Ni a Draco ni a Hermione les gustaba hablar mientras comían, tenían buenos modales y querían conversar después de haber terminado, ella se había acordado de Ron, que para nada era como Draco al momento de comer, pues era todo lo contrario. No hubo en ningún momento un silencio incómodo, porque había empezado a sonar música que Hermione no sabía exactamente de dónde provenía, pero era una melodía muy relajante. Al acabar, Draco se llevó nuevamente los platos y regresó junto a ella, aún tenían un poco de vino en sus copas.
- ¿Recuerdas que en la carta te dije que podrías hacerme cualquier pregunta que tuvieses sobre mí? – Hermione asintió, claro que lo recordaba, si la leyó más de una vez.
- Pues en realidad son muchas, no nos alcanzará la noche.
- No importa si no avanzo a responder a todas ellas, tendremos muchas noches y días para preguntarnos lo que sea. Ven, toma mi mano. – ella lo hizo y fueron hasta donde estaban las telas y lo almohadines y se acostaron ahí viendo las estrellas.
- ¿Por qué odias tanto a los que no son sangre pura? Sé que tus padres lo hacían, pero no era obligación que tú lo hicieras también.
- Pues en realidad sí que estaba obligado a hacerlo, cuando era niño lo hacía porque eso es lo que me habían enseñado, pero conforme crecía me di cuenta que eso no me importaba y más porque tú eras una de ellas, no podía odiarte. Pero debía seguir fingiendo, debía mantenerme al margen, mi padre era tan estricto, que incluso me obligó a tener un noviazgo con Pansy, pero no pude soportarla y la dejé. Cuando mi padre se enteró de eso, se molestó tanto y me obligó nuevamente a tener un noviazgo, pero esta vez con Astoria Greengrass, él siempre veía un beneficio en eso, eran familias poderosas y eso le beneficiaba al apellido Malfoy y a su fortuna. Pero a pesar de que veía a Astoria muy emocionada con ese noviazgo falso, después de un tiempo también la dejé, a pesar de que sabía lo que mi padre me haría. No podía estar con ellas, no las quería más que como amigas, me sentía muy incómodo con ellas, estando en esa posición de supuestos enamorados ante la mirada de la familia Greengrass y Malfoy. Además, mientras el señor oscuro controlara todo, no podía tener la libertad de hacer nada, debía estar a las órdenes de él, pues si no lo hacía, él lastimaría a mi madre y eso no podía permitirlo. Ahora que todo eso acabó, soy libre de estar con quien yo quiera, y quiero que esa persona seas tú, Hermione.
Ella lo miró, cada palabra que dijo le sonó tan sincera, que cada vez le gustaba más pasar tiempo con él. Se acercó a él y le plantó un beso, ninguno de los dos se lo esperaba, pero era algo inevitable que ya se había prolongado demasiado. Draco enredaba sus dedos en el cabello de ella y Hermione acariciaba su cuello y su cabello color plata. Se sentía tan bien volver a hacer eso, extrañaban los labios del otro en los suyos. Pero no duró mucho, la sección de preguntas debía continuar.
- ¿Por qué nos odiabas tanto? ¿No era suficiente si solo nos ignorabas? Me molestaba tanto cada vez que aparecías y solo se te ocurría insultar a Harry, Ron y a mí.
- Era también parte del plan de mi padre, era muy estricto respecto a cómo debía comportarme con ustedes. Para odiar a San Potter y a la Comadreja no era necesario que mi padre me ordenara nada, simplemente no nos llevamos bien entre nosotros.
- Pero deberías intentar, ellos son mis mejores amigos. Quisiera que se llevaran bien entre ustedes.
- No sé si eso llegue a pasar alguna vez, pero por ti lo intentaré, si eso es lo que deseas. ¿Puedo comenzar yo con las preguntas?
- Sí, por favor, es tu turno.
- En realidad, tengo dos turnos seguidos – le lanzó una sonrisa caprichosa que la hizo sonrojar de nuevo - ¿Aparte de la Comadreja, con quién más haz tenido un noviazgo?
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Si me enamorara de ti... [Dramione]
FanfictionLos Malfoy han logrado manchar su apellido por la fidelidad que tenían con el señor tenebroso, tanto así, que la comunidad mágica ya no los respeta para nada. Narcissa Malfoy deberá reparar eso por su bien y el de su hijo, por lo que lo obligará a c...