13. Alas

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Crowley estaba herido, una vez más sus alas estaban lastimadas, y se veían como las había imaginado aquella vez que le confesó como había sido su caida. Las plumas alborotadas y algunas esparcidas en el suelo, la sangre se perdía en el oscuro color de estas mientras el demonio trataba de levantarse, las gafas torcidas terminaron por caer, se quejaba del dolor a pesar de haberlo sentido constantemente durante siglos.

Apenas y había logrado escapar de sus propios compañeros, pero eran demonios, ¿Qué no se podía esperar de ellos?, además era un traidor ahora y lo menos que querían era que volviera a engañarlos por lo que decidieron darle una buena lección.-A...Aziraphale...- Alcanzó a llamarlo una vez más, el ángel lo tomó en un abrazo, el miedo lo invadia, el no saber que hacer, no saber como calmar su dolor.

-Tranquilo querido, aquí estoy...- Se quedó a su lado en el piso tratando de darle consuelo, tratando de sanar sus heridas en un intento que parecía no iba a funcionar, lo estaba perdiendo quizá para siempre y estaba asustado por eso, su ser sufría con el del demonio.

-Á..ángel...- El pelirrojo lloraba sabiendo que todo estaba perdido. Aziraphale tratando de consolarle y consolarse a si mismo recostó su cabeza en sus piernas. Cubrió con sus blancas alas al demonio, tratando de que no sintiera frio y soledad, sino la calidez que algúna vez le dijo que solo él le daba, era lo menos que podía hacer en aquellos momentos tan horribles para ambos.

¿No es cruel?, ¿No es doloroso para ti verlo asi?.

Una voz le habló, las lagrimas corrian por su rostro mientras miraba el cuerpo del demonio bajo el suyo, muerto.

¿Es esto lo que quieres que le pase a tu demonio?

-No...- Respondió a aquella voz que por toda la eternidad solo se había dedicado a hacerle la existencia imposible, cada vez exigiendole más y más con la excusa de que todo era por el bien del plan divino.

Gabriel se paseó por detrás de él solo unos minutos más viendo aquella escena, una sonrisa un tanto burlona se hizo ver en su rostro solo antes de tomar del hombro al ángel a su cargo.- Será mejor que hables entonces...por el bien de todos.-

Solo entonces salió de aquel trance, aquello que el arcangel le había echo ver, una mala jugada con tal de tener información sin importar el costo. Los metodos que se usaban en el cielo eran verdaderamente cuestionables y Aziraphale no entendía porque a nadie le importaba aquel comportamiento entre sus compañeros, aún con lagrimas y los ojos rojos de ver aquella horrible escena, un posible futuro para Crowley, no podía dejar que eso le pasara.

-No tenemos todo el día Aziraphale. Dinos qué hicieron con el anticristo.- Le exigió una vez más Gabriel, sabía que en cualquier momento y teniendo aquel acuerdo con Beelzebub encontrarían a Crowley y lo aniquilarían, no estaba nada seguro tampoco que dando la información que querían los dejaran en paz, pero al menos lo podía intentar.

No quedaba de otra, tenía de decir que habían escondido a Adam en un intento de que volviera a tener una vida normal como lo era antes, tenía que hacerlo para que Crowley estiviera a salvo y si había algo a su favor, el tambien estarlo. Para poder ser libres y huir de ese mundo, justo como el pelirrojo se lo propuso alguna vez.- Está bien, hablaré...-

Good Omens #Fictober2019 #IneffableLATAMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora