Capítulo 4: La Audiencia

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Hermione estaba molesta porque le tocaría compartir torre con la persona más odiada por ella y sus amigos, le había insistido a Dumbledore que quería permanecer en la casa Gryffindor junto con sus amigos, pero él había rechazado eso y permaneció firme en lo que había dicho.

Ella prefirió no molestar más, pues ya era muy tarde y estaba cansada del viaje en tren, así que se dirigió a la que sería su nueva casa este año, al entrar en la sala de la torre se percató que esta era muy grande, incluso más que a la que estaba acostumbrada en Gryffindor, a pesar de que solo iba a ser compartida por dos personas.

Al subir las escaleras vio una puerta con su nombre en ella, y al otro extremo, había otra con el nombre de Draco por supuesto; entró a su habitación y su equipaje y su gato Crookshanks ya estaban esperándola, se sintió feliz de verlo de nuevo y por un momento pudo olvidarse de la pesadilla que le aguardaba dentro de una semana.

Había pasado un poco más de media semana de haber iniciado las clases en Hogwarts, Draco estaba preparándose para lo que diría en su audiencia en el Ministerio de Magia. Unos meses después de acabada la guerra, fue llamado junto a su madre por un juicio en su contra por haber participado en los planes de Voldemort.

Narcissa había sido la primera en entrar y sus cargos habían sido anulados, pues ella jamás se convirtió en un mortífago, comprobando los del ministerio que no presentaba la marca tenebrosa en su brazo y después de ella manifestar que estaba siendo obligada por Lucius Malfoy, actualmente preso en Azkabán, fue dejada en completa libertad.

Pero no podría decirse lo mismo del joven Malfoy, que era considerado un mortífago, leal a las artes oscuras y a Voldemort. A pesar de que tenía buenos argumentos a su favor, estaba muy nervioso, no quería terminar en una celda igual que su padre, no sabía si todo resultaría como lo había planeado. Su madre le había mencionado que tendría una buena defensa, pero no le dijo de quién se trataba, que lo vería en el juicio.

- Audiencia disciplinaria del seis de septiembre, sobre los delitos cometidos en el marco del Decreto para la Razonable Restricción de la Brujería en los Menores de Edad y el uso de las Artes Oscuras por Draco Lucius Malfoy, residente en Mansión Malfoy, Wiltshire, suroeste de Inglaterra. Interrogadores: , Ministro de Magia, Cornelius Fudge, Jefe del Departamento de Seguridad Mágica, Joshua Sankara, Subsecretario del Ministro. Taquígrafo de la Corte, Percy Ignatius Weasley.

- Abogado de la defensa, Albus Percival Wulfric Brian Dumbledore.

Draco lo miró realmente sorprendido, por qué Dumbledore quisiera defenderlo, casi lo mata aquella vez en la torre de Astronomía, estuvo tanto tiempo con el remordimiento de que él lo había desarmado en aquel lugar y por su culpa Snape lo había matado. Resultó que todo era una gran mentira, pero por lo menos le había quitado un peso de encima cuando descubrió que seguía con vida.

- Dumbledore, es un placer tenerte nuevamente por aquí – el ministro también estaba muy sorprendido como Malfoy - ¿Puedo preguntarte qué argumentos tienes a favor de este chico para que no sea condenado y llevado a la celda que lo espera en la prisión de Azkabán?

Miró a Draco y le brindó una sonrisa y un ligero movimiento de cabeza en señal de saludo, a lo que él le correspondió de igual manera.

- El señor Draco Malfoy, estudiante de Hogwarts, escuela de magia y hechicería, ha sido llamado a esta audiencia sin que el ministerio tenga una sola prueba, más que la marca que porta en su brazo, la cual fue obligada a ser colocada ahí por la presión que Voldemort ejercía sobre su familia. Lucius Malfoy, residente de Azkabán, ha manifestado que su hijo fue torturado junto a su madre y se le impuso que portara la marca tenebrosa en contra de su voluntad, caso contrario hubiera presenciado la muerte de su madre.

- Los mortífagos han hecho mucho daño a la comunidad mágica y muggle, el muchacho es uno de ellos, puedo entender que le fue impuesta la marca tenebrosa en contra de sus deseos, pero, ¿cómo podemos saber nosotros si el joven Malfoy no ha matado a alguna persona, ya sea que esta haya tenido magia o no?

Era una buena pregunta, Draco se estaba dando por vencido, cómo podría comprobar eso, él no era un asesino, pero el ministro no le creería una palabra; había planeado tanto qué decir y ahora no tenía nada en su cabeza, se sentía más solo que nunca, pero aun así quería seguir luchando por su libertad.

- Nunca he matado a nadie señor ministro, yo no soy como el resto de mi familia, fingía ante ellos y Voldemort que cumplía con todos sus caprichos, pero siempre inventaba algo haciendo parecer que había cumplido con lo que me exigían diariamente. Todo lo hacía por la seguridad de mi madre, ella era a la que matarían si yo no cumplía cada palabra que decía el señor tenebroso. No podía dejar que eso pasara, pero le aseguro por mi vida y la de mi madre, que nunca he hecho daño a nadie, más bien a mí es a quien han hecho daño.

- Así pues, Ministro Shacklebolt, le ruego a usted y al resto de la corte, que se sensibilicen ante las acusaciones que se presentan en contra de Draco Lucius Malfoy, habiendo presentado yo con anterioridad, pruebas que afirman que él fue torturado al igual que muchos magos para que se unieran a los mortífagos en contra de su voluntad, por amenazas en contra de su familia, teniendo la declaración también en sus manos, firmada por ambos padres del muchacho.

Al parecer los habían convencido, Draco no sabía que existían pruebas sólidas que comprobaban que él fue obligado y manipulado por esa familia de locos que tenía, al parecer esa fue la gran sorpresa que su madre le había preparado para su audiencia.

- ¿Todos los que estén a favor de una condena en contra del acusado? – se dirigió Fudge a la corte.

Levantaron la mano pocas personas que conformaban la corte del ministro.

- ¿Los que estén a favor de retirar los cargos en contra del acusado? – Los que no levantaron su mano antes lo hacían ahora, era claro que fue la mayoría, incluyendo al ministro. Se había salvado de ir a Azkabán, tenía un peso menos encima, y vaya que se sentía muy aliviado.

- Muy bien – el ministro se dirigió a Dumbledore y a Draco – Los cargos contra el acusado son anulados. Y señor Malfoy, durante el tiempo que dure su formación mágica en Hogwarts será vigilado por Albus Dumbledore de que no se le ocurra romper alguna regla, si nuevamente es acusado de algo tan grave no habrá nadie que lo ayude una vez más, recuerde que hay una celda en Azkabán con su nombre ¿estamos claros?

- Sí señor Ministro.

- Entonces si no hay nada más que decir, doy por terminada esta audiencia.

Vigilado, es como siempre se ha sentido, que ahora sea por una persona diferente no cambiaba mucho las cosas, pero sí que sentiría bastante paz de que el hombre que lo vigila sea Dumbledore y no su padre, su loca tía o Voldemort.

- Nunca hubiera pensado que usted me ayudaría en mi audiencia después de todo lo que hice, gracias. – le extendió su mano a Dumbledore, que se la estrechó amablemente.

- No fue tu culpa, todos sabemos que eras presionado, así que definitivamente no tengo por qué culparte de nada. Ahora quiero recordarte que debes instalarte en tu nueva torre en Hogwarts, al ser el premio anual de este año. Tus cosas para el colegio ya se encuentran ahí, así que te espero mañana, hasta luego Draco.

Sería una larga noche, por fin regresaría al colegio al día siguiente, pero temía cómo podría ser recibido ahí, esperaba que ciertas cosas no hubieran cambiado. 



*Espero que les esté gustando la historia, pueden dejarme sus comentarios. Como lo mencioné en el primer capítulo, este es mi primer fanfic y estoy poniendo todo mi esfuerzo en él. Gracias por leer.


Si me enamorara de ti... [Dramione]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora