•• Capítulo 33: Inseguridad ••

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Golpeteaba insistentemente mis dedos contra mi celular. La ansiedad que había sentido estos días se habían acumulado durante la última hora.

Piso 10.

Me encontraba en el ascensor a punto de ver a Alex. Había pasado aproximadamente diez días desde la última vez que nos vimos, ya que gracias a la ocupada agenda de sus ensayos, no encontramos ni una hora para estar juntos. Tragué saliva y removí mi cabello con mi mano libre tratando de calmar mis nervios. Hoy es viernes y se supone que pasaremos todo el fin de semana juntos, no tendría que maquinar así mi cerebro.

Oh, cierto. No les conté el motivo de mi ansiedad.

¿Ver a Alex? Si, claro que sí. Lo extrañaba cada maldito segundo de mi día pero, aún así, mis nervios crecieron al enterarme de la nueva incorporación de la temporada.

Alicia Agneson es su nombre. Un nombre delicado y perfecto como ella.

Suspiré cuando el ascensor llegó al piso justo y abrió las puertas frente a mis ojos. Antes de dar el primer paso para salir de éste, analizaba internamente como carajos le voy a preguntar a Alex sobre ella. Claramente no puedo decirle que Liam me lo había dicho, sería generar más rencor entre ambos. Bueno, solo del lado de Alex, ya que a Liam él le cae bien. Pero, ¿Por qué no me ha dicho nada sobre la chica? ¿Por qué no me contó que "Ivar" tendrá un romance? ¿Será ... será que habrá escenas de sexo entre ellos? ¿Besos muy candentes?

Pffff. Dejé salir todo el aire de mis pulmones y, de manera valiente, salí del ascensor para caminar hasta la puerta del hogar de Alex. Guarde mi móvil en el hiper bolso que había traido y golpee dos veces seguidas la puerta, bajando mi cabeza tratando de que mi inseguridad no se note en mi cara. La puerta finalmente se abrió, levanté mi rostro y ví esa sonrisa tan hermosa que me derretía por completo.

— Hola, sexy — me murmuró con voz ronca, mientras se apoyaba contra la puerta.

— ¿No me ves por días y así es como...?— no terminé de hablar, ya que Alex soltó la puerta, se abalanzó hacia mi y me besó, silenciandome.

Imposible no seguir el beso y callar esos pensamientos estúpidos cuando sus labios atacaron los míos. ¿Cómo pensar de manera clara cuando algo tan delicioso se une a mis labios?

— Oh, Dios, cuanto te he extrañado, Em — murmuró aún con su boca pegada a la mía.

Puse mis manos sobre sus mejillas, besándolo con ansias. Colocó una de sus manos sobre mi cintura y me atrajo hacia el interior del departamento, cerrando la puerta a mis espaldas.

— ¿Cómo has estado? — pregunto una vez que se aleja de mi, dejando mi bolso sobre el sillón del living.

Él se sienta en éste y estira su mano para atraerme a su cuerpo por lo que caigo sobre su regazo — Supongo que bien. Pero ha sido el maldito infierno estar tantos días sin ti.

— Bien, pero supongo que éste fin de semana serás todo mío, ¿verdad? — acomodo su cabello largo hacia atrás, viendo como una mueca extraña se forma en su rostro. — ¿Qué? 

Alex suspira, esquivando mi mirada — Es que de eso quería hablarte. Mañana en la noche habrá una fiesta por el comienzo de las grabaciones. Todo el elenco irá y claro que estás invitada.

Asentí intentando sonreír. ¿Todo el elenco?

— Oh... Lo siento creí que habías dicho que hasta el lunes estabas libre — contesté tratando de disimular mi desilución. No me molestan sus fiestas, pero el egoísmo creció en mi al saber que estaría para mi estos casi tres días.

Tonta Casualidad • [ Alex Høgh Andersen ] •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora