Hermione se había levantado temprano, se dio un relajante baño, se puso el uniforme y recogió los libros para sus clases, ese día tenía Defensa contra las artes oscuras, Transformaciones y Pociones. Tenía pensado en ir a la biblioteca un rato después de desayunar, quería verificar las respuestas de un deber de transformaciones.
Al bajar a su sala común, vio que Malfoy estaba apoyado en uno de los sillones, la veía bajar y a la vez le sonreía, un comportamiento poco común de su parte.
- Malfoy, creí que todavía estarías en tu habitación. – se había detenido al pie de las escaleras y lo miraba sonreír, lo que hizo que se ruborizara y le devolviera la sonrisa.
- Buenos días Hermione, creí que ahora nos llamaríamos por nuestros nombres – su sonrisa se desvaneció y ahora su rostro estaba serio.
- Sí, lo siento Draco, no estoy acostumbrada, es muy raro que entre un Slytherin y un Gryffindor nos dirijamos por nuestros nombres.
- Claro, para mí es un poco extraño también – se acercó a ella y se colocó justo en frente haciéndola que se pusiera nerviosa - ¿Quieres que te ayude con estos libros? Son pesados – nuevamente apareció esa sonrisa que lo hacía ver tan guapo y la luz que entraba por las ventanas lo favorecía mucho más.
- Me gustaría, pero tú llevas tus libros también, y junto a los míos te será muy pesado cargarlos todos.
- Qué bien que te preocupes por mí, pero con el físico que cargo no serán ningún problema. – se señalaba a sí mismo como si hablara delante de un espejo y luego comenzaron las risas.
- ¿Así que tu ego tiene un tamaño ilimitado? – estaban bromeando, algo que nunca habían hecho, les gustaba sentirse así el uno con el otro. – Vamos, debo ir también a la biblioteca antes de clases. – él ya le había quitado los libros y ahora los cargaba, parecía que en verdad no tenía ningún problema.
- Espera, ¿qué dirán tus amiguitos si nos ven juntos? Seguro no les va a gustar nada. - Draco no había pensado en eso aún, San Potter y la Comadreja lo odian, aunque era algo mutuo.
- Lo sé, y lo mismo creo de los tuyos, aunque Harry y Ron duermen lo suficiente como para desayunar diez minutos antes de la primera clase, no estarán todavía ahí si quiera por una hora.
- Zabini, Crabbe y Nott son iguales en eso, la que seguro me da problemas como siempre es Parkinson, pero por el momento esperemos que no esté para armar sus dramas en el comedor.
Salieron de su torre y fueron al Gran Comedor, no había nadie en los pasillos y al llegar a su destino, antes de entrar verificaron si estaban sus amigos, no tenían nada romántico entre ellos, aún, pero a veces eran un poco problemáticos y querían decirles ellos mismos que habían hecho las paces. No había nadie que conocieran ahí, ahora el problema sería en qué mesa se sentarían.
- No queremos que nadie se dé una idea equivocada sobre nosotros, sería un escándalo que un Slytherin se sentara en la mesa de los Gryffindor.
- O una Gryffindor en la mesa de los Slytherin. – le dejó sus libros y cada quien se dirigió a su mesa, aunque fue una mala idea, mientras desayunaban, ambos se veían a cada instante, pero verificando que el otro no lo encontrara observando. Se comportaban extraño, esperaban que nadie se diera cuenta, ambos estaban nerviosos con la presencia del otro en el mismo sitio, aun así, no querían estar tan lejos.
Al acabar su comida, ambos salieron al mismo tiempo del Gran Comedor, Hermione no creyó que quisiera acompañarla también a la biblioteca, aún no confiaba en él mucho, pero es porque él le había enseñado a no confiar en un Malfoy. Draco le había dicho que le gustaba y esa es la primera vez que lo había sentido tan sincero con algo, esperaba que no estuviera equivocada. Todo el camino hacia la biblioteca no habían dicho nada, aunque Draco otra vez cargaba sus libros.
- ¿Y qué es lo que te interesa averiguar ahora? – había dejado los libros en una mesa apartada de la puerta.
- Necesito comprobar unos hechizos para mi tarea de transformaciones, no tardo, voy a buscar el libro – entró por uno de los pasillos y después de unos segundos regresó, sabía perfectamente en qué lugar se encontraba este, había ido tantas veces a la biblioteca como para saber su ubicación exacta.
Otra vez ninguno de los dos decía nada, Hermione estaba concentrada en su tarea y Draco se concentraba en ella, cómo es que él no se dio cuenta qué tan bonita era ella, hasta ahora se fijaba en eso, antes estaba tan concentrado en sus tareas como parte de la familia Malfoy y al ser seguidor de Voldemort, no podía pensar en más que sobrevivir el mayor tiempo posible y salvar a su madre.
Ya mismo era hora de la primera clase, Hermione ya había terminado y estaba sonrojada porque se había dado cuenta de cómo él la estaba observando, por eso se había demorado un poco más en su tarea, no lograba concentrarse por completo.
- Voy a dejar el libro en su lugar – se levantó y se fue de nuevo por el mismo pasillo de antes. Cuando estaba colocando el libro en su lugar sintió que alguien tomó su mano y la volteó.
- Perdón si te asusté, no fue mi intención, pero desde que te vi en la mañana al bajar las escaleras, siento que ya no puedo resistirme más. – la tomó con una mano de la cintura y la besó, con su otra mano acariciaba su rostro, esta vez ella ya no puso resistencia como en el primer beso, ahora se dejaba llevar y sus corazones latían tan rápido que parecía que saldrían de su pecho, en un momento Draco se detuvo y le susurró en el oído – Me gustas tanto Hermione, tanto que no quisiera apartarme de ti.
Ella al escucharlo se sintió feliz, sintió que, al estar con él, no querría nada más que eso, que él la hacía sentir más viva que nunca – También me gustas mucho Draco.
Malfoy cuando por fin escuchó eso que tanto esperaba oír de ella, nuevamente la besó, Hermione enredaba su mano en el cabello de Draco y con la otra tomaba su cuello con fuerza, sentía que su rostro estaba en llamas y que había querido eso tanto como él. El aire se les terminaba pero no querían detenerse, se sentía tan bien tener los labios del otro en los suyos, Malfoy la arrinconó contra el librero y ahora el beso se había tornado más intenso, hasta que escucharon los pasos de alguien que venía acercándose, así que se separaron de inmediato y fingieron revisar los libros de la estantería. Era la bibliotecaria, que había escuchado un ruido en ese pasillo y quería ver lo que lo había provocado, tal vez la caída de un libro o dos cuando ellos chocaron contra el librero, algo de lo que ellos se habían dado cuenta al inicio, pero después lo olvidaron para concentrarse en lo importante.
- Jóvenes tengan más cuidado, estos libros pudieron haberse dañado, tienen años de antigüedad, ahora por favor salgan de este pasillo.
- Lo sentimos mucho, estábamos por recogerlos – Hermione estaba con la respiración agitada al igual que Draco, además, ambos estaban ligeramente despeinados, prefirieron hacer lo que la bibliotecaria dijo, seguramente ya sospechó lo que había sucedido realmente y esta vez tenían suerte de que no los castigara.
Malfoy recogió los libros y se fueron juntos a clase, nunca olvidarían esa experiencia.
*Espero que estén disfrutando de la historia. ¿Qué les pareció este capítulo? Por fin Hermione aceptó que Draco le gustaba y pasaron muy contentitos en la biblioteca.
Gracias por leer!
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Si me enamorara de ti... [Dramione]
FanfictionLos Malfoy han logrado manchar su apellido por la fidelidad que tenían con el señor tenebroso, tanto así, que la comunidad mágica ya no los respeta para nada. Narcissa Malfoy deberá reparar eso por su bien y el de su hijo, por lo que lo obligará a c...