar de ello. Resignada, se dedicó a cumplir con su deber con la esperanza de que si lo lograba hacer bien al final fuera libre de aquellas profecias que dictaban su camino.

Prefirió utilizar el termino ocultista en lugar del otro, aunque a la gente le daba igual y le seguía llamando bruja haciendo que se cuestionara en verdad sobre la inteligencia de los demás. Cuando conoció a Newton incluso antes de conocerlo en persona lo odió pues sabía el futuro de ambos, asi también como su pasado, y quisiera o no el destino de ambos de encontrarse estaba escrito, aunque no lo entendiera bien hasta la fecha dictada.

Le pareció alguien tonto la primera pero luego de que el muchacho le hiciera entender algunas de las últimas profecías de su antepasada supo que era diferente y eso le agradó. Después del vergonzo acto del que ambos fueron participes donde sus cuerpos se volvieron uno, terminaron su papel en el supuesto apocalipsis junto con un ángel, un demonio y el anticristo.

Si era sincera consigo misma creyó que aquello había terminado al fin y eso le daba algo de tranquilidad, pues al fin tendría el control de sus acciones, por eso decidió tener una relación con aquel soldado cazabrujas, era una completa tonteria, una contradicción pero no le importó, a ninguno de los dos.

Cuando llegó aquel paquete enviado desde el pasado (literalmente) con otras tantas profecías para muchos años después, no supo que hacer. En parte el coraje y la tristeza la invadieron, no quería seguir con aquella tradición que más tradición era responsabilidad. Newt vió en ella su indecisión, y con objetividad pero más con el amor que le empezaba a tener, vió por el bien de la morena.

Aquella misma tarde en que las profecias llegaron fueron quemadas, mientras veía como aquellos papeles ardían pensaba en que aquello era lo correcto. Su novio apretó su mano entre la suya haciendoe ver que la apoyaba en su decisión y eso le hacía feliz, saber que alguien la iba a querer fuera lo que fuera.

Aquello era todo lo que en verdad quería, ser capaz de decidir por si misma, ser una humana corriente con una vida lo más normal posible, sabía que habría sus excepciones y que en algún momento tendría que tomar su deber pues de una forma u otra las profecías se cumplirían, aunque asi, sin saberlo el futuro podía ser más interesante para una bruja como ella. Había tenído demasiadas emociones por ahora que solo quería disfrutar de su nuevo novio y su nueva vida, sabrá Dios por quien sabe cuanto tiempo hasta que los problemas entre ambos bandos se presentaran de nuevo.