María Stark Rogers 《La hija de Tony Stark》

26

—¿quién es mi madre? —exigio saber María, golpeando, furiosamente, la mesa de cristal de su papá.

Tony inhalo bruscamente, sin despegar la vista del holograma.

—Hola cariño —saludo con un tono  desagradable —Estoy bien, gracias
—dijo sarcasticamente, rodando los ojos.

—Dime —ordeno, cerrando los puños con fuerza —te ordeno que me digas donde esta mi mamá ¡mentiroso! —Los finos  labios le temblaron, las lágrimas le ardíeron en sus preciosos ojos azules.

Como era posible que su padre le mintiera de esa manera, sabiendo lo que su mamá representaba para ella, algo puro, hermoso y sublime.

—dejame pensar... —dijo Tony fingiendo recordar algo —giro sobre sus talones y clavo su penetrante mirada sobre ella. Una mirada de desaprobación. María tragó saliva para calmar sus nervios. Siempre tuvo miedo y rabia mirar esos oscuros ojos, que parecian ver mas cosas que la mayoria de la gente. 

Sentía rabia por todos los años que le nego su amor y afecto;  rabia por su rechazo y abandono.

Y sentia miedo a sus insultos, gritos y a su fuerte carácter.

Se odiaba a si misma por, cada segundo, admirar un poquito mas a ese hombre valiente, fuerte y decidido; con manos hábiles, capaces de arreglar cualquier cosa. Un líder inteligente.

—ella está muerta, creí que te quedo claro que tu mamá murio cuando tu naciste.

—¿porqué nunca me llevaste a su tumba? —inquirio enojada —¿porque nunca dejaste que conociera a la familia de mi mamá?

Tony le dio la espalda y nuevamente enfoco sus ojos en el holograma.

María se sintio ignorada y dolio un poco. Despues de varios años aun le lastimaba ser ignorada e incomprendida por su papá. La persona que mas amaba y admiraba en el mundo.

—¿como averiguaste mi clave? Olvidalo. Te dije más de una docena de veces que la familia de tu madre me aborrecia y...

—Quiero conocer a mis abuelos.

—como te hago entender que ellos no te quieren en sus vidas —dijo Tony irritado  y nego con la cabeza —no los culpo eres tan molesta —gruño entre dientes —No tengo idea donde enterraron sus restos.

—nunca hiciste nada para averiguarlo  —reclamo.

—¡escucha niña! —exclamó exasperado, volteando a mirarla al rostro  —no busco a mis citas de una noche, va en contra de mis principios. No soy culpable de que el condon se rompiera y diera como consecuencia la desagradable "cosa" que tengo frente a mí.

Maria sintio un nudo en su garganta, queria llorar. "Cosa" sus palabras le dolieron mas de lo que esperaba. Sin embargo, no le sorprendio, siempre dolieron. Siempre dolio nunca ser lo suficiente buena para merecer su  amor.

—Te odio —susurro entre dientes entrecerrando los ojos. Fue una mentira ella nunca podria odiar a su papá por más que él  la viera como un error en su vida.

—el sentimiento es mutuo —respondio Tony, dandole la espalda.
—¡vete! —echo —Tu precensia me enferma y me pone de mal humor.

María trago fuertemente, esas malditas lagrimas amenazaron con brotar de sus ojos, no queria que su papá la viera llorar.

"Los Stark no lloran, estan hechos de hierro" se dijo a si misma.

Se fue corriendo a su habitación, se quito lo zapatos y tomo asiento en su  cama queen estilo Europeo - Frances.