Capítulo 9: Confusión total

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Harry y Ginny estaban muy molestos con Ron, le había dicho a Hermione que le gustaba otra chica, ella no se lo merecía, ninguno se esperaba esa noticia y mucho menos que se lo diga a Herms de esa forma, los tomó a todos desprevenidos.

Vieron a Hermione salir de los vestidores muy triste y sin decir palabra, ellos sermonearon a Ron y salieron tras ella, pero no la encontraron por ninguna parte, así que supusieron que estaría en su torre, dejarían pasar ese día y ya hablarían con ella luego.

Al día siguiente, Hermione no había ido a desayunar y Ron tampoco se había aparecido por el gran comedor, ella había pedido el desayuno en su torre, que, gracias a ser un premio anual, tenía ciertos privilegios.

Cuando ella vio al elfo que le llevaba el desayuno se emocionó mucho, pues era su gran amigo Dobby, corrió hasta donde él se encontraba y lo abrazó, él se había apresurado a dejar la bandeja en la mesa antes de ese gran abrazo.

- ¡Dobby! No sabía que habías vuelto a Hogwarts, después de lo que quedaste mal herido por la daga de Bellatrix, creí que nunca volverías aquí.

- Es muy hermoso volver al trabajo y verla a usted Hermione, a mi amigo Harry Potter y a los demás, Dobby quizo traerle personalmente su desayuno y así poder saludarla.

- Gracias por venir, me ha dado una gran alegría verte.

- Le ruego que por favor tenga mucho cuidado, supe que estaba compartiendo esta torre con el señor Draco Malfoy, no debe acercarse a él, su padre fue un cruel amo con este pobre elfo y no quiero que le hagan daño.

- ¿Draco Malfoy te ha maltratado Dobby?

- Él no ha golpeado a Dobby, pero él seguía los pasos de su padre y seguramente ahora es igual que él. Dobby tiene que volver a la cocina, si Hermione quiere algo puede llamar a Dobby, que con gusto estará aquí para ayudarla.

- Gracias Dobby, y, por cierto, por Lucius Malfoy no debes preocuparte, él ya está en Azkabán, además yo sé cuidarme de Draco Malfoy – ella le sonrió y el pequeño elfo desapareció.

Hermione había desayunado con prontitud y corrió a su primera clase, con suerte no le tocaría compartirla con los Slytherin. Al llegar vio a Harry sentado junto a Ron, ella se sentó lo más apartada que pudo de ellos, cómo desearía que Ginny estuviera ahí y así tener a su amiga con ella.

Al terminar la clase, salió rápido para llegar a su siguiente clase y para no tener que encontrarse con Ron, lastimosamente esta clase y las siguientes le tocaría con las serpientes.

- ¿Así que por fin Potter y Weasley se han dado cuenta que no vale la pena que seas su amiga, Granger? – era Pansy con su gran humor de siempre.

- No te metas, Parkinson, no es de tu incumbencia.

- Yo hago lo que quiera pequeña sangre sucia, yo soy sangre pura, de las mejores familias del mundo mágico, no me hablarás de esa forma.

- ¿Acaso soy tu elfo doméstico? No tengo por qué obedecer a una niña malcriada y mimada como tú, Parkinson.

- No te atrevas a insultarme Granger – Pansy levantó su varita hacia Hermione y ella hizo lo mismo instintivamente.

- ¿Pero qué demonios sucede Pansy? – era la voz de Draco que estaba en la puerta del salón.

- Esta impura se atrevió a insultarme, esto no se quedará así.

- Baja tu varita Pansy, es una orden – Draco la fulminaba con su mirada y tanto ella como Hermione se quedaron con la boca abierta por lo que había dicho.

- ¡Pero qué dices¡ No es posible que la defiendas.

- No la defiendo – de hecho ni Draco sabía si eso era cierto o no – pero he pasado una mala noche y no me interesa presenciar una pelea tan tonta como esta.

Si me enamorara de ti... [Dramione]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora