ⓈⒺⒼⓊⓃⒹⒶ ⓣⓔⓜⓟⓞⓡⓐⓓⓐ Ⓓ Ⓔ ⓣⓂⓣ➋
❝ Él lo sabía. El Señor Tenebroso lo supo todo este tiempo...
que un huracán amenazó durante muchos años por destronarlo.
Pero nunca hizo nada por detener la tormenta que lo amenazaba...
su reinado cayó, pero su súbd...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
The Diggory Heiress 8: La segunda prueba.
No ocurrió nada relevante durante las vacaciones de navidad, salvo que el pequeño Scorpius Malfoy había dominado el arte de volar sobre la escoba. Artemis no había dudado en pasar cada instante que pudiera en compañía de su familia, respetando las horas de la comida y la hora del té, además de que cumpliendo labores con cada uno de ellos.
Por otro lado, Emerald se había pasado los días merodeando por la mansión y compartiendo con el integrante más pequeño de la familia. La bruja de melena castaña se había llevado una grata sorpresa al notar cómo habían congeniado tan perfectamente, le pareció tierno. Por supuesto, no dudaron en hacer frente a los consejos del profesor Longbottom.
Poco después del primero de enero el expreso de Hogwarts les llevó nuevamente al castillo para iniciar el segundo trimestre, con el consiguiente del comienzo de las clases. Ambas muchachas no tardaron en acomodar sus cosas en las habitaciones y luego bajar al comedor para la cena, platicando entre ellas cómo había sido la experiencia de Emerald en la mansión.
– Allí está Ackerman.
Una vez Emerald culminó de pronunciar el apellido, Artemis no pudo evitar observar por encima del hombro cómo el muchacho caminaba por el centro del pasillo hacia la mesa. Sus miradas se encontraron entre sí, como si se hubiesen estado buscando durante milenios.
– Por Merlín, él está viniendo hacia acá...
– Finnigan, Diggory. –saludó.
– Ackerman.
– Eh, Schneizel. –correspondió Emerald al saludo, tras aquello se llevó una tostada cubierta de mermelada a la boca y procedió a ignorarlos.
– El profesor Slughorn indicó que este semestre sería más complicado que el anterior, por lo tanto espera que sus alumnos estrellas estén preparados. Me tomé la molestia de comentarle que no sería ningún problema para nosotros, ¿no es verdad, Artemis?
Manipulación, simplemente manipulación.
– No te equivocas, Schneizel.
– Nos vemos luego, señoritas. –dicho aquello, se marchó.
Artemis volvió la cabeza a la mesa donde comían los alumnos del instituto Durmstrang, pero no visualizó a Dimitri en ningún lado. Supuso que él se encontraba en su habitación debido al viaje de regreso al castillo, o tal vez estudiando para los deberes que debía cumplir para con sus profesores. Suspiró y visualizó el cáliz de fuego al fondo de la mesa, con repulsión.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.