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Nota: Juguemos con las edades ¿Les parece?

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Debía ser todo un cliché que en esta vida, tu vida, te gustara alguien a quien veías imposible en todos los sentidos.

Es decir siempre pensaste que cosas como estas no se darían, probablemente los hechos estaban ahí y sonaba terrible pero eran cinco años, no era tanto pero claro si lo ponías en puño y letra era más o menos terrible.

15 años contra 20.

Tu mala suerte era ser menor que él pero todo empezó por algo tan simple como la vez que fuiste a casa de Max para hablar con ella libremente de chicos, ropa, zapatos y esas cosas.
Tu mejor amiga en buenas y malas, a la que podías confiarle todo y ella a ti.

No sabías que ese día de visita cambiaría todo para ti.
Habías estado yendo y viniendo siempre y cuando no estuviera su hermano mayor Billy, Max siempre te decía que era mejor platicar cuando él no estuviera presente, pero ese día todo cambió de manera drástica, conocías a Billy de vista, de rumores y lo que fuera pero nunca habían tenido una conversación.

"¿Entonces quien besó a quién? ¿Samantha a Josh?" Preguntaste alarmada en el momento en que Max te acababa de contar el pequeño rumor que escuchó por los pasillos.

"¡No tengo idea! ¡Solo sé que la amiga de Sam esta vuelta loca por saber que les gusta el mismo chico!" Gritó Max divertida con la situación.

"Tal vez solo... Se merecen el uno al otro, es decir Samantha pued-" No terminaste de decir la oración cuando escucharon el fuerte golpe de una puerta.

Ambas voltearon al lugar del sonido, sabiendo la causa: Billy.

"Tal vez es mejor que te vayas, T/N. Ya sabes que no me gusta cuando esta Billy, él puede ser muy.."

"Lo entiendo, tranquila" Calmaste sus nervios con una media sonrisa.

"Llévate la pizza, estoy segura que mamá traerá hoy o mañana para nosotros, no quiero que esta se desperdicie"

"De acuerdo" Susurraste y cuando tuviste tus llaves a la mano y la caja de pizza también, te levantaste de la cama de Max para empezar a caminar a la puerta.

"Te veo mañana, T/N" Sonrió con entusiasmo.

"Hasta mañana, Max"

Con eso último saliste de su habitación y cerraste la puerta. Ibas por el oscuro pasillo pero te detuviste de repente cuando una figura salió de la puerta de al lado, era Billy.

Se veía enojado, irritado más bien. Quisiste seguir pero te encontraste con su dura mirada, frunció el ceño en confusión.
Tu garganta se secó, querías avanzar pero no dabas un solo paso.

Al final fue Billy quien pasó de ti, directo al sofá para ver televisión. Haciendo todo lo posible por recuperarte de ese extraño suceso, saliste a la sala, con sólo una lámpara alumbrando la parte trasera del comedor y la luz proveniente de la televisión.

No detuviste tus pasos pero tampoco que tu mirada viajará hasta la nuca de Billy y observarlo, podías sentir que estaba tenso y con ello todo el lugar.

"Billy.." Murmuraste lo suficientemente bajo para que no te oyera Max pero si él.

Giro su cuerpo, extendiendo y recargando su brazo en el respaldo del sofá. Te observó expectante ante la llamada de su nombre.

"Pizza, es decir.. Tengo pizza por si quieres un poco, sé que no hay.. Comida en el refrigerador" Dicho eso levantaste aún más la caja de pizza para que la viera.

Steve Harrington•Billy Hargrove  ONE SHOTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora